Coronavirus: ¿la variante delta enferma “más fuerte y más rápido” a los jóvenes?
En la actualidad, las personas de entre 18 y 49 años representan el 41% de los internados por Covid, un panorama distinto al del año pasado; creen que se debe a la falta de vacunación y a las particularidades de la nueva cepa
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NUEVA YORK.- Muchos de los pacientes que ingresan en estos días con Covid a los hospitales no solo no están vacunados, sino que tienen mucho menos de 50 años, un cambio muy marcado respecto de los pacientes frágiles y muy mayores que se veían el año pasado, durante el primer brote pandémico.
En todo Estados Unidos, hay jóvenes adultos sin comorbilidades ni los habituales factores de riesgo que llegan a las guardias de hospital con cuadros desesperantes de la enfermedad. Y no queda claro por qué se enferman tan gravemente.
Los médicos que trabajan en zonas calientes con Covid en Estados Unidos dicen que los pacientes que ahora llenan los hospitales no son como los que recibían el año pasado. Casi ninguno de los recién llegados está vacunado y suelen ser jóvenes —veinteañeros o treintañeros—, pero también parecen enfermarse más y deteriorarse más rápidamente que los pacientes jóvenes que ingresaban el año pasado.
Los médicos ya han acuñado una frase para describirlos: “más joven, más grave, más rápido”. Y muchos de los profesionales que los tratan sospechan que uno de los factores que influye es la prevalencia de la variante Delta, que ya representa más del 80% de los casos en Estados Unidos.
Los estudios hechos en un puñado de otros países sugieren que la Delta podría provocar cuadros más severos de Covid, pero no hay datos concluyentes de que la nueva variante afecte más gravemente a los adultos jóvenes.
Algunos expertos creen que el cambio en la composición demográfica de los pacientes responde estrictamente al bajo índice de vacunación de esa franja etaria.
Hasta el domingo, más del 80% de los norteamericanos de entre 65 y 74 años ya estaban vacunados completamente, en comparación con menos de la mitad de los norteamericanos de entre 18 y 39 años, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Las vacunas son muy eficaces para prevenir la enfermedad grave y la muerte de los infectados con cualquier variante del virus, incluida la delta. La abrumadora mayoría de los pacientes internados con Covid en todo Estados Unidos, aproximadamente el 97%, no se habían vacunado.
“Todavía no hay pruebas sólidas de si la variante delta es causante de una forma más grave de la enfermedad”, dice el doctor Adam Ratner, profesor adjunto de pediatría y microbiología en la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
“Puede tratarse de un fenómeno conductual, una combinación del hecho de que estamos reabriendo actividades, y en algunos lugares ya está todo abierto y nadie usa barbijo, algo que no ocurría hace un año o un año y medio.”
“Un nuevo Covid”
Pero en estas últimas semanas la variante delta les ha dado más de un susto y varias sorpresas desagradables a los científicos, y la pregunta sobre la virulencia y la capacidad de la variante para causar cuadros graves de la enfermedad ya tiene carácter de urgente.
Un documento interno de los CDC obtenido la semana pasada por The New York Times admite que la variante delta es tan contagiosa como la varicela y que “puede causar una enfermedad más grave que la Alfa o las cepas ancestrales”.
A fines de enero, la mitad de todos los pacientes hospitalizados por Covid-19 tenían más de 65 años, mientras que los adultos menores de 50 años representaban apenas el 22%, según los CDC. Ahora, las personas mayores representan poco más de una cuarta parte de los pacientes hospitalizados, mientras que los de 18 a 49 años representan el 41%.
“Hay algo diferente en el efecto de esta cepa en los pacientes de esa edad”, dice la doctora Catherine O’Neal, directora del Centro Médico Regional Our Lady of the Lake, en Baton Rouge, Luisiana. “Desde un principio hubo enfermos que no entendíamos por qué se enfermaban tanto, pero era infrecuente. El problema es que ahora pasa todo el tiempo.”
"La variante delta es como si se tratara de otra enfermedad totalmente diferente"
“Personalmente, creo que es un nuevo Covid”, dice O’Neal.
El doctor Cam Patterson, decano de Ciencias Médicas de la Universidad de Arkansas, dice que la edad promedio de los pacientes admitidos en el Centro Médico UAMS durante el invierno era de 60 años, y que ahora la edad promedio es de 40.
“Nuestra percepción es que las personas más jóvenes y saludables son más susceptibles a la variante delta que a las que circulaban anteriormente”, dice Patterson.
El primer caso de variante delta en el hospital universitario UAMS se detectó el 1 de mayo, y para el 17 de junio casi todas las infecciones ya respondían a esa variante. “La transición que vimos hacia pacientes más jóvenes y cuadros que empeoran más rápido coincidió casi exactamente con la aparición del Delta aquí en Arkansas”, dice Patterson. “Para nosotros, es como si se tratara de otra enfermedad totalmente diferente”.
Un caso
Donald McAvoy, un fisicoculturista de 33 años que administra un gimnasio en Jacksonville, Florida, ni se molestó en ir a darse la vacuna porque pensó que el virus afectaba solo a personas mayores con problemas de salud.
Hacia fines de junio, Donald empezó con congestión nasal y pensó que era una alergia o que estaba resfriado, pero su novia le insistió para que se hisopara. Dio positivo y lo mandaron a su casa con un pequeño dispositivo llamado oxímetro, para controlar sus niveles de oxígeno en sangre.
En cuestión de días, su condición empeoró y se derrumbó en el piso de su dormitorio: sus niveles de oxígeno en sangre estaban por debajo de 56, cuando los niveles normales son de 95 para arriba.
En el Centro Médico Baptist Beaches, le administraron oxígeno y lo ingresaron a terapia intensiva, donde pasó 11 días, “la experiencia más aterradora que he pasado en mi vida, no solo física sino mentalmente”, dice Donald. Su médico le dijo que se había sido infectado con la variante delta.
Fue dado de alta el 8 de julio, y lo mandaron a su casa con un tubo de oxígeno. Perdió más de 10 kilos y le advirtieron que debía tomarse de cuatro a seis semanas de descanso, con terapia respiratoria, antes de poder volver a trabajar. Donald teme que la espera sea más larga.
Al principio de la pandemia, los pacientes llegaban al hospital después de experimenta síntomas durante una o dos semanas en sus casas. Ya en el hospital, solían ser tratados en una sala común durante algún tiempo, y recién después se manifestaba o no la necesidad de intubación respiratoria o cuidados intensivos.
Pero ahora los pacientes jóvenes se agravan mucho más rápido, dice la intensivista Angie Honsberg, directora de terapia intensiva del Centro Médico Universitario de Las Vegas. “Mi sospecha es que la variante delta tiene un comportamiento algo diferente.”.
Pero según algunos expertos, eso que parece mayor virulencia de la variante delta puede ser simplemente efecto de su mayor contagiosidad. Cuantas más personas se infectan, más aumentará la cantidad de pacientes graves, por más que la variante en sí no cause cuadros más severos que las versiones anteriores del virus.
“No hay evidencia de que la delta apunte selectivamente a los niños, los adolescentes o los adultos jóvenes”, dice el doctor Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de la Facultad de Medicina Baylor. “Mi percepción es que este virus es tan contagioso que cualquiera que no esté vacunado se lo va a pescar, y eso incluye a los jóvenes.”
The New York Times
Traducción de Jaime Arrambide
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