Coronavirus: el "paciente 206" de Sri Lanka fue acusado de contagiar a 1100 personas
En abril dio positivo de coronavirus y, partir de allí, su vida pasó a ser el centro de atención en Sri Lanka. Identificado inicialmente como el "paciente 206", Prasad Dinesh (33) es acusado por las autoridades de ser el responsable de 1100 contagios, entre ellos 900 marinos. Sin embargo, él se defiende: asegura que lo usan como chivo expiatorio por su pasado como adicto a la heroína.
Con Gotabaya Rajapaksa en el poder, un exteniente coronel del ejército que ayudó a poner fin a una prolongada guerra civil en 2009, Sri Lanka ha empleado a las fuerzas armadas para combatir la pandemia de coronavirus. Elegido en 2019, Rajapaksa creó una unidad de salud en el servicio de inteligencia que se movilizó cuando surgió el brote de Covid-19.
Cuando se confirmó el resultado del test de Dinesh, soldados de la marina irrumpieron en su pueblo y obligaron a todos sus contactos a permanecer en cuarentena. Las autoridades de Colombo, capital de la isla del océano Índico, aseguran que se produjo una rebelión que originó al menos 1100 contagios adicionales.
Refiriéndose a él como el "paciente 206", Dinesh fue criticado en la televisión y las redes sociales, y acusado por los contagios de al menos tres grupos de personas, incluidos 900 soldados de la marina infectados luego de una operación a 19 kilómetros al norte de Colombo. Pero el joven contradice la postura oficial.
Por su parte, sostiene que es un chivo expiatorio. ¿Por qué? Porque lejos de considerar la adicción a la heroína como una problemática, las leyes esrilanquesas la consideran como un delito. "No puedo aceptar la responsabilidad de la infección de tanta gente, incluidos los marinos'', declaró el joven a la agencia de noticias Associated Press tras ser dado de alta.
Antes de que llegase la pandemia a Sri Lanka y se declarase la cuarentena, Dinesh trabajaba como conductor de un bicitaxi. Pero ahora no puede encontrar trabajo. "Nadie me quiere emplear cuando se enteran que soy el paciente 206", expresa.
Ajith Rohana, vocero de la policía local, comparó el caso con el de la "Paciente 31"' de Corea del Sur, considerada una gran propagadora del virus. Para él, Dinesh socavó la lucha contra la Covid-19. "Con él se agravó todo. Le hizo un gran daño al país'', manifestó.
Las autoridades aseguran que el 5 de abril Dinesh fue capturado por residentes de su localidad por un robo y entregado a la policía. En la comisaría tuvo fiebre y molestias por una lesión sufrida en una pierna durante el asalto. Fue llevado a un hospital, donde se le detectó el coronavirus. Permaneció internado durante un mes.
Dinesh no niega que, junto con otras personas, ingresó a una vivienda de una localidad vecina para robar cocos que pensaban vender para comprar heroína. Afirmó que consume desde el 2002 pero que nunca fue un "adicto grave''. Durante la pandemia, no obstante, empezó a consumirla más regularmente y planeó el robo con otros tres usuarios para adquirir más dosis.
Los agentes que lo detuvieron, los amigos de Dinesh y más de 100 personas de su barrio fueron obligadas a quedarse en sus casas. De esa operación, las autoridades sostienen que se multiplicaron los contagios.
Unos 4000 marinos fueron colocados en cuarentena en una sola unidad y más de 200 familiares fueron alojados en una instalación de la Marina. Al menos 15 localidades de distintos puntos de Sri Lanka fueron aisladas durante dos semanas y otras 1300 personas se pusieron ellas mismas en cuarentena.
En total, unos 900 marinos se contagiaron, además de unas 50 personas del mismo grupo. Otros dos contingentes asociados con Dinesh registraron al menos 150 contagios, según las declaraciones oficiales.
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