Coronavirus: tenía 90 años, cedió su respirador a pacientes más jóvenes y murió
El gesto valiente y altruista de una anciana de Bélgica recorre el mundo en plena pandemia de coronavirus. La mujer, de 90 años, enferma de Covid-19, rechazó ser conectada a un respirador artificial para cederlo a pacientes más jóvenes. "Yo he tenido una buena vida", señaló. Dos días más tarde, murió.
Suzanne Hoylaerts vivía en el pueblo belga de Binkom, próximo a la ciudad de Lubbeek. El 20 de marzo pasado concurrió al médico acompañada por su hija Judith porque sentía que le faltaba el aire y había perdido el apetito. Inmediatamente fue internada y el test confirmó que estaba infectada.
A pesar del malestar físico que sentía, la señora Hoylaerts percibió que la sala de cuidados intensivos estaba llena de pacientes que padecían el mismo mal, y cuando decidieron asistirla con un respirador, ella amablemente lo rechazó.
"No quiero usar respirador artificial. Guárdenlo para los pacientes más jóvenes. Yo he tenido una buena vida", dijo a los médicos, que quedaron conmovidos por el gesto solidario de la mujer, según informa el sitio de noticias belga 7Sur7.
Dos días después de su desinteresado acto de bondad, Hoylaerts se convirtió en otra de las víctimas mortales del coronavirus. Pero la muerte no pudo evitar que su historia recorriera el mundo y que, en diferentes medios y redes sociales, se la tratara como una heroína que entregó su vida por los más jóvenes.
"Hiciste todo lo que pudiste"
Judith, la hija de Suzanne aseguró que la muerte de su madre la dejó devastada. Relató además que en el momento de separarse de ella porque su situación exigía aislamiento, la anciana le dijo: "No tenés que llorar, hiciste todo lo que pudiste".
Suzanne Hoylaerts, 90, sick from #COVID2019 refused the breathing assistance. She told the doctors : "I had a good life, keep it for the younger ones".She died few days ago. We will not forget her sacrifice.https://t.co/UH2odgAH5t&— Nicolas Quénel (@NicolasQuenel) March 27, 2020
Judith lamenta el hecho de que, además de la pérdida de su madre, se suma la desgracia de no poder siquiera despedir su cuerpo por las prevenciones que hay que tomar a causa de la pandemia: "No pude despedirme de ella y ni siquiera tengo la oportunidad de asistir a su funeral", señaló la mujer.
En Bélgica, como en otras partes del mundo, especialmente de Europa, se viven situaciones de colapso en muchos hospitales, y también hay una demanda excesiva de respiradores. Al día de hoy, la cantidad de infectados en ese país es de 12.775, con un total de 705 muertos.
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