NUEVA YORK.- Las luces de las marquesinas todavía brillan, pero no tienen mucho que alumbrar. En los espacios donde días atrás cientos de miles de personas se agrupaban, el aire hoy corre con mayor libertad. Nueva York ya no es la que era. La gran manzana, la que el año pasado recibió un récord de 67 millones de turistas, poco a poco comienza a parecerse más a una escena de película de ciencia ficción. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, anunció el cierre de la ciudad por el avance del coronavirus.
Después de un fin de semana en el que #ShutDownNYC se convirtió en tendencia en las redes de Estados Unidos, De Blasio anunció que enviará una orden ejecutiva que limita el funcionamiento de hasta pequeños establecimientos gastronómicos y de entretenimiento en la ciudad. En las últimas horas, Nueva York se ha convertido en el epicentro de casos a nivel nacional con un total de 732 infectados.
"Estamos tomando una serie de acciones que nunca antes hubieran sido tomadas en un esfuerzo por salvar las vidas de nuestros queridos y nuestros vecinos. Ahora es tiempo de tomar otra drástico paso. El virus rápidamente puede expandirse a través de las interacciones cercanas entre neoyorquinos en restaurantes, bares y lugares donde nos sentamos cerca. Tenemos que romper ese ciclo", indicó De Blasio en un comunicado, dónde señaló también que la orden ejecutiva entrará en efecto el próximo martes a las 9.
El último viernes, en un clima generalizado de cierta confusión e incertidumbre, el presidente de Estados Unidos Donald Trump declaró la emergencia nacional por el avance del coronavirus . En la misma línea, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en la ciudad, que ayer tuvo su primera víctima confirmada a causa del Covid-19, elevando el número de fatalidades a 66 a nivel nacional.
Según informaron fuentes gubernamentales el sábado, la primera persona fallecida se trató de una mujer de 82 años que padecía un enfisema avanzado. La mujer había sido admitida hace diez días en el centro médico Wyckoff, en Brooklyn, donde estuvo en condición crítica desde un principio. Horas más tarde, el gobernador Cuomo confirmó una segunda persona fallecida en el condado de Rockland, un hombre de 65 años que padecía de varios problemas de salud.
This afternoon the Rockland County medical examiner's office confirmed the #Coronavirus-related death of a 65-year-old man who also had underlying health problems. My condolences go out to his family.&— Andrew Cuomo (@NYGovCuomo) March 15, 2020
El avance del virus en Estados Unidos , la falta de exámenes que revelen cuántas son las en realidad las personas infectadas, y los anuncios de medidas que conducen al distanciamiento social, han llevado a la transformación de la ciudad.
Times Square, un ícono de Manhattan para locales y turistas, amaneció en soledad durante el fin de semana. Un lugar que suele estar apiñado de gente que se detiene a observar los edificios y sus luces, este sábado solo recibió a puñados de gente. El "Batman" argentino, uno de los tantos personajes que se encuentra trabajando por la zona, dijo a este medio: "El coronavirus mandó a dormir a la ciudad que nunca duerme", y señaló: "Muchos de mis colegas se enojaron con la decisión de Trump, pero creo que es una medida que busca protegernos a todos".
Museos -como el Metropolitan Museum de Nueva York y el Museum of Modern Art (MoMA)-, centros culturales, shows de Broadway y espectáculos deportivos ya se encuentran cerrados. Se estima, incluso, que el Madison Square Garden y el Barclays Center permanezcan clausurados por varios meses. Todos los lugares que suelen hacer de Nueva York una experiencia única hoy se encuentran cerrados al público. Así se mantendrán la mayoría, al menos, por las próximas semanas. Los que se pasean con la esperanza de ver a la gran manzana en su máxima potencia llegaron tarde.
Hamilton, Aladin, El Rey León, El Fantasma de la Ópera y demás producciones teatrales han quedado canceladas hasta el próximo 13 de abril. Es la primera vez desde el trágico 11 de septiembre de 2001 que las salas de Broadway cierran sus puertas por una orden estatal. En los últimos años, las obras sólo fueron interrumpidas por pocos días debido a apagones en la ciudad y protestas gremiales. Esta será la interrupción más larga en las últimas décadas.
"Es como si estuvieras viendo escenas del apocalipsis", dijo -entre risas- Constanza, una argentina de 21 años que está de vacaciones con su novio, Matías, de 24. Su vuelo de regreso a la Argentina quedó fuera de la fecha límite impuesta por el gobierno de Alberto Fernández, por lo que todavía tenían pendiente resolver cómo regresar. "Vamos a llamar al consulado para ver cómo podemos ser parte de los vuelos de Aerolíneas", indicaron.
