Coronavirus: parientes de víctimas denuncian ante la UE posibles crímenes contra la humanidad
ROMA.- Lo que pasó en marzo pasado en las provincias de Bérgamo -una ciudad-mártir del coronavirus y símbolo del drama que ocurrió en Italia- y de Brescia, en la región de Lombardía, donde una pésima gestión de la emergencia causó 11.000 muertos (en Italia, según cifras oficiales, hasta ahora hubo un total de 35.000 decesos), podría constituir un "crimen contra la humanidad".
Es lo que sospecha el Comité Noi Denunceremo (Nosotros Denunciaremos), formado por familiares de personas fallecidas por coronavirus, que reclaman "verdad y justicia", que hoy planteó esta posibilidad en una carta que le escribió a la Comisión de la Unión Europea (UE).
En una epístola dirigida a su presidenta, la alemana Ursula Von der Leyen y al presidente de la Corte Europea de los derechos del hombre, Robert Regnar, los parientes reclamaron supervisar las investigaciones judiciales actualmente en curso en Lombardía. Allí, luego de recopilar centenares de casos, este grupo presentó varias denuncias judiciales ante fiscales de toda la región y "parece haber señales de indescriptibles crímenes contra la humanidad". Según su visión, durante la emergencia se violaron algunos artículos de la Carta de derechos fundamentales de la UE.
En la misiva los familiares recordaron que a principios de marzo el Instituto Superior de Sanidad italiano había aconsejado al Gobierno cerrar y crear una zona roja en la zona de Alzano Lombardo y Nembro, en provincia de Bérgamo y en Orzinuovi, en provincia de Brescia. Algo que nunca ocurrió pese a que el ejército estaba listo a recibir la directiva sobre la aplicación de la zona roja. "Si los magistrados establecen que las fallidas zonas rojas pertenecen a la esfera política y al derecho penal, resultará claro que la decisión de no contener la difusión del virus, de acuerdo con los pareceres de la comunidad científica, fue intencional: una decisión deliberada de sacrificar vidas humanas, decenas de miles de vidas, para evitar repercusiones políticas por la puesta en seguridad de tres ciudades económicamente productivas del norte de Italia", denunciaron.
Ancianos diezmados
"El virus ha diezmado a nuestros ancianos, los mismos ancianos que habían construido la prosperidad de nuestro país después de la Segunda Guerra Mundial", también lamentaron. Al respecto, recordaron la increíble directiva que la región Lombardía dispuso el 8 de marzo, según la cual los hospitales debían trasladar a las residencias para personas mayores a los enfermos leves de Covid-19, algo que resultó letal para miles de ancianos.
Acusaron asimismo a la región Lombardía por otra disposición que impidió que los médicos de base visitaran a los pacientes no hospitalizados con síntomas, ordenando que los atendieran por teléfono.
La región Lombardía -presidida por Attilio Fontana, de la derechista Liga-, siempre sostuvo que no tenía competencia para establecer una zona roja en la zona de Alzano Lombardo y Nembro. Pero el Gobierno central asegura que sí tenía el poder para hacerlo, también destacaron.
"El pase de pelota de responsabilidades al que asistimos nos hace comprender que es razonable pensar que hay pruebas de actos ilícitos de los que nadie quiere ser considerado responsable. Dejaremos que los fiscales establezcan si esos actos ilícitos son parte del derecho penal o se limitan a la esfera política. Al mismo tiempo, los parientes de las víctimas buscan justicia. Y lo hacen conscientes del hecho de que Italia es un país en el cual el establishment político es especialmente hábil en encubrir investigaciones y crear chivos expiatorios", criticaron.
"Como parientes de las víctimas, solicitamos que ustedes supervisen las investigaciones en curso sobre la epidemia de coronavirus en Italia, con un ojo atento sobre potenciales violaciones de algunos artículos de la Carta de los derechos fundamentales de la UE", reclamaron, finalmente. "En particular, si deliberadas decisiones políticas han violado el derecho a la vida de miles de miembros de nuestras comunidades (artículo 2); el derecho a la integridad física y psicológica de nuestros ancianos (art. 3); junto al derecho a su dignidad humana (art. 1).", concluyeron.
Alarma por contagios importados
Hasta ahora en Italia la pandemia dejó casi 35.000 muertos y un total de 243.061 infectados. El virus sigue circulando -ayer se detectaron 234 nuevos casos- y crece la alarma por los contagios importados del exterior. Al margen de nuevos casos relacionados con bengalíes que regresaron la semana pasada a Italia en vuelos que luego fueron bloqueados, en los últimos días desembarcaron unos 800 migrantes, entre los cuales al menos 80, infectados. En un grupo de 70 extracomunitarios llegados el sábado a las costas de Calabria, por ejemplo, se detectaron 26 positivos, algo que creó tensión y protestas entre los residentes, que hicieron un piquete en una carretera estatal. El Ministerio del Interior hizo saber que utilizará naves o cuarteles militares para garantizar que los migrantes que lleguen desde afuera puedan aislarse y realizar una cuarentena preventiva.
Con el buen tiempo y sin estar ya como ministro del Interior, el derechista Matteo Salvini, líder de la Liga -que hace un año había cerrado los puertos a los desesperados-, según informes de Inteligencia citados por el Corriere della Sera, desde África podrían estar listos para cruzar hacia Italia unos 10.000 migrantes. Según números del ministerio del Interior, desde principios de 2020 hasta el 10 de julio llegaron a las costas italianas 8087, más del doble que en el mismo período de hace un año, cuando arribaron 3165. No por nada hay mucha preocupación y la consigna es intensificar los controles.
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