Coronavirus: los ganadores y perdedores de un día crucial para la UE
BRUSELAS.- "Revolucionario", "histórico", "un éxito". Así calificaron los medios internacionales al acuerdo alcanzado anoche por los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) sobre el masivo plan de reactivación económica de 750.000 millones euros destinado a ayudar a los países del bloque más afectados por la pandemia de coronavirus, España e Italia.
Después una cumbre maratónica, pareciera que los países firmantes están conformes con lo pactado. Sin embargo, el consenso ha sido difícil de alcanzar. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han ejercido de mediadores entre Norte y Sur durante estos cuatro días, aunque en varias ocasiones han perdido la paciencia con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, por su postura inflexible y el resto del club de los "frugales" (Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia).
Finalmente, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, anunció en su cuenta de Twitter a las 5:30 de la mañana que el acuerdo había sido alcanzado, aunque con algunas variaciones con respecto a la propuesta original, como la reducción de las transferencias presupuestarias al Sur y la posibilidad de "un freno de emergencia" para los países del Norte, que ayudaron a desbloquear las negociaciones.
Mayores ganadores
Aunque existe consenso sobre el éxito del acuerdo, las concesiones que hicieron España e Italia han alterado el mapa de ganadores y perdedores. Le Figaro, El Español y otros medios citan a los llamados "frugales" como los mayores vencedores, dado que las transferencias se quedarán en 390.000 millones de euros, 110.000 millones menos que los que recogía la primera propuesta. El resto del fondo, 360.000 millones de euros, llegará a los Estados miembros en forma de préstamos que tendrán que devolver.
Otra de las victorias que se han apuntado los países del Norte es el aumento de sus cheques de descuento del que se benefician los mayores contribuyentes al presupuesto de la UE. En concreto, Holanda, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania verán reducidos sus aportes durante todo el periodo en 53.000 millones de euros que tendrán que completar el resto de Estados miembros.
Además, el fondo incluye un "freno de seguridad", que permitirá de facto a los países nórdicos paralizar las ayudas a España e Italia si consideran que no hacen las reformas y ajustes exigidos.
El acuerdo final establece que los planes nacionales de reformas serán aprobados con mayoría cualificada entre los 27 miembros y los desembolsos posteriores dependerán del cumplimiento de una serie de objetivos preestablecidos. La Comisión Europea evaluará si se han cumplido estos objetivos, aunque excepcionalmente uno o más socios que tengan dudas de su análisis podrán pedir que debata entes a nivel de líderes.
"Teníamos una línea roja: nunca hubiéramos consentido que ningún país tuviera el derecho de veto o de intromisión sobre los planes nacionales", ha dicho sobre esta cuestión el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, para quien hubiera sido "inaceptable" aprobar que un Estado miembro pudiera "invadir" las competencias de la Comisión Europea.
El acuerdo también ha sido una gran victoria para Polonia y Hungría, según Le Monde y otros medios europeos. El periódico francés reportó que "se negoció un compromiso ambiguo sobre el respeto del Estado de derecho, dejando la puerta abierta a la interpretación".
El acuerdo final elimina las condiciones en materia de Estado de derecho, una cuestión que preocupaba particularmente a Polonia y Hungría, países que se benefician mucho de las ayudas europeas y cuyos Gobiernos están expedientados por la UE por su deriva autoritaria. La definición estricta de este tipo de condicionalidad se deja para más adelante.
Perdedores
"El estado de derecho fue totalmente sacrificado en el altar", escribió en el periódico Il Foglio el corresponsal David Carretta. "Se ha invitado a la Comisión a que presente un mecanismo que prevea el voto por mayoría, pero, de hecho, se encontrará sin dientes para morder a Polonia o Hungría".
Aunque principal objetivo era impulsar una recuperación "verde, digital", y "mejorar el capital humano para una economía competitiva, inclusiva y sostenible", Carretta también considera que el clima sale mal parado en este acuerdo "con una condicionalidad diluida en el objetivo de la neutralidad climática para 2050".
Charles Michel "tendrá que justificar ante el parlamento de la UE el hecho de que el documento terminado no incluye gastos en muchos proyectos de investigación y clima", concuerda el Der Standard de Austria.
Por su parte, el primer ministro polaco también "se jactó de que Polonia se había resistido con éxito a vincular la parte del dinero con un compromiso con la lucha contra el calentamiento global", señala un corresponsal en Gazeta Wyborcza.
"La UE sigue teniendo la imaginación para pensar en grande", ha celebrado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien "prácticamente desapareció durante las negociaciones". Sin embargo, el acuerdo la convierte en una de las derrotadas ya que la deja con mucho menos dinero para llevar a cabo su agenda, según reportó Euronews.
España e Italia
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, celebró hoy el acuerdo alcanzado entre los líderes de la UE, y precisó que beneficiará a España con 140.000 millones de euros.
"Ha sido una negociación difícil, en la que llevamos inmersos unos meses extraordinariamente complicados y con un tramo final, tan exitoso como extenuante", dijo Sánchez desde Bruselas.
Sánchez ha anunciado que el plan de reformas que debe presentar el Gobierno español para acceder a los fondos de la UE dará prioridad a la transición digital y verde y también a la formación de estudiantes y trabajadores.
Con respecto a Italia, el fondo le aportaría 209.000 millones de euros. El primer ministro Giuseppe Conte dijo que se "ha protegido la dignidad de los italianos".
Eje franco-alemán
Aunque Macron lo calificó como "un día histórico para Europa", según el periódico austríaco Wiener Zeitung, está claro que el equilibrio de poder dentro de la UE ha cambiado "debido a que el desafío de un grupo cerrado de pequeños estados ha frenado el motor germano-francés", refiriéndose a los frugales.
"Ahí están de nuevo, los británicos. Aunque se han reducido a una población de 17 millones de habitantes, conducen por el lado derecho de la carretera y hablan holandés. Pero han dominado el papel del hombre del saco, que se está haciendo impopular en la mesa de negociaciones de Bruselas", escribió el diario Suizo NZZ.
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