Crisis en Perú: Pedro Castillo se distancia del ala radical para mantener a flote su gobierno
El presidente obligó a renunciar a su jefe de gabinete y cambió a seis ministros, con un perfil más moderado
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LIMA.- Con lealtades divididas desde el comienzo de su gestión, en julio pasado, el presidente peruano, Pedro Castillo, renovó su gabinete con un perfil más moderado, buscando mantener a flote el gobierno en medio de constantes cuestionamientos a sus ministros.
Además de pedirle la renuncia al primer ministro (jefe de gabinete) Guido Bellido, un dirigente de extrema izquierda, misógino, homófobo, sin experiencia política y de probada ineficacia en su breve gestión, Castillo desplazó de un plumazo a otros seis de los 19 ministros de gobierno.
La salida de Bellido, representante del ala dura del partido oficialista, el marxista-leninista Perú Libre, fue cubierta por la legisladora Mirtha Vázquez, contracara del renunciante en casi todos los sentidos.
Abogada, expresidenta del Congreso, activista ambientalista y de derechos humanos, Vázquez asumió en una ceremonia de juramento en el Palacio de Gobierno transmitida por el canal estatal a la que no asistió su antecesor. Su designación representa así un guiño del presidente al ala moderada de la coalición de izquierda que lo respalda en el frágil gobierno que tiene por delante hasta 2026.
“Por Dios, por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad, sin discriminación, y que promueven reales cambios: ¡Sí, juro!”, dijo la nueva jefa del gabinete ministerial. La proclama resonó como una respuesta a los exabruptos machistas y misóginos de los que hizo gala Bellido durante su corta gestión de nueve semanas.
Además de Vásquez, originaria de la región de Cajamarca (norte) como Castillo, el presidente tomó juramento a los otros 18 ministros del nuevo gabinete, entre los cuales ratificó al canciller Oscar Maúrtua y al titular de Economía, Pedro Francke, un profesional con amplio consenso y que tuvo como primera misión calmar a los mercados tras la victoria de Castillo en julio pasado.
Del total de 19 ministros que componen el gabinete, hay siete nuevos y los 12 restantes fueron ratificados. Entre quienes fueron despedidos estaba el cuestionado titular de Trabajo, Iber Maraví, que según informes de prensa y policiales habría participado en atentados terroristas hace 40 años.
Castillo también dio muestras de diversidad de género -de lo cual sus credenciales como una persona reconocidamente conservadora no permitían esperar demasiado- al conformar su nuevo gabinete con cinco mujeres en lugar de las dos del gabinete saliente.
La nueva primera ministra, del socialista Frente Amplio, dirigió el Congreso entre noviembre de 2020 y julio de 2021, durante el gobierno del presidente interino Francisco Sagasti, quien había surgido de la crisis política que causó la caída de dos presidentes en una semana.
En el gobierno de Castillo confluyen, entre las fuerzas más notorias, integrantes del marxista leninista Perú Libre, del moderado Juntos por el Perú, y sindicalistas del gremio docente que dirigía el mandatario, cuya profesión antes de volcarse a la política fue la de maestro rural.
“La nueva etapa en el gobierno del pueblo busca fomentar el diálogo, la gobernabilidad y el trabajo en equipo. Nuestro gran objetivo es luchar por los más vulnerables y vamos a lograrlo”, escribió Castillo en su cuenta de Twitter. Las primeras reacciones saltaron a la vista en esa misma red social, convertida en un gigantesco medio mural digital donde la izquierda ventila sus diferencias.
“Cambio de gabinete debe excluir a derechistas, caviares y traidores”, tuiteó indignado por el giro el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, el hombre fuerte de la agrupación que llevó a Castillo a la presidencia y de quien se temía que fuera el poder en las sombras.
“Es momento que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomará posición firme. Nuevo Perú y Frente Amplio ya fueron servidos”, añadió, indignado por el desplazamiento de su hombre de confianza. Los partidos de derecha dominan un Congreso fragmentado. Pero ninguno tiene mayoría y Perú Libre es la primera minoría con 37 de las 130 bancas.
La excongresista del Frente Amplio, Rocío Silva, saludó en cambio el nombramiento. “Lo verdaderamente revolucionario es poner a una mujer de izquierda, que ha luchado contra la gran empresa minera, feminista defensora de violencia contra niñas y mujeres, en un alto puesto político. Una mujer que salió a las calles y frenó a los golpistas: ¡esa es Mirtha Vásquez!”, tuiteó.
Castillo asumió el gobierno el 28 de julio por un período de cinco años, en medio de la inquietud de muchos peruanos temerosos de un brusco giro hacia el socialismo tras décadas de políticas liberales.
El banco de inversión JP Morgan dijo que el cambio, además de la confirmación del respetado economista Julio Velarde como jefe del Banco Central, ayudará al gobierno a tender puentes con partidos centristas en el Congreso, evitar “agendas extremas” y reducir la incertidumbre en el mercado.
Agencias AFP, DPA y Reuters
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