Cruje el pacto de México: acusan a Nicolás Maduro de torpedear los acuerdos con la oposición
La oposición venezolana denunció que el régimen activó “una serie de acciones que buscan zafarse de los acuerdos producto del mecanismo de negociación de México”
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BOGOTÁ.– Nicolás Maduro lo ha vuelto a hacer, todo un clásico durante sus ya casi diez años de mandato. Una vez alcanzado el acuerdo histórico en México se ha dedicado a torpedearlo cuando ni siquiera hay fecha para el próximo encuentro. Entre exigencias, insultos y la reactivación de los encuentros con dirigentes colaboracionistas, el “presidente pueblo” ha situado las negociaciones con la oposición democrática entre la espada y la pared, como ya hiciera en 2016 con los acuerdos alcanzados con el papa Francisco.
“El régimen ha activado una serie de acciones que buscan zafarse de los acuerdos producto del mecanismo de negociación de México y que tiene como siguiente paso continuar, en el mes de diciembre, la negociación en los temas políticos y de libertad, que son el anhelo principal de los venezolanos: la libertad de nuestros presos políticos, el retorno de millones de familiares y exiliados a nuestro país y decidir nuestro destino con el voto libre”, reaccionó la Plataforma Unitaria, que reúne a la oposición democrática venezolana, a través de un duro comunicado, en el que incluso le acusa de “mentir de forma impúdica”.
Estamos recuperando la Patria con trabajo, esfuerzo y profundo amor por nuestro Pueblo. Hoy vivimos en Paz, alegres y con un futuro que promete, para todas y todos. ¡Feliz domingo!
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) December 4, 2022
La oposición democrática exige a Maduro que no demore el compromiso asumido en México y “proceda de inmediato a fijar la fecha, en diciembre, para continuar la negociación con la agenda política y de libertad”, tal y como fue convenido en la capital azteca frente a Noruega, país mediador, y el resto de la comunidad internacional presente.
Estados Unidos, la Unión Europea, España, Gran Bretaña y Canadá no sólo apoyaron el acuerdo social alcanzado en México, también conminaron a ambas partes a avanzar en lo político.
Después de celebrar la firma del pacto como si se tratase de una “victoria popular”, Maduro pasó al contraataque al adelantar que sólo se celebrarían elecciones libres en el caso de que se retiren todas las sanciones. “Queremos elecciones libres de sanciones, ahí está el dilema. Que las quiten todas para ir a unas elecciones frescas, bonitas y buenas en el tiempo que determine la Constitución y el Consejo Nacional Electoral (CNE)”, condicionó el “arquitecto de la paz”, como lo define ahora la propaganda bolivariana.
Más de siete millones de venezolanos han huido del chavismo y se reparten por medio mundo, sobre todo en la vecina Colombia (tres millones), Perú (1,2 millones) y Ecuador (medio millón). En las mazmorras de Maduro permanecen 277 presos políticos.
“Nuevas condiciones”
La oposición mostró su sorpresa ante las “nuevas condiciones para avanzar en lo político que no forman parte de los acuerdos previos”, en referencia a la exigencia de que sean levantadas todas las sanciones de la comunidad internacional para que haya elecciones libres. Además, el “hijo de Chávez” ha vuelto a “activar a una facción de la ‘oposición leal’ para simular una negociación en su beneficio”, añade el comunicado.
Se trata de la repetición de la famosa “mesita de diálogo”, puesta en marcha por el chavismo con los opositores colaboracionistas a quienes el Tribunal Supremo entregó varios de los principales partidos de la oposición, así como los diputados comprados por el magnate colombiano Alex Saab para apoyar a Maduro. Todos ellos fueron “bendecidos” en su día tanto por el canciller ruso, Sergei Lavrov, como por el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Entre quienes acudieron solícitos a abrazar a Maduro al Palacio de Miraflores se encuentran José Brito, Luis Parra, Timoteo Zambrano y Bernabé Gutiérrez, todos diputados del actual órgano legislativo bolivariano. “Se les alborotaron las lombrices”, sermoneó Gutiérrez, a quien el Tribunal Supremo le entregó las históricas siglas de Acción Democrática (AD), en referencia a sus antiguos correligionarios.
“El último de los despropósitos (de Maduro) ha sido la incorporación a su delegación de una ciudadana italiana casada con un ciudadano colombiano, preso en Estados Unidos, quien valiéndose del hambre del pueblo venezolano amasó una incalculable fortuna y quien además está solicitada por la justicia de su país”, recordó la Plataforma para referirse a Camilla Fabri, esposa de Saab, no sólo impuesta por Maduro en México, también designada “defensora de derechos humanos” pese a que está señalada por lavado de activos.
Saab está considerado por la antigua Fiscalía de Venezuela como testaferro de Maduro, además de ser el principal operador financiero de la revolución. Fue precisamente su extradición desde Cabo Verde a Estados Unidos lo que provocó la suspensión de los diálogos en México durante 13 meses.
Pese a estas idas y venidas constantes del líder revolucionario en la mesa de negociación, lo que sí consiguió Maduro en diálogo directo con Washington fue la excarcelación de sus dos narcosobrinos, condenados en Nueva York a 18 años de prisión por narcotráfico, a cambio de la libertad de siete norteamericanos retenidos por Caracas.
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