Daños y alivio: las dos caras de Nueva York
El sur de Manhattan amaneció golpeado por la destrucción, mientras que otros barrios salieron indemnes
NUEVA YORK.– Aliviados ante la calma del cielo, los neoyorquinos se despertaron ayer en una ciudad azotada por Sandy, que en unas horas dejó una huella dispar: hubo barrios devastados por el agua, que quedaron a oscuras, y otros sitios, sobre todo los alejados de los ríos, donde el golpe fue mucho más leve.
Árboles caídos, restos de ramas y hojas por doquier y pequeñas lagunas en varias esquinas eran las secuelas del paso de Sandy que LA NACION pudo ver durante una recorrida por Brooklyn y el sur de Manhattan. Pero había también gente trotando, paseando, restaurantes abiertos y chicos jugando en Battery Park, al borde del río Hudson.
"Hoy tuvimos que sacarlos durante un rato. Tengo siete chicos en mi departamento: tres míos y cuatro de unos amigos evacuados que se quedaron con nosotros", dijo Hanne Larsen, una australiana que alojó en su departamento a un matrimonio, amigo también de Australia.
Alrededor de Battery Park, donde se estaban hamacando los chicos, los edificios aún tenían bolsas de arena en las entradas, y en varios se veía una imagen recurrente en Manhattan: bombas mecánicas y mangueras que desagotaban hacia la calle el agua acumulada en los sótanos.
Por la rambla que bordea el parque, que antenoche quedó inundada, paseaba ayer Anthony Crane con una de sus tres hijas. También habían salido a tomar un respiro.
"Estuvimos bien, jugando con las linternas desde que se cortó la luz. No hubo problemas, pero ¿cuánto tiempo podés hacer eso?", preguntó Crane.
La compañía eléctrica que abastece a Nueva York, Con Edison, le informó que la luz no volvería rápido, por lo que evaluaba irse a Filadelfia a lo de su madre por unos días, hasta que Nueva York volviera a la normalidad: el subte quizá comience a funcionar recién en cuatro o cinco días, cuando logren recuperarlo tras quitar el agua de las estaciones.
"Era como un tsunami, olas y olas en la calle", relató Ana Hacel, una dominicana que vive en el lado este de la ciudad, una de las zonas más afectadas por las inundaciones, mientras su marido miraba atónito el motor de su coche. Estaba repleto de hojas y pedazos de ramas, y el interior todavía tenía agua.
"El hall del edificio quedó todo inundado y nos quedamos sin luz después de la explosión. Se veía fuego y chispas por la ventana", agregó Ana, que vive en un edificio pegado a la planta de Con Edison en la calle 16. La planta se inundó y sufrió un incendio que dejó sin luz a casi todo el bajo Manhattan.
Uno de los barrios más golpeados fue Dumbo, en Brooklyn, pegado al río Este. Frente al parque al borde del río, el restaurante Bubby’s quedó totalmente cubierto por el agua. "Todo se inundó en más o menos diez minutos", comentó Adam Elstein, un residente de la zona.
Al salir de su casa, a la mañana siguiente, Elstein recobró el aliento. "Me sentí increíblemente feliz. Pudo haber sido mucho peor. Acá fuimos muy, muy afortunados. Ahora hay que limpiar", señaló.
Una noche con miedo y a oscuras
El testimonio de argentinos sobre el paso de Sandy en Nueva York
- "En mi edificio se cortó la luz, el agua y perdí la señal de celular. Quedé desconectado por completo"
Pablo Larguía
Empresario; 35 años
Vive en el Meatpacking District, en Manhattan - "Desde mi ventana vi cómo se desbordaba el río y arrastraba árboles caídos, autos y hasta baños químicos. Fue dantesco"
Lucila Silva Cobo
Estudiante; 24 años
Reside en el Lower East Side de Manhattan - "Escuchamos una fuerte explosión y nos quedamos sin luz y con poca señal de teléfono. Seguimos así. Para cargar los celulares, nos vamos a un café"
Alejo Czerwonko
Estudiante; 26 años
Vive en el East Village, en Manhattan - "Nos quedamos sin señal de TV y nos aferramos a una radio vieja. Lo más desesperante fue la sensación de estar aislado y no saber lo que estaba pasando"
Madeleine Eayrs
Diseñadora; 32 años
Vive junto a su marido en Clinton Hill, Brooklyn
- "Fue realmente bravísimo. Pero el mayor miedo fue antes del huracán, porque uno no sabía qué esperar"
Alejandra Seeber
Artista; 42 años
Vive en Bushwick, en Brooklyn, con su familia - "Para nosotros, la situación no fue tan mala porque vivimos en una zona alta. No se nos cortó la luz ni el agua, pero sí Internet"
Marcos Cullen
Fotógrafo; 32 años
Vive en Sunset Park, en Brooklyn, con su familia