El alcalde de Nueva York Bill De Blasio señaló que la suspensión del transporte público y el establecimiento de toques de queda son recursos de último y máximo nivel. "Los utilizaremos cuando sean absolutamente necesarios para proteger la salud y el bienestar de los neoyorkinos", señaló el funcionario.
Todos los eventos de más de 500 personas han sido cancelados, y los bares o restaurantes -a partir del martes- sólo podrán preparar comida para llevar. "Nuestro estimado es que [el cierre de grandes establecimientos] podría continuar hasta septiembre. Eso son seis meses. Creo que es la manera correcta de pensar en este momento", dijo De Blasio.
Los vendedores de tours conocidos como Hop on-Hop off no disimulan su angustia y un cierto nivel desesperación. Abosede, una mujer que recluta gente desde las calles para participar del servicio turístico alza los hombros y sus manos en sentido de resignación. "Es sábado. No hay nadie. En un fin de semana normal tendríamos colas de gente, ¡ahora podemos ver directo hacia el Flatiron!", dijo parada a casi un kilómetro del mítico edificio neoyorkino.
A toda hora, las filas de supermercado superan las cuadras de longitud; las góndolas vacías esperan a los compradores. "Todos las noches reponemos el stock de productos, pero no damos abasto", dijo un trabajador del supermercado Trader Joe’s. Por televisión, junto a Donald Trump, los CEO de las principales cadenas de supermercados y farmacias anunciaron la última semana que todavía no hay un estimado de cuándo volverán a aparecer los productos desinfectantes que hace días se encuentran en falta.
La incertidumbre y el temor al qué sucederá reina, lo que genera ansiedad y más preguntas. El brote de este virus generó un nivel de alarma inusitado. En el metro, la poca gente que circula lo hace con barbijos y guantes. Aún así, la mayoría estira sus abrigos por sobre sus manos para tomarse de los caños y así aguantar el equilibrio sin tocarlos.
La mayoría de los establecimientos educativos están cerrados. Muchas de las universidades, como Columbia o New York University (NYU) han dispuesto que los alumnos de grado regresen a sus hogares y abandonen las instituciones. Mientras, algunos alumnos internacionales intentan encontrar la manera de regresar a sus casas para así evitar los costos que significan permanecer en una ciudad parada, donde ni siquiera pueden asistir a clase, pues todas han pasado a ser virtuales.
Algunos locales parecen preferir ignorar el estado de emergencia. Sobre el río Hudson, en el soleado día que saluda a la entrante primavera, se ven corredores despojados de cualquier tipo de preocupación. Otros, se mantienen en estado de alerta y anticipan la posibilidad de mantenerse en cuarentena las próximas semanas.
Alerta: emergencia nacional
La crisis comenzó en China , cuando en diciembre pasado se anunció la aparición del virus Covid-19. Desde entonces, el enemigo sanitario ha viajado por el mundo y ha puesto en riesgo la salud de miles de personas que hoy buscan preservarse de su daño. En Estados Unidos, hasta el momento, se han registrado un total de 3602 infectados en 49 estados y el Distrito de Columbia, y 66 muertos.
En los últimos días, en medio de muchas críticas de la oposición, la administración del presidente Donald Trump anunció restricciones de viaje a Europa, el Reino Unido, Irlanda y demás países de Asia. Entre otras medidas, las autoridades intentan disminuir el brote a través de la prohibición de eventos multitudinarios y la cuarentena.
Después de anunciar que cinco millones de exámenes serán distribuidos, Trump rechazó toda responsabilidad en torno a los atrasos para realizar pruebas de detección de coronavirus. Según fue anunciado durante su última conferencia de prensa, Estados Unidos recibirá el apoyo del sector privado para poder acelerar los testeos y así tener acceso a información más precisa sobre cuál es la situación real a nivel nacional.
Nueva York continúa como el estado que registra más pacientes infectados con un total de 732 personas que han confirmado tener el Covid-19. Washington, al oeste del país, lo sigue con 676 casos. Estos dos estados representan el 40% de los infectados del país.
Las medidas en Estados Unidos llegaron después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) categorizara al coronavirus como una pandemia. La instrumentación de los mandatos federales tienen como objetivo ralentizar el avance de la enfermedad, y así poder tener un control más efectivo.
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