De América Latina a Europa, los líderes de izquierda que apoyaron a Cristina Kirchner por la causa Vialidad
Figuras desde Evo Morales hasta Pablo Iglesias extendieron su solidaridad con la vicepresidenta y tildaron a la acusación de Luciano de “persecución política” y “lawfare”
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LA NACION
El fiscal Diego Luciani pidió ayer una pena de 12 años de prisión y la inhabilitación política perpetua para la vicepresidenta Cristina Kirchner al acusarla por una asociación ilícita que favoreció a Lázaro Báez con contratos de obra pública en la causa Vialidad, lo que generó una acusación por parte de sus seguidores que señalaran a la fiscalía de llevar adelante una persecución contra la exmandataria. En esa misma línea se pronunciaron mandatarios y funcionarios de izquierda de la región y de Europa, que se sumaron a los mensajes de apoyo a Kirchner con declaraciones en sus redes sociales.
Uno de los primeros en manifestarse al respecto fue el Grupo de Puebla, el eje progresista de América Latina, liderado por el actual presidente argentino Alberto Fernández, cuyo objetivo es promover un nuevo impulso progresista siguiendo “las nuevas expresiones de organización social y ciudadana, la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres” al tiempo que busca contener “el avance de la derecha conservadora”, según detallan sus bases.
El Grupo de Puebla denunció a través de Twitter “la persecución mediática y judicial en contra de la vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner” en lo que consideró una jugada por par de “la derecha” por “proscribirla sin permitirle defenderse”. Y agregó: “El lawfare vuelve a operar en América Latina, a costa de nuestras democracias”.
Del mismo modo se expresó el excandidato presidencial chileno Marco Enríquez- Ominami, diputado y dirigente de izquierda alineado desde hace años con los Kirchner, quien opinó que “el lawfare vuelve a atacar en Latinoamérica, ahora en Argentina. La misma trama, buscan impedir que Cristina Kirchner se presente en las próximas elecciones. Usan la justicia para sacar de carrera a sus adversarios sin un debido proceso”.
Varios expresidentes latinoamericanos con estrechos lazos con la vicepresidenta fustigaron la decisión de la fiscalía, extendieron su solidaridad, y consideraron que Fernández de Kirchner es “víctima” de un proceso que resulta ser “una farsa”.
“A Cristina Kirchner le están montado un caso de lawfare, muy parecido al de Lula da Silva”, posteó el expresidente colombiano (1994-1998) Ernesto Samper Pizano. “Movieron con extraña rapidez un proceso judicial que no la vincula, pasando por encima del debido proceso y que busca impedirle presentarse en las próximas elecciones: todo una farsa”.
La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff envió su “más incondicional solidaridad” con Cristina Kirchner y aseguró que es víctima de “persecución política, judicial y mediática”, un accionar comandado por “la extrema derecha del continente para prohibir a los líderes que vivan en el corazón del pueblo”.
La vicepresidenta “es acusada por supuestas irregularidades que habrían tenido lugar hace más de 15 años y nunca han sido probadas. Se ha violado su derecho a la defensa, con el añadido abusivo de acusaciones que nunca se habían hecho. Hasta hoy, tantos años después, ningún tribunal del país ha considerado válida ninguna acusación”, publicó en un hilo de Twitter Rousseff. “Recibe mi apoyo y afecto compañera Cristina Kirchner. El pueblo argentino y latinoamericano estará a su lado y confío en que la Corte Suprema de su país no aceptará tan escandaloso caso de abuso judicial”.
El vínculo entre ambas exmandatarias es de larga data. En una de sus últimas reuniones, Kirchner recibió a Rousseff en su departamento del barrio de Recoleta en 2018, en donde mantuvieron un diálogo en el que hablaron sobre el expresidente brasilero Lula da Silva -entonces preso- y sobre “los ataques a la democracia en Brasil y Argentina y la persecución de sus gobiernos populares”.
El expresidente de Bolivia Evo Morales sumó su apoyo a Cristina Kirchner y repudió la actuación de Luciani, “fiscales que imitan al juez Moro”, opinó, en referencia al exmagistrado que comandó la mayor operación anticorrupción de Brasil, el Lava Jato, y envió a da Silva a prisión.
Si bien el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) - a quien Fernández de Kirchner consideró una esperanza para la región cuando asumió al gobierno mexicano en 2018- no emitió al momento ningún comunicado sobre el caso, el partido que lidera, Morena, divulgó su apoyo a la vicepresidenta argentina y arremetió contra el expresidente Mauricio Macri.
“Ya no es el tiempo de Macri y sus amigos. Hoy toda América Latina alzará su voz para defender la democracia. Cristina no está sola, un continente entero la acompaña”, comunicó el partido en su red social.
En Europa
Las repercusiones que generó la causa Vialidad se hicieron oír incluso fuera de la región, donde figuras de la izquierda europea se opusieron a las declaraciones del fiscal Luciani y sumaron sus voces para proteger a Cristina Kirchner.
El partido español Podemos, que despertó fascinación en el kirchnerismo desde su fundación en 2014, extendió su apoyo a la vicepresidenta y se comprometió en denunciar la constante “guerra judicial y mediática contra gobiernos progresistas” porque “pone en peligro la propia democracia. En España, Argentina o cualquier país democrático”, dijo la secretaria general del bloque, Ione Belarra.
“Ni un paso atrás”, le aconsejó el izquierdista español Pablo Iglesias a la vicepresidenta. “Golpe financiero, mediático y judicial… La misma receta de siempre contra los que defienden a la gente”.
En tanto, el ultraizquierdista francés Jean-Luc Melenchon, quien lidera la coalición de izquierda y de ecologistas que en junio se convirtió en la primera fuerza política de Francia tras cosechar 25,6% en las legislativas, se solidarizó y apuntó contra el uso de la justicia “para el ajuste de cuentas político”, un mal que “continúa en todo el mundo”.
Entre los líderes de izquierda regionales que aún no se han pronunciado al respecto se encuentran el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el recién llegado al gobierno de Colombia, Gustavo Petro,- quien invitó al presidente Fernández a su acto de asunción presidencial- ni su vicepresidenta Francia Márquez -quien se reunió recientemente con Cristina Kirchner en Buenos Aires-, y el mandatario chileno Gabriel Boric.
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