Países Bajos ha tratado de adoptar un "confinamiento inteligente" para afrontar la pandemia de Covid-19, pero la infección se está extendiendo tan rápidamente que el país ya registra una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.
Los holandeses también han sido acusados de no mostrar solidaridad con los países del sur de Europa más afectados por el coronavirus. Entonces ¿qué están tratando de lograr sus autoridades con la estrategia y qué reacciones está provocando? ¿Qué es un "confinamiento inteligente"?
Los holandeses se encuentran entre los pocos que abrazan abiertamente la polémica teoría de la inmunidad grupal o de rebaño.
Es un enfoque considerado frío y calculado por un experto en salud global holandés. Tras rechazar medidas más estrictas como las adoptadas por los Estados vecinos, el gobierno ha optado por un confinamiento "inteligente" o "selectivo".
Quiere amortiguar los costos sociales, económicos y psicológicos del aislamiento social y hacer que el futuro retorno a la normalidad sea más manejable. En mi barrio, la floristería, la ferretería, la tienda de delicatessen, la panadería y la juguetería todavía atienden a los clientes.
Los carteles en la puerta y la cinta adhesiva en el piso animan a las personas a dejar un espacio entre sí. Los cajeros llevan guantes quirúrgicos.
Solo aquellas empresas donde se requiere tocar, como las peluquerías, los centros de estética y los burdeles de la zona roja, se han visto obligadas a cerrar.
Las escuelas, guarderías y universidades estarán cerradas hasta, por lo menos, el 28 de abril. Los bares, restaurantes y cafeterías que venden cannabis están cerrados, aunque parecen estar haciendo un gran negocio con la venta a domicilio.
"Creemos que estamos conservando la cabeza fría", explica Louise van Schaik, del Instituto Clingendael de Relaciones Internacionales.
"No queremos reaccionar exageradamente, encerrar a todos en sus casas. Y aquí es más fácil mantener a las generaciones separadas porque el abuelo y la abuela no viven en casa con sus hijos".
Se ha aconsejado a las personas que se queden en sus viviendas, pero pueden salir si no pueden trabajar desde sus casas o si tienen que comprar comida o tomar aire fresco, siempre que mantengan una distancia social de 1,5 metros.
Ayuda que los holandeses parecen cumplir ampliamente lo que se les pide. Una encuesta sugirió que el 99% de las personas mantuvieron distancia de otras y el 93% se quedó en casa todo lo posible.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, describió a Holanda como un "país adulto". "Lo que escucho a mi alrededor es que la gente está contenta de que los traten como adultos, no como niños", dijo el viernes.
A veces este confinamiento domiciliario parece invisible. Puede que las ciudades estén más silenciosas, pero los niños siguen trepando en los juegos infantiles y los adolescentes van en bicicleta uno al lado del otro.
Inmunidad colectiva
Cuando el principal asesor científico de Reino Unido dio a conocer un plan para desarrollar una inmunidad amplia en la población, en cuestión de días, expertos revelaron que esto podría cobrarse un cuarto de millón de vidas, así que el país cambió de rumbo.
Permitir que un virus mortal se propague por la sociedad para crear un nivel de inmunidad significa implícitamente aceptar que muera gente. Al principio, el gobierno holandés también aceptó esta idea, pero luego la reempaquetó rápidamente como un subproducto útil en lugar del objetivo principal.
En un mensaje a la nación por televisión pronunciado el 16 de marzo, Rutte describió su visión. "Podemos retrasar la propagación del virus y, al mismo tiempo, aumentar la inmunidad de la población de manera controlada. Tenemos que darnos cuenta de que construir la inmunidad grupal puede llevar meses o incluso más y durante ese tiempo necesitamos proteger a las personas con mayor riesgo tanto como sea posible", dijo.
El profesor Claes de Vreese de la Universidad de Ámsterdam cree que el gobierno de Reino Unido no tenía medidas determinadas para tal política. "Dejó a las personas colgadas y sintiendo que eran parte de un extraño experimento social", explicó.
¿Puede funcionar?
La agencia holandesa de salud pública RIVM ha lanzado un estudio para ver hasta qué punto los anticuerpos creados cuando las personas están expuestas al coronavirus siguen siendo efectivos en la prevención de volver a contagiarse.
