Coronavirus: el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio positivo en el test de Covid-19
RÍO DE JANEIRO.- Predicó contra las medidas de cuarentena, evitó el distanciamiento social y finalmente, más de cuatro meses después de la llegada de la pandemia a Brasil, se infectó. El presidente Jair Bolsonaro contrajo el nuevo coronavirus, según confirmó en Brasilia, y utilizó el anuncio para minimizar otra vez la enfermedad.
"Estoy bien, normal, hasta con ganas de dar una caminata, pero no voy a hacerlo por recomendación médica", dijo Bolsonaro en una conferencia de prensa improvisada en las afueras de la residencia del a Alvorada.
El presidente se había sometido anoche a un test, el cuarto desde el comienzo de la pandemia, luego de manifestar dolores en el cuerpo, malestar y fiebre (38 grados), síntomas que comenzaron el domingo. Bolsonaro dijo sentirse bien luego de haber pasado el lunes con fiebre y malestar.
La confirmación de que fue infectado por el Covid-19, uno de los más de 1.668.589 que ha reportado Brasil, no lo corrió ni un centímetro de su postura despreocupada y negacionista de la enfermedad.
En una conferencia de prensa marcada por nuevas imprudencias, habló ante periodistas manteniendo poca distancia y en el tramo final de su mensaje retrocedió unos pasos y se quitó el barbijo para hablar.
"¿Qué puedo decir para todo el mundo? El virus es casi como una lluvia. Va a alcanzarte, a algunos no, pero infelizmente sucede", aseguró. "Vamos a tener cuidado, en especial los ancianos y quienes tienen comorbilidades. Los más jóvenes, tengan cuidado, pero si los alcanza el virus, quédense tranquilos que para ustedes la posibilidad de algo más grave es cercana a cero".
Brasil es el segundo país con el mayor número absoluto de muertes en el mundo, con más de 66.741, y uno de los más afectados considerando su población, de más de 210 millones.
Bolsonaro, 65 años, considerado grupo de riesgo, aseguró que trabajará los próximos días por videoconferencia desde la Alvorada. El mandatario dijo que comenzó un tratamiento con hidroxicloroquina, el fármaco utilizado contra la malaria cuya efectividad no ha sido probada para tratar el Covid-19. Incluso ayer asoció la rápida mejoría en sus síntomas a la acción de ese remedio.
"Estoy tomando la tercera dosis. Estoy sintiéndome muy bien, soy una persona más en quien da resultado. Yo creo en la hidroxicloroquina, ¿y usted?", dijo entre risas, en un video posteado en Facebook que pareció una publicidad de la droga.
Desde el inicio de la pandemia en Brasil, a fines de febrero, Bolsonaro ha sido blanco de críticas por haber incumplido sistemáticamente las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar que el virus se expandiera. Promovió aglomeraciones, recorrió sin máscara las afueras de Brasilia e incluso participó de actos de apoyo a su gobierno.
Enfocado en reactivar la economía, alegando que el impacto económico del cierre de actividades puede ser más grave que el del propio virus, Bolsonaro ha alentado sistemáticamente la reapertura de comercios y otros rubros, asunto que lo llevó a confrontar con gobernadores y alcaldes.
Desde hace cerca de dos meses, el Ministerio de Salud brasileño está conducido por Eduardo Pazuello, un general sin formación ni experiencia en el área sanitaria, a menudo elogiado por el presidente por su capacidad como "gestor". .
De la mano de un alivio en las curvas epidemiológicas, Río de Janeiro, San Pablo y otras ciudades ensayan desde el mes pasado una vuelta a la normalidad gradual, con reaperturas de comercios considerados no esenciales. San Pablo reabrió este lunes bares y restaurantes, mientras que Río hizo lo propio el jueves pasado, en medio de críticas por el incumplimiento a medidas de aislamiento.
"No se puede hablar sólo de las consecuencias del virus. La vida continúa. Brasil tiene que producir, poner la economía en marcha. Algunos decían, criticándome, que la economía se recupera, la vida no. La vida ya sé que nadie la recupera, pero si la economía no funciona lleva a otras causas de muerte, de suicidio en Brasil. Eso se olvidó completamente", aseguró el derechista.
La incertidumbre por la salud del presidente tuvo un impacto inmediato en los mercadosapenas se conoció la noticia, pasado el mediodía, cuando el Ibovespa, principal índice de valores de la Bolsa de San Pablo, caía cerca de 1,5%. Al final del día, cerró con una pérdida de 1,2%.
En el plano político, en tanto, las consecuencias son una incógnita. Paulo Calmon, politólogo de la Universidad de Brasilia (UnB), dijo a LA NACION que una evolución de la enfermedad del presidente rápida y favorable, como parece comenzar a perfilarse, podrá servirle para robustecer su narrativa.
"Si se recupera bien, es probable que refuerce el tono de negar la gravedad de la pandemia y resalte que se trata de una exageración", dijo Calmon.
A diferencia del premier británico Boris Johnson , quien haber contraído el virus lo llevó a moderar su discurso negacionista, la tendencia es que Bolsonaro refuerce su postura minimizadora, según Calmon. "Una recuperación rápida será el respaldo perfecto para su teoría de que el virus es sólo una ‘gripecita’".
El sábado Bolsonaro había participado de un almuerzo festivo por el día de la Independencia de Estados Unidos en Brasilia, junto con el embajador de ese país, Todd Chapman, y un grupo de ministros. Todos aparecieron sin máscaras y sin respetar el distanciamiento social, en fotos publicadas posteriormente en redes sociales. El positivo del presidente encendió alarmas en el alto escalón del gobierno y varios ministros pasaron por tests. Hasta ahora no se conoce ningún otro positivo.
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