Coronavirus: con un muerto cada seis minutos, Nueva York se prepara con camiones frigoríficos
NUEVA YORK.- Seis minutos. Una persona en el estado de Nueva York muere cada seis minutos por el letal avance del coronavirus. Y para evitar un desborde de las morgues, el gobierno de la ciudad compró 45 camiones frigoríficos que han sido instalados en distintos puntos de la Gran Manzana.
No ha pasado ni un mes desde que se informó el primer caso, pero la tasa de crecimiento no para de crecer. El epicentro de la pandemia en Estados Unidos continúa en estado de alerta y toma medidas que no se veían desde el trágico atentado a las Torres Gemelas en septiembre de 2001.
Aja Worthy-Davis -directora ejecutiva de la Oficina de Asuntos Públicos (OPA) de la Oficina del Médico Forense de la ciudad de Nueva York- habló con LA NACION, y dio detalles sobre la iniciativa gubernamental que busca contener el volumen de cuerpos de los fallecidos. Cada camión refrigerado -según detalló la funcionaria- permite albergar un promedio de 40 cuerpos, lo que permitió duplicar el espacio de la morgue y los hospitales públicos para llevar el total a 3600.
El Hospital Elmhurst, en Queens, el Centro Hospitalario Bellevue Hospital, en Manhattan, y el Hospital Brooklyn son algunos de los establecimientos de adminsitración pública que han recibido la instalación de estos camiones en sus alrededores. "La medida era provisoria, pero los hospitales ya los comenzaron a usar", se lamentó Worthy-Davis en diálogo con este medio.
Por su parte, los institutos privados como Mount Sinai también han recurrido a medidas para ampliar sus canales de atención. En pleno Central Park, la compañía sanitaria -en asociación con la organización Alivio Cristiano Internacional- montó un hospital de campaña para así manejar el alto flujo de pacientes que han estado recibiendo, y que saben continuarán teniendo. Según Worthy-Davis, en este predio también se armó una tienda refrigerada para albergar los cuerpos de las personas fallecidas.
La ampliación de espacio para almacenar los cuerpos se estima no sería suficiente, por lo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) enviará otros 85 camiones a la ciudad de Nueva York en los próximos días.
"Gestión de Fatalidades Masivas". Ese es el nombre del plan que la ciudad de Nueva York comenzó a enviar a los establecimientos médicos y demás instituciones sanitarias para con indicaciones precisas sobre cómo operar en estos tiempos de crisis. Cómo comunicarse con familiares, cómo manejar los cuerpos de las víctimas, y demás lineamientos componen este documento de treinta páginas.
Según el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, el incremento de número de fallecidos se debe a que son personas que han estado mucho tiempo conectadas a un respirador. "Cuanto más tiempo una persona está conectada, menos chances tiene de sobrevivir", indicó, y añadió: "Acá vemos el panorama de quienes no se enfermaron ayer o antes de ayer, sino quienes estaban hace veinte o treinta días con soporte respiratorio".
El coronavirus se robó hasta la posibilidad de despedir a los seres queridos que se pierden en esta triste lucha. La Asociación de Directores de Funerarias del Estado de Nueva York (NYSFDA, por sus siglas en inglés) anunció a través de un comunicado que por una orden ejecutiva del gobierno, todos los servicios religiosos han sido cancelados. "Es un mundo temporal completamente nuevo que todos estamos tratando navegar", dijo Michael Lanotte, director ejecutivo de la NYSFDA.
La Administración Nacional de Cementerios, por su parte, anunció que si bien se se seguirá con los entierros, se ordenó la suspensión de todas las ceremonias y el envío de arreglos florales para disminuir las posibilidades de contagio. "Los familiares inmediatos (limitados a 10 individuos) del fallecido pueden optar por presenciar el entierro si lo desean", señalaron.
Con al menos 75.000 casos y 1550 muertes confirmadas, Nueva York agota herramientas en su lucha contra la propagación de la enfermedad y sus brutales efectos en al sociedad. Los esfuerzos están, pero desde el día uno el coronavirus se ha visto como vencedor, al menos así lo expresó Cuomo.
"Estoy cansado de estar detrás del virus; ¡no se gana una pelea corriendo detrás del problema!", exclamó ofuscado en su matutina conferencia de prensa, y aclaró que ahora los objetivos están puestos no sólo en la pelea diaria, sino en los días que vendrán. "La peor batalla será durante el pico de casos, que se proyecta para las dos o cuatro semanas, y ahora nos enfocamos en tener los recursos necesarios para eso", detalló Cuomo.
Para poder afrontar el pico de la curva y el que sistema de salud no se vea sobrepasado las próximas semanas, las proyecciones reveladas por el gobierno de Nueva York estiman la necesidad de un total de 140.000 camas y 40.000 respiradores.
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