"Es como crear su propia vacuna interna, al exponerse a ella y luego dejar que su cuerpo genere esos anticuerpos de forma natural, para convertirlo en una vacuna que aún no existe", dijo a la BBC la profesora Aura Timen de la RIVM.
Ella enfatizó que todavía estaban haciendo todo lo posible para disminuir el ritmo de transmisión de covid-19 para "aplanar esa curva". El problema es que el número de muertes en Países Bajos parece relativamente alto para una población de 17,2 millones de personas.
"Tenemos un buen sistema de registro de las personas que se infectaron, que fueron hospitalizadas, pero también de las muertes", explica el profesor Timen.
Muertes en aumento
Países Bajos ahora lucha por aumentar su capacidad hospitalaria, con el pico de la crisis previsto en dos semanas y muertes de hasta 175 en un período de 24 horas. Unas 1.650 personas han fallecido desde que comenzó la crisis y más de 6.600 han sido hospitalizadas.
Algunos pacientes han sido trasladados a Alemania para liberar camas y la sala de conciertos Ahoy Rotterdam, que supuestamente iba a albergar Eurovisión 2020, se convertirá en una instalación de emergencia.
Hay planes para cuadruplicar el número de pruebas y los trabajadores de la salud que no participan directamente en el tratamiento de pacientes con coronavirus también serán evaluados.
Pero también ha habido reveses. Cuando un millón de mascarillas enviadas desde China se consideraron defectuosas, el gobierno tuvo que ordenar de urgencia que fueran retiradas.
Hay una escasez de equipos de protección personal (PPE), por lo que los estudiantes de Delft están trabajando para transformar máscaras de buceo en máscaras quirúrgicas.
También el artista local Space Fantastic está recolectando donaciones de tela y administrando una legión de voluntarios que cosen frenéticamente mascarillas para aquellos en la línea del frente.
Cómo los holandeses enfurecieron a los italianos
Los holandeses son en gran parte proeuropeos, por lo que cuando una carta escrita por italianos de renombre a un periódico alemán los condenó por "falta de ética y solidaridad en todos los aspectos", las palabras picaron.
Países Bajos y Alemania habían liderado la oposición para aliviar la carga de la deuda de los Estados del sur mediante la emisión de "coronabonos".
Ambos países pagan más a la Unión Europea (UE) de lo que obtienen de esta, pero este enfoque "tacaño" y arrogante de los holandeses estaba destinado a ser contraproducente, dice el profesor de salud global Remco van de Pas de la Universidad de Maastricht.
Además, se ve como autodestructivo. "Si todo el sur se derrumba, el rico norte deja de existir", como lo expresó sin rodeos el ex presidente del Banco Nacional Holandés, Nout Wellink.
Los holandeses confían en que otros países de la UE compren sus exportaciones, dice el profesor Claes de Vreese: "Tenemos un interés compartido que se refleja en términos económicos de una manera que mantiene a la UE y al euro en un lugar fuerte".
Luego vino una admisión del ministro de finanzas holandés. Sí, la respuesta inicial de Holanda carecía de empatía.
El primer ministro Rutte propuso un fondo de emergencia de la UE para cubrir los costos médicos inmediatos de la crisis, con contribuciones de los Estados miembros.
Un regalo
"No serviría como préstamo o garantía, sino como un regalo para los necesitados".
Una propuesta que fue forzada.
"Los holandeses se han beneficiado enormemente de la Unión Europea, su libertad de trabajo, mercado y movilidad", me dijo Van de Pas.
Pero la idea de un cierre inteligente, impulsado por evidencia y números, es muy diferente del enfoque más estricto de la vecina Bélgica, donde las muertes también han sido altas.
Para Van de Pas es un enfoque holandés frío y calculado, que tal vez solo pueda funcionar en una sociedad individualista acostumbrada a una cultura médica no intervencionista, desde la cuna hasta la tumba.
Si bien la inmunidad del rebaño, modificada como está, puede amortiguar los efectos de la epidemia, debe ser aceptada por una parte sustancial de la población.
La preocupación es que el enfoque holandés puede basarse más en la aspiración que en la inteligencia real, y que el "cierre inteligente" de los Países Bajos no haga al país inmune.
Por Anna Holligan
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