Es un plan sin precedentes para una crisis sin precedentes. La Comisión Europea aprobó este miércoles un plan de recuperación valorado en 750.000 millones de euros (US$825.000 millones) para ayudar a los países de la Unión Europea (UE) a enfrentar la crisis desatada por el coronavirus.
De esa cantidad, 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamo. El plan de la Comisión, denominado Next Generation EU, necesita el respaldo de los 27 Estados miembros de la UE para salir adelante, pero cuenta con un respaldo fundamental: el de la canciller alemana, Angela Merkel.
Y esto representa un cambio significativo en la histórica posición de Alemania, donde se consideraba una especie de tabú la idea de la mutualización de la deuda, es decir, que sea el bloque quien la asuma deuda y no los países individualmente.
Al presentar el plan, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que "esta es una necesidad urgente y excepcional para una crisis urgente y excepcional". "Este es el momento de Europa", agregó Von der Leyen.
"Un cambio enorme"
En un sorprendente anuncio la semana pasada, la canciller alemana y el presidente francés, Emmanuel Macron, se adelantaron a la Comisión Europea y presentaron una propuesta para crear un fondo europeo de 500.000 millones de euros (US$545.000 millones). Este dinero se redistribuiría entre los países del bloque en forma de subsidios y según el nivel de afectaciones de la pandemia.
"En términos políticos de la UE, esto es enorme", escribió Katya Adler, editora de temas europeos de la BBC. "La canciller Merkel ha concedido mucho. Acordó abiertamente con Francia que cualquier dinero de este fondo, asignado a un país necesitado de la UE, debería ser una subvención, no un préstamo. Es importante destacar que esto significa no aumentar las deudas de economías ya débiles antes de la pandemia".
Es lo mismo que está proponiendo ahora la Comisión Europea: 500.000 millones que se recaudarían mediante préstamos en los mercados y que se pagarían gradualmente del presupuesto general de la UE. Es decir, cada país asumirá el reembolso del préstamo de manera proporcional a su contribución al bloque. Por lo tanto, Alemania como el mayor contribuyente neto, pagará más.
[R] El plan de 750.000 millones de euros para la recuperación de la UE.vía @Statista_ES#COVID19#Covid_19#COVID?19https://t.co/TBkFXacFUbpic.twitter.com/m8XXhVduJr&— Economistas Contables (@EContables) May 28, 2020
"Creo que el acuerdo franco-alemán ha movido las cosas en la buena dirección", le dijo a BBC Mundo Ernest Urtasun, eurodiputado del grupo de Los Verdes. "Se han mantenido los 500.000 millones de euros en transferencias directas a partir de endeudamiento europeo", agregó. "Nosotros como Parlamento pedíamos una cifra mayor, pero es una cifra que tendrá un impacto macroeconómico, sin duda, y que permitirá aligerar en gran parte el endeudamiento nacional".
Sin embargo, la idea de que los Estados miembros más ricos deberían ser responsables de las deudas de los más pobres nunca encajó bien en Berlín, escribió Jenny Hill, corresponsal de la BBC en la capital alemana. ¿A qué se debe el cambio?
La gravedad de la crisis del coronavirus
Pero la crisis por el coronavirus no tiene precedentes y también ha cambiado muchas cosas en Alemania. "Los políticos recientemente acordaron abandonar un principio tan preciado de no asumir nuevas deudas para financiar un paquete de rescate económico interno", escribió Hill. Y, según explica la corresponsal, las encuestas muestran que la propuesta de Merkel y Macron fue bien recibida por los alemanes. Según Hill, a ello también ayuda que, como señaló el Instituto Alemán de Investigación Económica, el país no sería directamente responsable si otro Estado fuera a la quiebra.
Tener una propuesta que evada las críticas de falta de solidaridad influyó, según Günther Maihold, politólogo y subdirector del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y Seguridad. Pero Merkel también está tratando de dar un impulso a la economía alemana. "Alemania solo prospera cuando la UE prospera", repite la canciller en sus intervenciones.
La Comisión Europea aprobó este miércoles un plan de recuperación por 750.000 millones de euros para enfrentar la crisis.De esa cantidad, 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamo. https://t.co/KvCVgkOJ9H&— Rafael Filizzola (@FilizzolaRafael) May 28, 2020
"Alemania es el país que aprovecha más que cualquier miembro de la UE el mercado común. En este sentido, la misma Alemania tiene que estar interesada por poder dar un incentivo a las economías del bloque para que puedan comprar mercancía alemana", explicó Maihold a BBC Mundo. Urtasun coincidió. "Creo que el cambio se debe en gran parte a la gravedad de la crisis y a entender que el mercado interior (europeo) y el euro no pueden hundirse, porque Alemania sería la primera perjudicada", dice.
"Su maquinaria exportadora se ha visto muy beneficiada por la moneda única y (Alemania) es consciente también que si países tan importantes como Italia y España -la tercera y la cuarta economía de la zona euro y dos de los países más afectados por la crisis del coronavirus- se hunden, eso evidentemente va a afectar también su economía", apunta el eurodiputado.
Legado
Pero hay quien ve también otro interés además del económico. Según Hill, la corresponsal de la BBC en Berlín, el aparente cambio de opinión de Merkel indica su preocupación sobre hacia dónde podría dirigirse la UE después del Brexit. Merkel finaliza su mandato el próximo año y puede estar buscando también dejar un legado. "Ha registrado los titulares que predicen la desaparición de la UE en vista de las disputas y la falta de solidaridad de la UE durante la pandemia", escribió Katya Adler. "Tiene su legado político en mente", opinó.
La mutualización de la deuda se consideraba una especie de tabú en Alemania, pero eso ha cambiado https://t.co/4wleicjMLa&— BBC News Mundo (@bbcmundo) May 28, 2020
Urtasun también cree que detrás del cambio de posición de Merkel puede haber algo de preocupación por su legado. "Creo que Merkel dejará una buena imagen con la gestión de los refugiados, su legado será positivo en ese ámbito y no lo será tanto en el período de la crisis financiera (de 2008), en la cual Grecia estuvo a punto de saltar de la zona euro, donde la austeridad liderada por Alemania en su día impuso un sufrimiento social a una gran parte de la población",consideró el eurodiputado. "Ese legado es bastante más negativo y creo que ella es bastante consciente de eso y quiere afrontar esta crisis de forma distinta", agregó Urtasun.
Sin embargo, Maihold considera que ella "no piensa en estas categorías". "Para muchos, la actuación de Alemania en la crisis financiera ya era un legado en cuanto a estabilidad financiera", dijo el politólogo. "Ahora creo que estamos en un momento parecido donde ella trata de fomentar los intereses alemanes con una postura proeuropea que siempre ha tenido".
Para Maihold, la clave será si realmente la propuesta para la recuperación económica logra el consenso necesario. No será fácil, cuentan con la oposición de los llamados "cuatro frugales" -Austria, Dinamarca, Suecia y los Países Bajos-, que consideran que la fórmula para recuperar la economía debería consistir en préstamos, sin mutualizar la deuda. "La gran pregunta que se va a abrir en las próximas semanas es si Francia y Alemania son capaces de forjar un consenso", cerró Maihold.
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