Revelan una nueva foto que complica aún más al capitán Schettino

ROMA.- Domnica Cemortan, la chica moldava de 25 años que cenó con el capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, y estuvo con él en el puente de mando la fatídica noche del 13 de enero pasado, cuando ocurrió el naufragio que cuasó 17 muertos y 15 desaparecidos, sigue dando mucho que hablar en Italia.

La revista Chi publica hoy en portada, en "exclusiva mundial", una foto sacada el 13 de diciembre pasado, exactamente un mes antes de la tragedia de la isla del Giglio, en Villefranche-sur-Mer, Francia (escala del crucero), en la que se ve a Domnica y a Schettino cenando juntos en un restaurante ostras y cangrejos, acompañados de un buen vino, felices. Schettino, de 52 años, casado y padre de una hija adolescente, aparece relajado y seducutor, con anteojos de sol estilo "Top-Gun" y camisa blanca. La rubia Domnica, pegadita a su lado, con ojos enamorados y sonriente.

Schettino, apodado "capitán cobarde", se encuentra bajo arresto domiciliario, acusado de homicidio culposo, naufragio y abandono del crucero Costa Concordia. Cemortan, ex bailarina que ya trabajó en Costa Cruceros, pero al principio definida por los medios como una "mujer misteriosa" porque no estaba registrada entre los pasajeros, siempre defendió a muerte a Schettino, que según ella salvó muchísimas vidas y que definió un hombre que "ama", según indicó en un interrogatorio ante los fiscales de Grosseto la semana pasada.

Amén de la foto aparecida hoy en Chi, el romance entre la chica y el comandante quedó confirmado también al trascender que en la cabina de Schettino fueron halladas por los buzos diversas pertenencias de la joven: ropa, perfumes, collares y su beauty-case.

Pero no todo es tan simple como parece. En una entrevista que también apareció hoy en Oggi, otra revista italiana, Domnica Cemortan niega ser la amante del capitán, en una entrevista de fuego. "Nunca le dije a los magistrados ‘Yo amo a Schettino’", asegura. "Quisiera entender cómo puede haber salido una información semejante. Dicen que encontraron mi bikini en la cabina de Schettino. ¿Y mi equipaje? ¿No hay nada más mío? Yo no soy estúpida, no nací ayer. Y enseguida entendí que esa noticia salió a propósito, para poner bajo presión el capitán, porque quieren aislarlo también en el seno de su familia", indica.

Furiosa, en la entrevista con Oggi (la misma revista que le hizo una entrevista hace un par de semanas a la mujer de Schettino, Fabiola Russo, que aseguraba que "mi marido no es un monstruo"), Domnica denuncia a quienes embarraron su nombre. "No sé por quién me tomaron, me arrastraron en el barro. ¿Les parezco una puta?", pregunta, indignada. "Sigan con ‘la rubia del capitán’, la ‘sirena del Concordia’, la ‘mujer misteriosa’, pero me están provocando un daño enorme. Italia habla y se ríe de mí. También Moldavia habla de mí y no le parece que haya nada para reír... Dicen que estoy arruinando la imagen de mi país y de mi pueblo. A este punto no es más gossip, sino una cuestión política", se desahoga Domnica, que destaca que hizo sacrificios enormes para poder estudiar, por los que hoy habla cinco idiomas.

Pero la foto salida en la tapa de Chi, no hay nada que hacerle, cuenta otra historia.

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