Crisis política, recortes y corrupción: Río de Janeiro celebra su Carnaval más contestatario en años
Las escolas y los blocos expresan su descontento con críticas a la reforma laboral, y ataques a Temer y al alcalde carioca
RÍO DE JANEIRO.- El Carnaval empezó... ¡Viva la crítica política a ritmo de samba! Ya sea en los desfiles de las exuberantes escolas en el Sambódromo o en las ruidosas comparsas callejeras que se apoderan de la ciudad, Río de Janeiro tendrá este fin de semana una de las celebraciones carnavalescas más contestatarias de los últimos tiempos.
Ataques al presidente Michel Temer , rechazo a la reforma laboral, cuestionamientos a los recortes del alcalde Marcelo Crivella, condena a la corrupción y la pobreza, respaldo a los inmigrantes refugiados, exhortaciones a favor del medioambiente, repudio al acoso sexual y hasta solidaridad con el condenado Luiz Inacio Lula da Silva son algunos de los temas de las escolas y los blocos de rua para expresar su descontento.
"Hacía muchos años que no teníamos un Carnaval tan politizado. La sátira política siempre fue parte de los blocos, pero este año se reforzó ese ángulo, y también se volcó a las tradicionales escolas de samba, que desde la dictadura no eran tan críticas con las autoridades y el status quo. Últimamente, estas agrupaciones fueron incluso financiadas por corporaciones, ciudades y hasta regímenes de países muy polémicos que las usaban como vidriera para promocionarse", recordó a LA NACION el historiador Luiz Antonio Simas, autor del Diccionario de la historia social del samba junto al compositor Nei Lopes.
El disparador de la postura más rebelde de las escolas fue la asunción, el 1º de enero de 2017, del alcalde de Río, un conservador exobispo evangélico que no ocultó su desagrado por el Carnaval: el año pasado Crivella no participó de la simbólica entrega de las llaves de la ciudad al Rey Momo ni asistió al inicio de los desfiles en el Sambódromo, como era costumbre entre sus predecesores. Encima, luego anunció que recortaría a la mitad los subsidios públicos para las escolas. Empezó entonces una verdadera guerra con el mundo del samba.
Fue por ello que la escola Mangueira tituló su canción "Con dinero o sin dinero, yo juego" y, para provocar al alcalde aún más, incluyó en sus carrozas imágenes que van desde la Virgen de Aparecida, patrona católica de Brasil, hasta varias dragqueens famosas. "Es un desfile eminentemente crítico. No solo al obispo que asfixia las manifestaciones plurales por las cuales se destaca el Carnaval, sino también al distanciamiento de las escolas de la sociedad como un todo", apuntó el carnavalesco de Mangueira, Leandro Vieira.
El año pasado, tras las reformas impulsadas por el gobierno, otras escolas se sumaron a la onda contestataria. La pequeña Paraíso do Tuiuti eligió relacionar los 130 años del fin de la esclavitud en Brasil con una feroz crítica a la nueva ley de flexibilización laboral. "La esclavitud aún está ahí y el gobierno no parece incómodo con la explotación de los trabajadores. Al contrario, tiene una sed de poder insaciable", señaló el carnavalesco Jack Vasconcelos, que cerrará el desfile con un enorme muñeco de un vampiro ataviado con una banda presidencial, en alusión a Temer.
Beija-Flor, que tenía pensado hacer un homenaje a los 200 años de la publicación de Frankenstein, bautizó su canción "Monstruo es aquel que no sabe amar. Los hijos abandonados de la patria que los parió". Intercalará su desfile con otros miedos del Brasil actual: corrupción, pobreza, falta de inversión en salud y educación. En tanto, Portela, ganadora de la competencia el año pasado, usará la expulsión de los judíos holandeses de Pernambuco, en el siglo XVII, para hablar sobre la crisis migratoria internacional.
"Es un mensaje contra la xenofobia. Queremos expresar nuestro apoyo a tantos venezolanos, angoleños, haitianos, cubanos y sirios que vinieron a Brasil en los últimos años y el gobierno busca ahora cerrarles las puertas", indicó Luis Carlos Magalhães, presidente de Portela.
Frente a la tensión que se generó con las escolas, la alcaldía de Río ideó un sistema de patrocinios privados para reemplazar los subsidios públicos al Carnaval, fiesta por la que llegan 1,5 millones de turistas a la ciudad y que genera más de 1000 millones de dólares. Y no solo eso, ayer Crivella presidió el acto de entrega de llaves al Rey Momo y prometió asistir a los desfiles este fin de semana.
Mientras tanto, los barrios de Río ya fueron tomados por blocos desafiantes. No faltan las comparsas callejeras en contra del alcalde (Crivellada), a favor de la protección del medioambiente (Vagalume o Verde), de empleados públicos que piden aumentos (Bloco dos Servidores), una que se suma a la campaña internacional contra el acoso sexual a las mujeres (María vem com as outras) que repartirá abanicos con la leyenda "No es No", y hasta un bloco que defiende a Lula (Ladrão de Corações).
Con un ambiente tan políticamente cargado y agitado por la reciente ola de violencia, las autoridades desplegaron en la ciudad 17.110 policías, 43% más que en el Carnaval pasado.
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