Tras tres años de la salida de la Unión Europea, la economía británica se vio afectada considerablemente
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Este martes se cumplen tres años desde que Reino Unido se separó oficialmente de la Unión Europea.
Poco después se desató una pandemia global, seguida rápidamente por una crisis energética impulsada por la invasión rusa de Ucrania.
Son dos eventos que han hecho difícil calcular de manera exacta el impacto que el Brexit ha tenido en la economía británica, la segunda más importante del continente europeo.
El 23 de junio de 2016, 17,4 millones de británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea (UE), un 51,9% de la población, frente a los 16,1 millones que lo hicieron por la permanencia en el bloque comunitario, un 48,1%.
Tras varios años de intensas negociaciones, la salida oficial de Reino Unido del bloque europeo el 31 de enero de 2020, poniéndole fin a una relación de 47 años.
Tres años después, los datos más recientes sugieren que el golpe económico ha sido considerable.
En esta nota te contamos 4 formas inesperadas en las que el Brexit ha perjudicado la economía británica.
1. Comercio
En 2021, cuando Londres se retiró del mercado único europeo y su unión aduanera, las empresas a ambos lados del canal de la Mancha, que separa a Reino Unido del continente, se enfrentaron a nuevas reglas, nuevos trámites y nuevos controles en algunos productos.
Esto provocó temores sobre lo que sucedería con los casi US$700.000 millones de comercio entre Reino Unido y la UE, su mayor socio comercial.
Al principio, la cantidad de productos exportados a la UE desde Reino Unido cayó drásticamente.
Pero, después de que se solucionaran los problemas iniciales, los volúmenes comerciales se recuperaron a niveles previos a la pandemia, según cifras oficiales.
Sin embargo, algunos argumentan que el comercio sería hoy mayor si el Brexit no hubiera tenido lugar.
La Cámara de Comercio Británica encuestó recientemente a 500 empresas, más de la mitad de ellas aseguraron que todavía estaban lidiando con el nuevo sistema post-Brexit.
La burocracia puede haber disuadido a algunos pequeños comerciantes de exportar a la UE.
Un estudio de las clasificaciones aduaneras muestra que la variedad de bienes exportados desde Reino Unido ha disminuido.
Es una historia similar para las importaciones.
Si bien los volúmenes se han recuperado a niveles previos a la pandemia, académicos de la London School of Economics señalan que el precio de los alimentos importados de la UE, como los tomates o las papas, aumentó hasta un 6% durante 2020 y 2021.
Eso fue antes del reciente aumento de la inflación.
Sin embargo, es el panorama global el que llama más la atención.
En la mayoría de las naciones el comercio internacional colapsó en el punto álgido de la pandemia.
Pero desde entonces, el comercio del resto de los países del G7 se ha recuperado de una manera que no ha sucedido en Reino Unido.
El comercio de Reino Unido con el resto del mundo, así como con la UE, ha disminuido en relación con el tamaño de la economía del país.
El comercio no se ha recuperado después de la pandemia tan rápido como en otras naciones comparables.
2. Acuerdos comerciales
En total, Reino Unido ha firmado 71 acuerdos comerciales con otros países, lo cual ha sido rápido, pero la gran mayoría son reproducciones de los acuerdos que Londres tenía cuando formaba parte de la UE.
El país europeo ha firmado nuevos acuerdos con Australia y Nueva Zelanda, aunque se espera que solo le den un impulso limitado al comercio británico. Pero incluso esto llevará varios años.
Además, son acuerdos controvertidos: algunos agricultores británicos temen salir perdiendo.
Todavía se están llevando a cabo conversaciones con India y miembros de un pacto transpacífico.
Pero las negociaciones están tardando más de lo que esperaban ministros anteriores. Los analistas creen que tomar las cosas con más calma en realidad puede conducir a acuerdos más beneficiosos.
Las posibilidades de alcanzar grandes acuerdos comerciales con algunos países más importantes en el comercio mundial, como EE.UU. y China, siguen siendo pocas en el futuro próximo.
3. Inversión
La cantidad de dinero que las empresas eligen gastar en fábricas, capacitación, equipos y tecnología también se ha visto afectada por el Brexit.
El gobierno británico reconoce que la inversión puede acelerar el crecimiento económico, pero la inversión se ha estancado desde el referendo, ya que las empresas siguen desconfiando de las perspectivas de la economía británica.
La inversión no era excelente antes de 2016, pero si hubiera continuado con su tendencia previa al referendo, el análisis del grupo de expertos UK in a changing Europe sugiere que sería un 25 % más alta de lo que es ahora.
Los economistas discuten sobre cómo explicar esa brecha.
Algunos, incluido el Fondo Monetario Internacional, han sugerido que la incertidumbre que rodea al Brexit, como la cuestión no resuelta del Protocolo de Irlanda del Norte, ha disuadido al menos a algunos inversionistas.
El grupo pro-Brexit Briefings for Business afirma que las cifras son engañosas y que no hay evidencia de un impacto en la inversión relacionado con el Brexit.
Sin embargo, en última instancia, la falta de inversión significa que Reino Unido cuenta con una economía menos eficiente y con menores ingresos de lo que podría tener.
4. Trabajos
La salida de Reino Unido de la UE también acabó con la libre circulación de trabajadores europeos y generó la introducción de un sistema de inmigración basado en puntos.
Este sistema ha provocado quejas de algunos sectores.
El director ejecutivo de las tiendas Next, Lord Wolfson, y el jefe de la cadena de pubs Wetherspoons, Tim Martin, militaron por el Brexit, pero ahora piden que Londres permita la entrada de más trabajadores extranjeros.
Un estudio realizado por los think tanks Center for European Reform y UK in a Changing Europe sugiere que ahora hay 330.000 trabajadores menos en Reino Unido debido al Brexit.
Puede que eso sea solo el 1% de la fuerza laboral total, pero sectores como el transporte, la hostelería y el comercio minorista se han visto particularmente afectados.
La falta de trabajadores ha ocasionado escasez y ha elevado las facturas de clientes en diversos comercios.
Algunos comentaristas argumentan que estas restricciones persuadirán a las empresas a invertir más y a capacitar más y mejor al personal.
Mientras tanto, en el sector de los servicios financieros, se estima que se han perdido 7.000 puestos de trabajo, según un informe de la Cámara de los Comunes, pero la cifra es mucho menor a los 70.0000 que se temían anteriormente.
¿Qué sigue?
Todo lo anterior se suma a una economía que ha tenido un menor desempeño que sus pares en medio de las crisis recientes.
Reino Unido es la única gran economía desarrollada que sigue siendo más pequeña, más pobre, que antes de la pandemia y el Brexit puede ser un factor.
En general, el organismo de control independiente del gobierno, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, cree que Reino Unido finalmente estará un 4 % peor de lo que hubiera estado si sus habitantes hubieran votado por permanecer en la UE.
Aunque para muchos votantes, el Brexit era más una cuestión de soberanía que de economía.
Pero queda mucho por resolver.
No se trata solo del protocolo de Irlanda del Norte, sino también de arreglos permanentes para industrias como los servicios financieros, la pesca y las piezas de vehículos eléctricos, la cooperación científica y las formas de reducir los trámites burocráticos.
Pueden haber ganancias potenciales, pero realizarlas es una cuestión de estrategia tanto política como económica.