Coronavirus: los expertos brasileños definen a su país como un "paria internacional de la salud pública"
RIO - Con las 200.000 muertes registradas oficialmente por el Covid-19, Brasil registró su nombre como uno de los protagonistas en la historia de la pandemia, uno de los peores momentos vividos por la Humanidad. La cara del fracaso contra el coronavirus es brasileña. Sin pruebas masivas, sin distancia social y sin una vacuna, el país, una vez orgulloso de su programa de vacunación, ha superado las proyecciones más pesimistas y se convirtió en lo que los científicos llaman un "paria internacional" de la salud pública.
El país tiene el segundo mayor número de muertes del planeta, solo superado por Estados Unidos, con una población un 50% mayor y sin una política nacional contra la pandemia.
"Nos hemos convertido en parias internacionales de la salud pública. 200.000 muertes son el resultado de una crueldad indescriptible. La historia podría ser diferente. Brasil fue un referente en salud pública. Pero todo fue tirado a la basura. Una política negacionista, la falta de coordinación nacional y medidas contradictorias, además de la falta de empatía, nos colocan donde estamos. El Sistema Único de Salud (SUS) salvó a mucha gente, pero no hay milagro - dice el profesor de epidemiología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Roberto Medronho.
Mientras que el resto del mundo comenzó en 2021 contando la cantidad de personas vacunadas, Brasil solo agrega nuevos enfermos y muertos. Y las proyecciones indican que las muertes podrían llegar a 300.000 en abril, si no se hace nada, advierte el investigador de la Universidad de San Pablo (USP), Domingos Alves, del portal Covid-19 Brasil. Si la promesa de vacunación en febrero se hace realidad, incluso entonces, dice, los muertos serán al menos 230.000.
"Antes de que comience la vacunación, tendremos problemas para enterrar a los muertos y colapso de la red de salud porque no hemos adoptado medidas de distanciamiento y pruebas - advierte Alves.
Alves señala que diez estados brasileños tienen un promedio de casos diarios más alto que en la primera ola. En estos lugares, las proyecciones indican un colapso del sistema de salud para fines de la próxima semana.
La marca de 200.000 muertes, superó el peor escenario estimado por el Ministerio de Salud al inicio de la pandemia. En ese momento, se temía que los muertos llegaran a 180.000.
"Estamos en una meseta de muerte de Covid-19. Y las perspectivas no son alentadoras. Las aglomeraciones no se combatieron como debieran, el presidente Jair Bolsonaro sigue despreciando las vacunas, y no da el ejemplo. La falta de planificación es un amateurismo que impresiona", dice Medronho.
El presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), Rubens Belfort Jr., también agrega que este será un año difícil. "Si 2020 fue inesperadamente terrible, 2021 será previsiblemente trágico. La sociedad fue engañada, con promesas que no se han cumplido. Si empezamos a vacunarnos en febrero, significa que en junio estaremos en el infierno. Aquellos que pueden vacunarse en Europa, las élites están dispuestas a pagar lo que sea para vacunarse. Pero la mayoría de la población no podrá protegerse", dijo Belfort.
Medronho considera que la división de grupos establecida por el Ministerio de Salud en el Plan de Inmunización deja fuera al que, a su juicio, es el grupo de mayor riesgo: los pobres, y especialmente los negros.
"Ser pobre es uno de los principales factores de riesgo para morir por Covid-19 en Brasil. Y en Brasil, ser pobre casi siempre es ser negro. El coronavirus expuso y profundizó nuestra inmensa desigualdad", destaca Medronho.
Diario O Goblo/GDA
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