Coronavirus: Italia reabre las discotecas con baile al aire libre y sin abrazos
Corresponsal en ItaliaElisabetta Piqué
ROMA.- Nada de lentos, ni cualquier otro baile en pareja que implique abrazos. En todo caso, se bailará al aire libre, es decir, sólo en espacios externos –jardines, terrazas, etcétera– y los tragos no se podrán tomar en la barra. El lunes próximo volverán abrir en Italia las discotecas, en el marco de la última etapa de desescalada del coronavirusque prevé también el regreso de cines, teatros, salas de juego, es decir, todo lo que había quedado excluido en el gradual fin de la cuarentena.
Como no hay que bajar la guardia porque el virus aún está circulando y podría haber una segunda oleada, según advierten a diario expertos epidemiólogos –el boletín de la Protección Civil reportó hoy 202 nuevos casos–, el vía libre a estas actividades deberá darse en el respeto de estrictas reglas de seguridad, que podrán modificarse de acuerdo a la evolución de la curva del contagio.
Para evitar los aún totalmente prohibidos "assembramenti", es decir, las aglomeraciones, la primera regla acordada por las regiones impone a las discotecas "reorganizar los espacios para garantizar el acceso de modo ordenado". Las líneas-guía aprobadas indican que podrá tomarse la temperatura en el ingreso a los locales, que deberán indicar cuál es su capacidad, dotarse de un cuenta personas y, si es posible, de una puerta de entrada y otra de salida.
Debe preverse, por otro lado, que haya personal suficiente para controlar el respeto del distanciamiento interpersonal, que debe ser de un metro entre los usuarios y "de al menos dos metros entre quienes acceden a la pista de baile". Lo cual significa que nada de lentos, ni otras danzas que impliquen abrazos, algo que será más que difícil de hacer cumplir a los adolescentes en este primer verano en tiempos de Covid-19.
La pista de baile podrá ser solamente al aire libre. "El baile puede permitirse exclusivamente en los espacios externos –jardines, terrazas, etc–. Los usuarios deberán utilizar barbijo en los ambientes cerrados y en el exterior cuando no sea posible respetar la distancia interpersonal de un metro. El personal de servicio debe utilizar el barbijo y debe proceder a una frecuente higienización de las manos", puede leerse en el texto de la directiva que firmará el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anticipado por el diario Corriere della Sera.
Las discotecas deberán garantizar un sistema de reserva, con pago de entrada y compilación de un formulario preferiblemente online, para evitar previsibles aglomeraciones. Además, respetando la privacidad de la gente, los locales deberán mantener si es posible un registro de las presencias por un período de 14 días, algo que ya sucede en establecimientos balnearios, que tiene como fin rastrear posibles casos.
Como ya sucede en negocios, centros comerciales, estaciones y aeropuertos, tendrá vedado su ingreso quien a la hora del control de la temperatura supere los 37,5 grados Celsius. La caja de la disco deberá estar protegida por una barrera o panel y, en todo caso, deberá favorecerse el pago electrónico. En los guardarropas, la vestimenta y los objetos personales deberán colocarse en bolsas especiales.
Tragos
No podrán consumirse tragos y bebidas en la barra, sino donde pueda asegurarse una distancia interpersonal de al menos un metro. El acceso a la barra deberá darse con una "modalidad ordenada y, de ser necesario, limitada a cierto número de personas". Al margen de que las mesas y sillas deberán ser dispuestas de modo de asegurar el mantenimiento de la distancia de al menos un metro, que sólo podrá reducirse con barreras físicas, cada objeto dado a los clientes (abridor de botella, cubos para el hielo) deberá ser antes desinfectado.
En las salas de juego, que también reabrirán el lunes, valen las misma reglas: distanciamiento y barbijos y sanidad de objetos después de su uso.
En el marco de la tan ansiada reapertura de las discotecas, los alcaldes de las grandes ciudades de Italia reclamaron al ministerio del Interior un refuerzo de los controles policiales, asustados por las "movidas" nocturnas. Es decir por las multitudes de jóvenes que los últimos fines de semana, los primeros en libertad y después de tres meses de encierro, salieron a las calles a tomar algo y a celebrar en los lugares más de moda, en aglomeraciones que podrían determinar nuevos contagios.
Aunque los alcaldes pidieron más patrullas de policía –porque en muchos casos no hubo distanciamiento, sino ruido, demasiado alcohol y hasta episodios de violencia–, el ministerio del Interior consideró que no es necesario. "Más que un problema de policía es una cuestión de educación", hizo saber la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, que excluyó cualquier "militarización" de los lugares de la "movida" y llamó a favorecer "la sensibilización hacia comportamientos más responsables".
Por Elisabetta Piqué
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