Coronavirus: el impacto de la pandemia hunde a Brasil en recesión técnica
RÍO DE JANEIRO.- Afectado por la parálisis de actividades que provocó la pandemia del coronavirus, Brasil sufrió un desplome histórico de su economía de 9,7% en el segundo trimestre del año.
La contracción del Producto Bruto Interno (PBI), comprendida entre abril y junio, es la mayor registrada desde 1996, cuando comenzó la serie, según divulgó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas. El dato confirmó el ingreso de Brasil en una recesión técnica tras haber acumulado dos trimestres consecutivos de contracción.
Entre abril y junio la mayoría de los estados estuvieron alcanzados por restricciones de actividades para contener la pandemia del Covid-19, pese al deseo del presidente Jair Bolsonaro de que no se paralizara la economía.
La magnitud de la caída en el segundo semestre confirmada ayer estuvo dentro de los parámetros esperados. Algunos economistas e incluso el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, evaluaban días atrás que la contracción podía llegar incluso hasta 11%.
El PBI brasileño, con una retracción acumulada de 5,9% en el primer semestre respecto al mismo período del año pasado, se achicó hasta el mismo nivel que tuvo en el final de 2009, cuando más sintió el impacto de la crisis financiera global.
Poco antes de que se conociera el dato de la contracción, Bolsonaro anunció hoy que el gobierno decidió prorrogar hasta diciembre el pago del Auxilio Emergencial,un subsidio para informales que ha sido clave en el repunte de su popularidad.
"Atendiendo a la economía, encima de la responsabilidad fiscal, decidimos fijarlo en 300 reales (55 dólares)", dijo el presidente brasileño. Por cuatro meses más, unos 66 millones de brasileños recibirán el subsidio con la mitad del valor que habían recibido desde abril.
De acuerdo con Gilberto Braga, profesor de economía del Ibmec, la inyección de subsidios récord en la economía, con un gasto de más de 50 mil millones de reales por mes (más de 9 mil millones de dólares), colaboró para que el derrape no fuera mayor.
Brasil, el segundo país más afectados por la pandemia, confirmó más de 3.950.000 contagios y más de 122.000 muertes por el virus. El presidente brasileño minimizó la gravedad del virus bajo el argumento de que el impacto de las restricciones en la economía no deberían ser más graves que la enfermedad.
Dos de los sectores más castigados por la crisis, según reportó el instituto de estadística, fueron la Industria (-12,5%) y Servicios (-9,7%). En contrapartida, el sector agropecuario creció 0,4% y colaboró para que la caída del PBI no fuera mayor.
"El consumo de alimentos no sufrió grandes cambios. Con el confinamiento, muchas personas incrementaron el consumo de productos agrícolas", dijo Braga a LA NACION, quien ponderó que la depreciación del real estimuló el aumento de la producción del agro.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, se ha mostrado optimista de que Brasil podrá emerger de la crisis con una economía que rebotará rápidamente y con fuerza. "La economía ya comienza una retomada en "V". (El dato resultado del segundo trimestre) Es un sonido distante, del impacto de la pandemia atrás", aseguró ayer.
El mercado revisó positivamente las proyecciones de caída del PBI para 2020 en las últimas nueve semanas. El lunes el boletín Focus del Banco Central, que reúne estimaciones de diferentes instituciones financieras, previó un retroceso de 5,28% para este año. Un mes atrás, el mismo boletín auguraba una caída de 6,5%. Los bancos creen que Brasil crecerá 3,5% en 2021.
Animado por la mejora en su popularidad, fundamentada en el Auxilio Emergencial, Bolsonaro presionó para mantener elevado el nivel de subsidios en 2021. Las diferencias con Guedes, un liberal que impulsa una agenda de control del gasto, se hicieron públicas generando incertidumbre entre parte del empresariado sobre el real compromiso del gobierno con el equilibrio de las cuentas públicas.
Eduardo Correia, profesor del Insper en San Pablo, dijo a LA NACION que Brasil todavía no presenta condiciones sólidas que permitan anticipar una recuperación sólida en el corto plazo. Correia citó una situación de incertidumbre en el empresariado sobre el rumbo económico.
"No está claro si Guedes manda todavía en la política económica o vamos rumbo a una etapa más populista de Bolsonaro", aseguró el profesor del Insper. "El horizonte de planificación de las empresas es pésimo porque nadie tiene idea de cómo estará el cambio, la inflación y la tasa de interés de acá a un año".
Una vez que concluya el Auxilio Emergencial en diciembre, aparece en el horizonte del gobierno inaugurar el Renta Brasil, un programa de asistencia que prevé reemplazar y borrar el Bolsa Familia, insignia del Partido de los Trabajadores. Para Bolsonaro, que en enero entrará en la segunda mitad de su mandato, es una forma de cimentar su candidatura para la reelección.
En un intento de brindar una señal al mercado, el gobierno anunció que enviará el jueves al Congreso un proyecto de reforma administrativa, que busca achicar el gasto del estado quitándole privilegios a quienes ingresen a la administración pública.
Guedes, por último, aseguró que el gobierno se mantendrá dentro del techo de Gastos en 2021, ante la creciente desconfianza entre inversores de que pueda ser burlado para incrementar el gasto social. "Necesitamos contener el gasto porque el techo no puede ser perforado. Queremos dar un mensaje de responsabilidad fiscal".
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