“Costo humano”: el estreno de Oppenheimer reaviva el reclamo de las víctimas de la radiación en Nuevo México
Habitantes del estado norteamericano afectados por el alcance de las pruebas nucleares piden que la película de Christopher Nolan ayude a generar conciencia sobre el Proyecto Manhattan
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LOS ÁLAMOS, Nuevo México.- Se espera que la película sobre un hombre que cambió el curso de la historia mundial al encabezar el desarrollo de la primera bomba atómica sea un éxito de taquilla. Al margen estará una comunidad cerca del sitio de la prueba atómica en el desierto del sur de Nuevo México, cuyos impactos nunca fueron reconocidos por el gobierno de Estados Unidos. La película sobre la vida del científico Robert Oppenheimer y el trabajo ultrasecreto del Proyecto Manhattan no arroja luz sobre el dolor de esos residentes.
“Nunca reflexionarán sobre el hecho de que los habitantes de Nuevo México dieron sus vidas. Hicieron el más sucio de los trabajos. Invadieron nuestras vidas y nuestras tierras y luego se fueron”, dijo Tina Cordova, sobreviviente de cáncer y fundadora de un grupo de residentes afectados de ese estado, sobre los científicos y militares que establecieron una ciudad secreta en Los Álamos durante la década de 1940 y probaron su trabajo en el Sitio Trinity, a 322 kilómetros.
El grupo de Cordova, Tularosa Basin Downwinders Consortium, trabajó por años con Union of Concerned Scientists para crear conciencia sobre lo que hizo el Proyecto Manhattan a la gente de Nuevo México.
Mientras los críticos de cine celebran Oppenheimer y las autoridades de Los Álamos se preparan para que la atención se centre en su ciudad, los afectados siguen frustrados con el gobierno, y ahora también con los productores de películas, por no reconocer su difícil situación.
Vigilias
Grupos de activistas realizaron vigilias el sábado pasado en el 78 aniversario de la Prueba Trinity en Nuevo México y en Nueva York, donde el director Christopher Nolan y otros participaron en un panel tras una proyección especial de la película.
Nolan llamó a la Prueba Trinity un momento extraordinario en la historia humana.
“Quería llevar a la audiencia a ese momento en el tiempo cuando se presiona ese botón”, dijo el director en un video que Universal Studios utilizó para promocionar la película.
El film está basado en el libro American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer, de Kai Bird y Martin J. Sherwin, galardonado con el Premio Pulitzer. Nolan dijo que la historia de Oppenheimer es tanto un sueño como una pesadilla.
Lilly Adams, coordinadora principal de divulgación de la Union of Concerned Scientists, participó en la vigilia en Nueva York y dijo que tenía como objetivo mostrar su apoyo a los residentes de Nuevo México que se vieron afectados.
“El costo humano de la Prueba Trinity de Oppenheimer, y todas las actividades de armas nucleares, es una parte crucial de la conversación sobre el legado nuclear de Estados Unidos”, dijo a la agencia AP en un correo electrónico. “Hay que tener en cuenta ese costo humano para comprender completamente el legado de Oppenheimer y el daño causado por las armas nucleares”.
Al desarrollar y probar armas nucleares, Adams dijo que el gobierno de Estados Unidos efectivamente “envenenó a su propio pueblo, muchos de los cuales aún esperan reconocimiento y justicia”.
Adams y otros dijeron que esperan que los involucrados en la creación de Oppenheimer ayuden a crear conciencia sobre los afectados, que no se agregaron a la lista de afectados contemplados por el programa de compensación del gobierno federal para personas expuestas a la radiación.
Las autoridades eligieron el sitio de la Prueba Trinity porque era remoto, llano y tenía vientos predecibles. Debido a la naturaleza secreta del proyecto, los residentes de las áreas circundantes no fueron advertidos.
La cuenca de Tularosa era hogar de una población rural que vivía de la tierra criando ganado y cuidando fincas y granjas. Sacaban agua de cisternas y estanques. No tenían idea de que la fina ceniza que se depositó sobre todo en los días posteriores a la explosión era de la primera explosión atómica del mundo.
Inicialmente, el gobierno trató de ocultarlo, diciendo que una explosión en un depósito de municiones provocó el estruendo y la luz brillante, que se podía ver a más de 257 kilómetros de distancia.
No fue hasta que Estados Unidos arrojó bombas sobre Japón semanas después que los residentes de Nuevo México comprendieron lo que habían presenciado.
Áreas afectadas
De acuerdo con el Parque Histórico Nacional del Proyecto Manhattan, grandes cantidades de radiación se dispararon a la atmósfera y la lluvia radiactiva descendió sobre un área de aproximadamente 402 kilómetros de largo y 322 kilómetros de ancho. Los científicos rastrearon parte del patrón de lluvia radiactiva hasta el Océano Atlántico, pero la mayor concentración se asentó a unos 48 kilómetros del sitio de prueba.
Pero tanto para Cordova como para las generaciones más jóvenes afectadas por el cáncer, la falta de reconocimiento por parte del gobierno y los involucrados en la película es imperdonable.
“Nos dejaron aquí para vivir con las consecuencias”, dijo Cordova. “Y glorificarán en exceso a la ciencia y los científicos y no nos mencionan. ¿Y sabes qué? Me avergüenzo de ellos”, añadió.
Pero en Los Álamos, más de 321 kilómetros al norte de la cuenca de Tularosa, la reacción a la película ha sido muy diferente.
El legado de Oppenheimer y el Proyecto Manhattan significa que Los Álamos es hoy el hogar de uno de los principales laboratorios nacionales del país y tiene el porcentaje más alto de personas con doctorados en Estados Unidos.
Susan Montoya Bryan
Agencia AP
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