Coronavirus: Europa lanza nuevas reglas para intentar salvar la temporada de verano
PARÍS.- Mientras millones de europeos se preguntan cómo serán este año sus vacaciones veraniegas y los gobiernos nacionales estudian la posibilidad de abrir o no sus fronteras internas, la Comisión Europea (CE) propuso una serie de recomendaciones para evitar el derrumbe total de la industria turística del bloque, que representa el 10% del PBI de la Unión.
En momentos en que la pandemia está lejos de haber desaparecido, nadie piensa seriamente en Bruselas que la temporada turística pueda salvarse este año. Pero sometido a la presión de los representantes de la profesión, el ejecutivo europeo decidió hacer una serie de propuestas que, no obstante, los gobiernos del bloque no tienen obligación de acatar.
Consciente de que las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) permanecerán cerradas este verano -lo que privará automáticamente a los 27 países miembros del 18% de sus ingresos turísticos-, la CE preconiza una apertura progresiva de fronteras interiores entre países vecinos, con el mismo perfil epidemiológico y que hayan adoptado similares medidas preventivas (confinamiento, distancia social, etc.). Con ese fin, Bruselas se comprometió a publicar un mapa que mostrará, en tiempo real, la circulación del Covid-19 en todos los países del Viejo Continente.
Con prudencia, para no herir susceptibilidades, la Comisión se encargó de dejar bien en claro que "no se trata de recomendaciones, sino de orientaciones". En efecto, nada obliga a los Estados miembros a tener en cuenta esos consejos, pues el cierre o la apertura de fronteras es una cuestión de soberanía nacional. Por esa razón, durante las peores semanas de pandemia, todos multiplicaron los anuncios desordenados en ese y otros terrenos.
El último de esos episodios se produjo en España, cuyo gobierno anunció ayer que toda persona que llegue a su territorio desde el extranjero sería sometida a una cuarentena de 14 días. Francia había tomado la misma decisión hace 15 días, antes de retractarse parcialmente, exonerando a los residentes europeos de toda cuarentena. Grecia y Croacia, por su parte, lanzaron recientemente la idea de "pasaportes Covid-19" que permitirían a su titular circular libremente.
A su vez, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, evocó una apertura de fronteras con "los países que registren el mismo éxito que nosotros, como Alemania y República Checa". De inmediato, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, denunció "una carrera para ver quién es el mejor de la clase", recordando que miles de alemanes se habían contaminado este invierno en las estaciones de esquí austríacas.
Respondiendo al esquema de la Comisión, Viena indicó, en todo caso, que abrirá sus fronteras con Alemania el 15 de junio próximo. Gran defensora de la libre circulación en Europa, la canciller alemana, Angela Merkel, fue aún más lejos anunciando la apertura de su país al turismo del espacio Schengen a partir del 15 de junio.
"En los próximos días los controles dejarán de ser sistemáticos", afirmó la canciller, después de que su ministro del Interior, Horst Seehofer, anunciara el levantamiento gradual de los controles a partir de este sábado y con la perspectiva de haberlos suprimido totalmente a mediados de junio.
La misma medida debería ser adoptada por Francia, mientras las dudas persisten con España e Italia, que lo decidirán en función de la situación de la pandemia.
El restablecimiento de la libertad de movimiento dentro del espacio Schengen es crucial para el turismo europeo, que representa 10% del PBI de la UE y 12% del empleo. El turismo intercomunitario, por su parte, significa el 38% de la cifra de negocios del sector.
En el contexto actual, la Comisión pidió a la industria turística que tome todas las precauciones necesarias para evitar una nueva ola de Covid-19: alcohol en gel para los clientes en todas partes, personal correctamente protegido con tapabocas y paredes en plexiglás. En los trenes, aviones, en la playa o los restaurantes un riguroso respeto de la distancia interpersonal. Y una exhaustiva información a los clientes sobre las condiciones en que serán recibidos.
"Sobre todo, es necesario que el país de destino posea la capacidad de enfrentar una reaparición de la epidemia: tests, sitios de aislamiento para los nuevos casos y camas de hospital", señala una fuente de la Comisión.
En cuanto a las compañías aéreas, la CE les solicita que realicen atractivas propuestas de reemplazo a los pasajeros que no pudieron transportar en estos meses por culpa de la pandemia. Bruselas recordó, sin embargo, que si el cliente prefiere un reembolso, la empresa tiene la obligación de responder favorablemente, en conformidad con las reglas europeas en vigencia. La Comisión se negó así a acceder a una insistente solicitud -apoyada por numerosos Estados- de ese sector jaqueado por la pandemia.
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