Coronavirus. Uruguay negocia bajo estricta reserva la vacuna: qué opciones baraja
MONTEVIDEO.- El presidente argentino, Alberto Fernández, le ofreció a Uruguay un contacto con los proveedores de Sputnik V, la vacuna rusa contra el coronavirus. Lo hizo a través del canciller Francisco Bustillo, según contó el propio mandatario en una entrevista radial.
Fernández dijo que lo propuso luego de que Uruguay le pidiera ayuda para hacerse de dosis para combatir la enfermedad. Sin embargo, desde Presidencia de la República sostienen que esto no fue así, y que en realidad el argentino se puso a disposición sin que nadie se lo pidiese.
El gobierno de Luis Lacalle Pou viene negociando activamente para conseguir las vacunas, algo que se está realizando bajo estricta reserva para no entorpecer las conversaciones, según confiaron a El País fuentes de la Presidencia. El gobierno espera poder informar a la población sobre lo que sucederá con la vacuna el martes 5 de enero, el día en que el ministro de Salud, Daniel Salinas, concurrirá al Parlamento tras ser convocado por el Frente Amplio.
En medio de todo esto, el presidente argentino apareció en escena junto a la vacuna rusa Sputnik V. Según él, lo que quiso hacer fue "tender una mano".
"Hablé con el canciller uruguayo, mi amigo Pancho Bustillo, y hablé con el presidente de Bolivia, Luis Arce. Les dije que, en lo que yo pudiera ayudar, contaban conmigo. Me puse a disposición para ayudarlos y generar los contactos necesarios para que puedan tener la vacuna", dijo Fernández a Radio 10.
Consultado sobre por qué decidió tenderle una mano a estos países, el mandatario argentino sostuvo: "Me limité a ellos dos porque fueron los dos que me lo pidieron". Y agregó: "Todo lo que podamos hacer para ayudar a ellos y a otros que lo necesiten, lo haremos".
En cambio, fuentes de Presidencia y del Ministerio de Relaciones Exteriores sostienen que estos intercambios, que se dieron en un ámbito "informal", comenzaron luego de que Fernández ofreciera su ayuda sin que nadie se lo solicitara. Las fuentes aseguran que en una primera instancia, dos semanas atrás, Fernández se comunicó con Bustillo y le ofreció el contacto. En consulta con el presidente, el canciller declinó aceptarlo. Sin embargo, tres días después Lacalle Pou reconsideró el ofrecimiento y le dijo a Bustillo que aceptara el contacto con los proveedores de Sputnik V, "por si acaso".
Fernández luego le pasó a Bustillo un contacto de WhatsApp. Sobre lo que pasó después, en el gobierno reina un estricto silencio.
Expectativa por próximo anuncio del gobierno.
La expectativa invade por estas horas a la industria farmacéutica, que también en silencio espera el anuncio del gobierno. Fuentes de los laboratorios indicaron a El País que es inminente la comunicación del Poder Ejecutivo sobre la vacuna y que si bien todo hace pensar que las autoridades se inclinarían por Pfizer, también es posible que se definan otras alternativas.
La vacuna que desarrolla la biotecnológica Moderna es una opción que se pondera. Una condición para el gobierno es que el laboratorio proveedor consiga el aval de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos. Pfizer ya cuenta con esa condición. A Moderna la aprobó la FDA, y se espera para los próximos días el aval de la Agencia. La Sputnik V, en cambio, no cuenta con el beneplácito de ninguna de las dos agencias.
Desde el gobierno, sin embargo, también se han acercado a China, cuyas vacunas no cuentan con estas aprobaciones. Y, además, como informó El País en ediciones anteriores, el gobierno recibió a representantes de Sputnik V en alguna oportunidad.
El País/GDA
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