Coronavirus: un país se ofrece como lugar de encuentro para parejas separadas por la pandemia
La reputación de Croacia como destino turístico se basa en sus costas adriáticas y su rica historia. Pero hay un subconjunto de viajeros atraídos al país por una nueva razón: la relativa facilidad con la que las parejas binacionales, divididas por las prohibiciones de viaje relacionadas a la pandemia, pueden reunirse allí.
Después de "seis meses de pesadillas tratando de encontrarse", la israelí Dana Zigdon, de 34 años, pudo volver a conectarse con su prometido portugués en Croacia.
"Le pedís a todos los embajadores que te ayuden y todos dicen que no", dijo Zigdon por teléfono a The Washington Post desde un bar en Zagreb, la capital de Croacia. "Pareciera que acá no hay virus".
Al igual que innumerables parejas y familias en todo el mundo, Zigdon y su prometido, Pedro Bourgard, de 32 años, no tenían ni idea de la crisis global que enfrentarían cuando se separaran a principios de marzo. Días antes de que se reunieran ese mes, el virus anuló los viajes internacionales y los países cerraron sus fronteras. Muchas personas terminaron atrapadas dondequiera que estuvieran.
Casi seis meses después, muchas vidas giran en torno a llamadas con seres queridos varados en continentes y divididos por zonas horarias. En las páginas de Facebook como Love Is Not Tourism y Couples Separated by Travel Bans, las personas comparten experiencias y están constantemente atentas a las noticias de cualquier cambio en las restricciones de viaje.
Desde principios de junio, Croacia está abierta a casi todos los ciudadanos extranjeros que hayan dado negativo en la prueba del nuevo coronavirus en las últimas 48 horas. Los viajeros con visas de turista también deben proporcionar un itinerario básico. Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) pueden ingresar al país de 4,2 millones de residentes sin ninguna restricción.
Los encuentros en Croacia son posibles porque es parte de la UE pero no del Espacio Schengen, por lo que no está sujeta a las mismas restricciones de viaje que la mayoría de los demás países del continente. Croacia también ha mantenido un recuento de coronavirus relativamente bajo: alrededor de 12.600 infecciones confirmadas y 206 muertes relacionadas a la Covid-19 desde fines de febrero. De marzo a septiembre, 6,4 millones de turistas visitaron Croacia, el 40% de las llegadas al país durante el mismo período del año pasado, según el Ministerio de Turismo y Deportes.
Como en el resto de Europa, el número de infecciones ha comenzado a aumentar. Algunos gobiernos europeos han incluido a Croacia en lista de países a los que ya no recomiendan viajar o requieren cuarentenas para los viajeros que regresan.
El sábado, varios miles de personas se reunieron en Zagreb para protestar por las restricciones relacionadas con el coronavirus, como los requisitos de máscaras y los límites a las reuniones públicas.
Las cercanas Turquía y Albania también se han convertido en lugares de encuentro populares para parejas binacionales separadas, debido a las reglas de entrada y visado relativamente relajadas. Desde Croacia, algunas parejas han podido viajar juntas a Estados Unidos u otros países de Europa, dependiendo de las reglas vigentes en su destino final.
Antes de la pandemia, el espacio Schengen abolió efectivamente las fronteras internas entre los estados miembros. Pero desde marzo, en un esfuerzo por frenar el virus, los miembros tienen viajes limitados dentro del bloque. Los visitantes de Estados Unidos se encuentran entre los que tienen prohibido viajar con fines no esenciales.
Algunos gobiernos ofrecen exenciones de viaje para determinadas clases de trabajadores o para los cónyuges y familiares de ciudadanos.
Únicamente parejas casadas
Las reglas en muchos países que permiten que únicamente las parejas casadas se reúnan han frustrado a Julie Linchant, de 31 años, de Bélgica. Fue separada de su novio canadiense, que vive entre Burkina Faso y Chipre, desde marzo hasta finales de julio, cuando se reunieron en Croacia.
"Estamos en 2020 y todavía necesitamos estar casados para ser reconocidos como esenciales", dijo. "Parece una locura."
Al igual que otros entrevistados, Linchant y su pareja, Christian Poonwah, de 39 años, dijeron que entendían la necesidad de restricciones de viaje para contener el virus. Pero después de pasar por el sistema ellos mismos, Linchant dijo que muchas de las reglas eran "arbitrarias".
"¿Cómo pueden aceptar viajes de negocios y no reuniones familiares?" ella preguntó.
La campaña Love Is Not Tourism, entre otras, lleva meses presentando este argumento, con cierto éxito. Después de que Europa reabrió parcialmente este verano, los activistas presionaron a los países para que incluyan a las parejas no casadas como parte de la lista de viajeros "esenciales". Más de 10 países lo hacen ahora, siendo Italia el último en unirse a la lista. La Comisión Europea ha instado a todos los miembros de la UE a ampliar sus criterios.
The Washington Post
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