Caso de éxito. Cómo hizo Uruguay para controlar el coronavirus

MONTEVIDEO.- Uruguay comenzó a retomar actividad en oficinas del Estado, comercios del centro de la capital y otros negocios, luego de comprobar que la experiencia piloto de la construcción dio buenos resultados en los cuidados para evitar propagación del nuevo coronavirus.

"Lo que nosotros esperamos de estas aperturas es el buen uso de la libertad que nos permite seguir avanzando hacia la nueva normalidad", dijo el presidente Luis Lacalle Pou, al anunciar la reapertura de las oficinas públicas, con protocolos que fueron acordados con técnicos y funcionarios.

Ante el impacto del coronavirus, el gobierno uruguayo había rechazado la idea de una "cuarentena" obligatoria como hizo la Argentina, y el cierre de actividades había sido selectivo, como la educación en todos sus niveles, los centros comerciales, hoteles y restaurantes, espectáculos públicos, grandes ferias y oficinas del Estado donde se da aglomeración de público.

Desde el 13 de marzo se han confirmado 652 casos positivos de Covid-19 en el país, de los cuales 440 personas ya se recuperaron, 17 fallecieron y 195 están bajo tratamiento médico (10 de ellas están en tratamiento intensivo)

Desde que se declaró la emergencia sanitaria, las autoridades hicieron 21.164 tests, con 20.424 resultados negativos y 740 positivos (varios repetidos en mismo paciente).

Las medidas se adoptan en base a lo aconsejado por dos grupos de expertos médicos: uno para el combate al coronavirus, con epidemiólogos, virólogos, intensivistas y de otras áreas; y otro comité liderado por tres científicos de reconocimiento internacional, para analizar cómo hacer la transición hacia la normalización.

Para la reapertura de actividades, el gobierno tomó en cuenta un informe de ese Grupo de Asesores Científicos Honorarios, el que indica que "ante una aparente baja prevalencia del virus entre la población uruguaya es posible dar un paso más hacia el restablecimiento de las condiciones sociales y económicas más normales [la nueva normalidad], siempre en forma muy medida".

En los lugares de trabajo, la calle, transporte público y comercios, se usan tapabocas y se reclama mantener distancia de unos dos metros entre cada persona.

"Debemos seguirnos cuidando entre todos, y aquellos que puedan mantenerse en su hogar y si salen, recuerden las medidas de precaución y distanciamiento físico", dice el documento oficial para el restablecimiento parcial de tareas.

Tests a obreros de la construcción

Hace dos semanas se retomó la actividad de construcción y se hizo test a más de 400 obreros para ver si había contagio, pero todos dieron negativo, lo que estimuló al gobierno a permitir otras reaperturas.

Lacalle Pou dijo que ahora se evaluará la apertura de otros ámbitos de la educación, actividades productivas y comerciales: "Cuánto demorará, no sabemos. Depende de la conducta de los uruguayos, con una libertad responsable que supieron utilizar y hoy nos permite avanzar en actividades en la nueva normalidad".

El parate de la actividad derivó en la suspensión de unos 150.000 trabajadores del sector privado, lo que agravó el problema de desempleo que se venía registrando en los últimos años. Eso obligó al gobierno a incrementar transferencias y subsidios a familias pobres.

Lacalle Pou señaló que la preocupación es la gente más golpeada por la crisis, para "que nadie pase hambre, que nadie se vaya a dormir con la panza vacía", por lo que los Ministerios de Economía y Finanzas, y de Desarrollo Social, trabajan en la prioridad del mantenimiento de plazas laborales y las posibilidades de generación de empleo.

El presidente dijo que la frase "Quedate en casa" mantiene vigencia para personas que no deben trabajar o necesidad de salir específicamente, pero que "si se toman los recaudos necesarios, si se apela al distanciamiento social, que habla de la distancia, que habla del tapabocas, que habla de lugares al aire libre, no están desaconsejadas" las actividades en la vía pública".

El gobierno del líder del Partido Nacional, asociado con otros cuatro partidos, enfrenta una firme oposición del Frente Amplio, que gobernó de 2005 a marzo pasado, y que rechaza las reformas que Lacalle Pou comprometió en campaña electoral y ahora quiere instrumentar mediante una "ley de urgente consideración".

La central sindical reclama al gobierno que haya mayores transferencias a personas sin trabajo. "No sabemos cómo será mañana, por eso abrimos de a poco (…) los recursos que tenía el Estado uruguayo nos obligaban a tener una conducta austera en el manejo de la economía", dijo el presidente.

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