Coronavirus: Jair Bolsonaro promete rescatar a los estados y pacta un congelamiento de los salarios públicos hasta 2021
Logró el apoyo de los gobernadores y el Congreso a cambio de un salvataje económico de US$11.000 millones; hay más de 310.000 casos y 20.047 muertos
RÍO DE JANEIRO.- El presidente Jair Bolsonaro, el Congreso y los gobernadores brasileños ondearon bandera blanca, una rareza en medio de la pandemia del coronavirus. En una reunión marcada por un clima sereno, el líder ultraderechista obtuvo apoyo de los mandatarios y de las dos cámaras para congelar los salarios de empleados públicos hasta fines de 2021.
La discusión con los gobernadores se enmarcó en el rescate que el gobierno federal hará a los 27 estados por unos 11.000 millones de dólares, tras la aprobación de un proyecto de ley "socorro" en el Congreso para mitigar el impacto económico de la pandemia. El texto aguarda desde el 6 de mayo en el Planalto para la sanción, y ayer Bolsonaro prometió que lo hará "lo más rápido posible".
"Es bueno para el empleado, porque el remedio es el menos amargo, pero es de extrema importancia para los 210 millones de habitantes", dijo el presidente, en la reunión virtual, de la que participaron los presidentes de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Davi Acolumbre. Bolsonaro señaló que la otra alternativa hubiera sido recortar salarios, en momentos en que trabajadores del sector privado están perdiendo empleos o sufriendo rebajas por el parate en la actividad.
Congelar el gasto público en salarios se había convertido en un objetivo central del equipo económico, conducido por el ministro Paulo Guedes. "Necesitamos que muestren que están con Brasil y van a hacer un sacrificio. No pueden quedarse encerrados con la heladera llena viendo la crisis mientras millones están perdiendo el trabajo", había dicho semanas atrás.
El gobierno espera con esta medida alcanzar un ahorro en los cofres públicos de más de 100.000 millones de reales (18.000 millones de dólares).
Brasil sumó ayer 1188 nuevas muertes por el Covid-19 y 18.508 contagios, y alcanzó los 20.047 fallecidos y 310.087 casos desde el 26 de febrero, cuando fue reportado el primero, en San Pablo.
El presidente y los gobernadores evitaron abordar directamente la cuestión sanitaria, eje de discordia entre algunos mandatarios estaduales y Bolsonaro, que brega por una "vuelta a la normalidad".
"Quiero saludar la forma en que la reunión fue conducida, para la unión de todos. Brasil necesita estar unido para vencer la crisis", dijo el gobernador de San Pablo, João Doria, uno de los más críticos de Bolsonaro. "Vamos en paz, presidente".
El clima armonioso, de tregua, repercutió positivamente en los mercados. El Bovespa, principal índice de valores de la Bolsa de San Pablo, cerró con una suba de 2,10%. En tanto, el real se apreció frente al dólar cerca de 2%. Gilberto Braga, analista financiero y profesor del Ibmec, dijo a LA NACION que la reunión significó un triunfo y el fortalecimiento del liberal Guedes.
"Fue política y económicamente importante. Mostró que en medio del caos político que vive Brasil, la cuestión económica es una de las pocas en que existe entendimiento entre el Ejecutivo y el Congreso", dijo Braga. "Para el mercado fue una demostración de que todavía existe el compromiso con la agenda liberal y de reformas de Guedes".
Los gobernadores pidieron que las primeras cuotas de apoyo financiero comiencen a ser liberadas en mayo para paliar las caídas en las recaudaciones. Según datos del Ministerio de Economía, hasta el momento ocho millones de trabajadores del sector privado tuvieron sus contratos suspendidos o sufrieron rebajas salariales. Además, cerca de 50 millones de trabajadores informales están recibiendo auxilios del gobierno por unos 110 dólares por tres meses. Guedes anticipó que la ayuda podría extenderse, aunque en un monto menor.
Brasil se encamina a la peor crisis económica de su historia. La previsión oficial es que este año el PBI caiga 4,7%, aunque analistas del mercado y el sector privado consideran que ese número es optimista y acabará siendo revisado para abajo.
"La unidad va a crear todas las condiciones para que, en un segundo momento, podamos tratar la pospandemia, nuestra recuperación económica y la recuperación del trabajo", dijo Maia.
En tanto, el Supremo Tribunal Federal frenó, una vez más en la pandemia, una decisión del Ejecutivo. Una mayoría de los 11 miembros de la Corte habían votado anoche limitar la medida provisoria por la que Bolsonaro buscaba liberar a los funcionarios públicos de responsabilidades por equívocos u omisiones en el combate contra el coronavirus.
El cuerpo de jueces acabará deshidratando la medida del gobierno, considerada por muchos un "salvoconducto". Para Bolsonaro, podría significar el amparo para eludir un juicio político por cualquier asunto fundamentado en la pandemia.
Evalúan una postergación
El Congreso brasileño evalúa postergar las elecciones municipales, previstas para el 4 de octubre, para evitar riesgos relacionados con la pandemia de coronavirus. El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, dijo ayer que el 15 de noviembre o el 6 de diciembre podrían ser fechas alternativas, que deberán ser consultadas con el Tribunal Electoral.
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