Coronavirus: ante la emergencia, en Francia usan los respiradores veterinarios para asistir a las personas

La pandemia de coronavirus tomó por sorpresa a la mayoría de los países del mundo. No solamente por aquellos casos en los que se subestimó la enfermedad, sino por la insuficiente estructura en materia de salud. En las versiones más virulentas del desarrollo de los síntomas, la neumonía aparece como el mayor riesgo para los pacientes graves. Los respiradores son indispensables para mantener con vida a muchas personas y, por la veloz propagación de los contagios, no hay suficientes.

En Francia, donde la enfermedad alcanzó a más de 45.000 personas, el ministerio de Salud se vio obligado a pedirles a los veterinarios que presten los respiradores que utilizan con animales para poder asistir a las personas de mayor riesgo.

En la última semana, el coronavirus causó estragos en Francia, donde ya se contabilizan más de 3000 muertos. La compañía francesa Air Liquide prometió fabricar 1000 respiradores para ampliar la capacidad de los servicios de cuidados intensivos, pero no estarán disponibles hasta dentro de quince días.

Fue por eso que se esta recurriendo a los respiradores de las veterinarias, que no son muy diferentes de los que se usan para los seres humanos. Algunas clínicas y centros veterinarios ya entregaron parte de su material a los hospitales.

Además de los respiradores, los veterinarios entregaron llaves para oxígeno y máscaras de válvula. Cerca de mil establecimientos veterinarios se contactaron ya con el Ministerio de Salud.

Según el portal de noticias de Radio Francia Internacional, el departamento de Île-de-France, cuya capital es París, recuperó de esta manera medio centenar de respiradores y 200 concentradores de oxígeno para combatir el coronavirus.

"Improvisación ante la escasez. Gracias a las veterinarias por prestarnos sus equipos", escribió en su cuenta oficial de Twitter el Centro Médico de reanimación de la localidad de Saint-Antoine.

Una niña de 15 años, salvada gracias a los veterinarios

En el hospital militar Begin de Saint-Mandé, en las afueras de París, una adolescente de 15 años se salvó gracias a esta medida. Pasó siete días en cuidados intensivos conectada a un respirador veterinario. "Tuvo días difíciles, pero se curó y ya fue dada de alta. Actualmente está muy bien", dijo a la prensa Jean-Pierre Tourtier, jefe de cuidados intensivos de ese hospital.

Además, unos 5000 veterinarios aceptaron el llamado del gobierno para integrar el equipo de reserva sanitaria voluntaria ante la falta de enfermeros por la pandemia.

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