Coronavirus: murió una joven argentina en Los Ángeles
NUEVA YORK.- El violento avance del coronavirus en Estados Unidos se cobró una víctima argentina: Andrea Halberian, de 42 años. Después de batallar durante más de dos semanas contra la enfermedad, la mujer murió anoche en Los Ángeles, según indicaron fuentes cercanas a la familia.
Andrea Halberian vivía en Estados Unidos desde hace más de veinte años. Allí, su ocupación era la de baby sitter, y fue por su trabajo que terminó en Los Ángeles. La mujer trabajaba con la familia de Brad y Hanna Richheimer que, ante el avance de la crisis por coronavirus, viajó a California y la llevaron a ella y a su marido Lars Christian Ottesen. Todavía es un misterio para la familia Halberian dónde se produjo el contagio de Andie, como la llamaban todos.
En diálogo con LA NACION, el hermano de Andrea, Alexis Halberian, de 41 años, contó que los primeros síntomas de la joven fueron consistentes con un cuadro gástrico, lo que la llevó a solicitar atención médica en reiteradas oportunidades, y finalmente a un test que acabó arrojando un coronavirus positivo.
La última semana, el martes 21 de marzo, Andrea Halberian fue internada en el Hospital de la Universidad de California (UCLA, por sus siglas en inglés). Allí, desarrolló problemas respiratorios que derivaron en una pulmonía. Dos días después, en la noche del 23 de marzo, la mujer fue intubada por insuficiencia respiratoria.
Las noches que siguieron a aquel momento fueron muy duras para la familia en la Argentina. Lars, el marido noruego de Andrea se comunicaba telefónicamente para hacerles el parte con actualizaciones diarias, mientras Alin, la hermana menor, entablaba conversaciones con los médicos.
El hermano de Halberian aclaró a este medio que su hermana era diabética, pero no insulino dependiente. Además, indicó que ocasionalmente -en cambios de estación- sufría de broncoespamos.
Con la voz quebrada por el llanto, Alexis Halberian -padre de dos niños- contó que pese a múltiples esfuerzos, su hermana murió ayer por la noche. "Mi hermana vivía por sus sobrinos, los adoraba y eran sus felicidad", dijo, con mucha emoción.
Alin Halberian, la hermana menor de Andrea y Alexis, también escribió a este medio para referirse a esta historia. En lo que consideró un horrible momento que su familia está atravesando, dijo: "Andie -como la llamamos nosotros- ha dejado un legado muy valioso en nosotros". Y continuó: "Es un ser maravilloso, lleno de amor y generosidad. Siempre preocupada por todos, y queriendo hacer sentir a todo el mundo a gusto".
Además, la menor destacó que es muy duro saber que no la podrá ver más, ni podrá viajar para velar sus restos. "Impotencia, dolor, enojo, angustia y miles de sentimientos más que no puedo describir", concluyó.
Lars Christian Ottesen, el marido de Andrea, todavía se encuentra haciendo una cuarentena en Los Ángeles.
El primo de la joven, Andreas Greiner se comunicó con LA NACION, Andreas, y destacó: "[Andrea] era alguien de gran corazón. Se desvivía por su familia y por las personas que quería".
Las redes como medio para comunicar
El 22 de marzo, la mujer acudió a las redes para compartir un testimonio que incluía detalles del dolor que atravesaba. "Como todos sabemos, estamos viviendo en tiempos muy feos. Lo que les voy a contar no es joda, lo estoy viviendo en carne propia a la distancia", escribió. Según contó, el 17 de marzo habría empezado con fuertes síntomas: "Hace cinco días que no puedo respirar, hace cinco días que estoy con vómitos violentos".
"Me deshidraté mal, y estoy con fiebre", contó, y dijo: "Para los que me conocen y saben tengo una alta tolerancia para el dolor. Esto no se compara con nada que viví. Sigo sin poder respirar bien, no duermo, me duele todo el cuerpo".
Halberian había implorado desde las redes que la gente le diera importancia al virus. "Los hospitales están que desbordan, no te pueden mantener a salvo. Tomen conciencia, dejen de joder y quédense en casa", escribió, y concluyó: "Cuídense los unos a los otros".
Sonia Halberian, su madre, maestra en el Colegio de Todos los Santos y exalumna del colegio Northlands, hizo uso de las redes para expresar su dolor con una foto que mostraba una vela encendida. La imagen recibió cientos de comentarios de apoyo de amigos y familiares que hace días seguían las actualizaciones que la mujer que publicaba en su cuenta de Facebook.
"Ser madre es difícil, pero a la distancia más aún", señaló Sonia en un posteo de hace dos semanas. Las publicaciones siguieron con mensajes motivacionales dedicados a su hija y su marido, a quien llamó "vikingo". "Qué lindo sería despertar y saber que salimos de esta pesadilla", señaló el 26 de marzo. Un día después, agradeció a todos "por los rezos y por mandar buenas ondas para Andie".
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