El coronavirus no le da tregua a Italia y Conte prepara más restricciones
ROMA.- Mientras el número de contagios de coronavirus volvió a ser récord en Italia -con 19.644 casos y 151 muertos en las últimas 24 horas-, el gobierno del primer ministro, Giuseppe Conte, se apresta a aprobar un nuevo decreto con ulteriores restricciones para intentar frenar una segunda ola que se avizora catastrófica.
En medio de fuertes discusiones por los efectos que causarán las medidas en una economía ya de rodillas, según el borrador que circula y más allá de que ya rige un toque de queda en casi todas las regiones de 23 o 24 a cinco de la mañana y otras restricciones, el gobierno se apresta a dar otra vuelta de tuerca y dar por terminada esa etapa de "nueva normalidad" a la que se habían acostumbrado los italianos.
De confirmarse las nuevas medidas, a partir del lunes, bares, restaurantes y negocios deberán cerrar sus persianas a las 18 y quedar totalmente cerrados los días domingo y festivos. Las personas que podrán sentarse a comer en un restaurante pasarán a ser un máximo de cuatro, y si hasta ahora en las casas las familias podían invitar un máximo de seis personas -por supuesto utilizando barbijo-, ahora eso ya no va más. Se recomendará no recibir más a nadie que no sea conviviente. Tampoco serán permitidas fiestas, en espacios abiertos o cerrados, así como celebraciones religiosas.
Deberán cerrar, asimismo, cines, teatros, salas para conciertos, salas de juegos y bingos, gimnasios y piletas, hasta ahora abiertos con números limitados y medidas anticoronavirus. Y podría volver a implementarse la prohibición de desplazamiento a otras regiones o a comunas diferentes a las de residencia.
La situación, en efecto, se está precipitando. El Instituto Superior de Salud (ISS) en su informe semanal, al constatar el "rápido empeoramiento" de las cosas, llamó el viernes a tomar más medidas. "Es fundamental que la población se quede en su casa cuando sea posible y reduzca todas las ocasiones de contacto por fuera de su núcleo habitacional que no sean estrictamente necesarias", indicó también.
Italia sumó hasta el momento 37.210 muertos y 505.509 casos. De 203.182 personas actualmente contagiadas, la mayoría en aislamiento domiciliario, 11.287 se encuentran internadas con síntomas y 1128 en terapia intensiva. Con semejantes números pasó a ser imposible el rastreo de contactos y los sitios que hacen hisopado no dan abasto, así como las guardias de hospitales. Y el gran temor es un nuevo colapso del sistema sanitario.
Pese a estos números y el clima de alerta, al leer el borrador de nuevas medidas que se apresta a aprobar el gobierno de Conte, las regiones -en este momento todas afectadas, a diferencia de la primera ola que golpeó sobre todo al norte de la península-, se rebelaron. En una carta, criticaron el toque de queda a las 18 y reclamaron que los restaurantes puedan seguir abiertos hasta las 23, los bares hasta las 20 y también abiertos los fines de semana, así como los centros comerciales.
También se oponen a la decisión de volver a prohibir la libertad de movimiento entre una región y otra, así como de aumentar solo al 75% la enseñanza a distancia (la denominada dad) en las escuelas secundarias. Las regiones, de hecho, querrían detener totalmente la educación presencial de los secundarios, que pasarían a tener clases solamente en forma remota. Para ponerlo en términos simples, los gobernadores de las regiones prefieren cerrar secundarios antes que restaurantes, algo que un sector del gobierno, que quiere darle prioridad a la educación, no está dispuesto a tolerar.
Otras noticias de Covid
Más leídas de El Mundo
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Reabre el 7 de diciembre. Un video muestra cómo quedó el interior de la catedral de Notre Dame tras la restauración
Derrumbe. Es uno de los hombres más ricos del mundo y perdió 12.500 millones de dólares en un día por una trama de sobornos
Adelanto de sus memorias. Angela Merkel reveló el consejo que le dio el papa Francisco para lidiar con Trump