Habla Michel Temer sobre el escándalo del audio que lo compromete: "No renunciaré"
El presidente de Brasil habla en conferencia emitida por TV y radio
BRASILIA.- El país está en vilo. Tras las revelaciones de que el presidente Michel Temer aprobó el pago de sobornos para garantizar el silencio del ex titular de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, los brasileños aguardan ansiosamente el pronunciamiento del mandatario a la nación.
Desde temprano, Temer está reunido en el Palacio del Planalto con sus asesores más cercanos, y juntos evalúan cuál es el mejor camino a seguir para desactivar esta bomba atómica política que amenaza al gobierno encabezado por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). La posibilidad de una renuncia –alternativa impulsada ya por la oposición y por algunos sectores de la base aliada- está sobre la mesa, pero el presidente la rechaza tajantemente; asegura ser víctima de una conspiración y que se mantendrá firme en el cargo. Anoche, en un breve comunicado, el Planalto no había hecho referencia a la posibilidad de renuncia, se había limitado a declarar la inocencia del presidente y su apoyo a las investigaciones.
Voceros del mandatario indicaron que Temer daría un discurso en cadena nacional a las 16hs (misma hora en la Argentina), pero hasta el momento no se sabe cuándo daría el mensaje, si es que efectivamente ocurre, luego de varias idas y vueltas. Por lo pronto, el Salón Este del Palacio del Planalto ya está preparado para la alocución presidencial. Todas las agendas del mandatario y sus ministros fueron suspendidas.
En medio de la gran expectativa, el Supremo Tribunal Federal (STF) anunció que autorizó la apertura de una investigación contra Temer por presunto intento de obstrucción de la Justicia, y la defensa del presidente pidió tener acceso a las grabaciones de audio que comprometen al mandatario, realizadas por los dueños del grupo frigorífico JBS, Joesley y Wesley Batista.
“Las acusaciones contra Temer son terribles; Dilma Rousseff cayó por mucho menos. Si le queda algo de dignidad, debería renunciar cuanto antes. Esta situación de incertidumbre es insostenible por mucho tiempo, le hace muy mal al país”, señaló a LA NACION Denise Pereira, 36, vendedora de una tienda de ropa en la zona central de Brasilia.
Efectivamente, el impacto de la nueva hecatombe política repercutió de inmediato en los mercados, que hasta ayer estaban esperanzados por la serie de reformas económicas que el gobierno de Temer impulsó y que en los últimos meses han generado las primeras señales positivas de que el país comienza a salir de la peor recesión de su historia. La Bolsa de San Pablo, la mayor de América latina, debió interrumpir sus operaciones a media mañana luego de sufrir un desplome del 10%. En tanto, el dólar, que había bajado hasta los 3 reales, se negociaba ahora a 3,36 reales por unidad, es decir, un alza del 6,9%.
Al mediodía, los restaurantes y bares de todo el país tenían encendidos sus televisores para informar a la gente de los agitados eventos de la jornada: los allanamientos en las residencias y oficinas del senador Aécio Neves, líder del Partido de la Social Democracia (PSDB), también acusado por los dueños del frigorífico JBS de pedirles millonarios sobornos; los arrestos de la hermana del senador, Andrea Neves, y de su primo, Frederico Pacheco de Medeiros, ambos involucrados en la recepción del dinero sucio; la reunión del PSDB para elegir a un nuevo presidente del partido; y los encuentros de políticos del PMDB y sus aliados en el Congreso para barajar nombres para un eventual sucesor de Temer. La avalancha de noticias no tenía fin y los brasileños aguardaban, absortos y con un sentimiento de indignación creciente, los nuevos acontecimientos.
“Es difícil trabajar en esta situación, concentrarse. No puedo creer las cifras de las coimas de las que se habla. ¡Son todos unos ladrones!”, comentó Evandro Mattoso, 47, oficinista que almorzaba en un restaurante árabe en la zona hotelera de Brasilia.
Desde el gobierno, en tanto, hacían todos los esfuerzos para calmar los ánimos y asegurarse de que el país no quede paralizado.
“Esta delación premiada de los dueños de JBS debe ser investigada, pero no se puede parar el país con la investigación. Estamos saliendo de la recesión; el país no va parar”, exhortó el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, con pocos resultados en las calles.
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