El país asiático comenzó su proceso de vacunación en julio del 2020 y, aunque parece marchar a un ritmo lento, los especialistas afirmaron que es uno de los más avanzados
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La maratónica carrera por vacunar a la población contra el covid-19 supone desafíos gigantescos para gran parte del mundo. Mientras algunos países avanzan a paso rápido, es el caso de Israel, Chile o Reino Unido, otros recibieron cuestionamientos por la lentitud de su proceso en medio del programa de inoculación más grande de la historia.
China parece ser uno de ellos. A pesar de comenzar con su campaña en julio del año pasado y de ser uno de los grandes fabricantes de vacunas en el mundo, su lenta cobertura de inmunización ha generado que autoridades y expertos de ese país tengan que salir a dar explicaciones. Según datos de Our World in Data, al 14 de marzo China había administrado 4,51 dosis por cada 100 personas.
Esta es una cifra relativamente baja si se la compara con países como Israel, que a la fecha administró 109,8 por cada 100 personas o el Reino Unido, Estados Unidos y Chile, que dieron 39.7, 33.5 y 38.8 por cada 100 personas, respectivamente. Pero si se observan los número absolutos, China no está mal.
De acuerdo con los últimos datos entregados por las autoridades de ese país, hasta el martes 14 de marzo se habían aplicado casi 65 millones de dosis, una cifra que solo es superada por Estados Unidos, que hasta la fecha administró 110 millones de vacunas.
Y es que, a diferencia de otros países, el gigante asiático tiene un reto mayor al ser la nación con más habitantes del mundo: nada más ni nada menos que 1.400 millones de habitantes. Es decir, casi la quinta parte de la población mundial.
¿Cuál es el plan de China para vacunar a toda su población? ¿Cuán urgente es para ellos esta campaña? ¿Cómo se explica esta supuesta lentitud en su proceso mientras exportan millones de dosis al extranjero?
En BBC Mundo respondieron a estas y otras preguntas para entender lo que hay detrás del proceso de inoculación en el país con más habitantes del mundo.
1. Aceleración de su campaña
El principal asesor médico de Beijing, Nashan Zhong, señaló a principios de marzo que si bien el progreso de inoculación en China podía parecer más lento en comparación con otros países, hay planes para acelerarlo y llegar al 40% de la población en julio, es decir, 560 millones de personas.
Para alcanzar ese objetivo, y considerando que ya administraron 65 millones de dosis, el país asiático necesitaría un promedio de alrededor de 4 millones de inyecciones al día.
Además, Gao Fu, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, dijo que el plan es vacunar entre el 70% y el 80% de su población entre fines de 2021 y mediados de 2022 con el fin de alcanzar la inmunidad colectiva.
Es un desafío que, sin duda, pondrá a prueba el tremendo poder industrial del país. La gran pregunta es si es que existe realmente la capacidad para hacerlo.
“China tendrá que vacunar a más de mil millones de personas con dos dosis, por lo que en total necesita más de 2 mil millones de dosis. Y eso va a llevar algún tiempo porque necesitarán fabricar todas esas dosis, es realmente mucha gente”, explicó a BBC Mundo Benjamin Cowling, profesor de epidemiología de la Universidad de Hong Kong.
El académico agregó que para ello la mayor limitación estará en los suministros de las dosis. Sin embargo, la Agencia de Noticias oficial del gobierno de China, Xinhua, informó que las grandes farmacias del país -China National Pharmaceutical Group (Sinopharm), CanSino Biologics Inc (CanSinoBIO) o Sinovac Biotech Ltd- actualmente tienen capacidad para producir hasta 2 mil millones de dosis de vacunas Covid por año y que están incrementando su producción.
Esto sería suficiente para inocular a su población e, incluso, continuar con su ambicioso programa de exportación a otros países. En declaraciones a los medios estatales a principios de enero, el presidente de Sinopharm, Yang Xiaoyun, confirmó que su empresa podría producir 1.000 millones de dosis en 2021, lo que proporcionaría la inoculación a 500 millones de personas.
Pero no todo es el líquido de una vacuna.
“El líquido es muy importante pero también tenemos que pensar en que se requiere de millones de jeringas, donde están particularmente escasos, además del personal de salud y de gente que ayude en el proceso”, dijo Cowling. Aún así, el epidemiólogo aseguró que China puede sorprender con su potencial en términos de logística.
“Van a tener que instalar centros de vacunación masiva en todas las ciudades del país. Pero su gran fortaleza es la logística. Lo vimos haciendo los ejercicios de testeo masivo, donde lograron testear ciudades enteras de millones de personas en menos de una semana. Son capaces de conseguir muchos ayudantes y trabajadores comunitarios”, aseguró.
2. Control de la pandemia y falta de confianza
China fue especialmente exitosa en contener la pandemia con estrictas medidas y minimizando los casos nuevos. Y eso, justamente, jugó en contra del plan de vacunación del gigante asiático pues la gente no percibe que haya demasiados riesgos.
“Algunos expertos dicen que debido a que el confinamiento inicial fue tan efectivo, la mayoría de las ciudades ya no tienen brotes de virus, por lo que la gente común no siente la urgencia de vacunarse”, explicó Howard Zhang, editor del servicio chino de la BBC.
“Ahora con el verano a la vuelta de la esquina, muchas personas inseguras sobre los efectos a largo plazo de las vacunas, simplemente quieren esperar un poco más”, agregó. En septiembre del año pasado, Gao Fu aseguró que China “ya sobrevivió al impacto del covid-19 varias veces” y que, mientras no se produzca un brote grave, no existe la necesidad de realizar una vacunación masiva.
Hasta el momento, China priorizó a las personas de entre 18 y 59 años que corren un mayor riesgo de infección y transmisión, como trabajadores críticos (de los rubros de la Salud o Transporte, entre otros) y empleados del servicio público.
Y aunque un ciudadano puede solicitar la vacuna de forma voluntaria (en caso de que tenga un viaje programado, por ejemplo), Howard Zhang afirmó que “la tasa de aceptación voluntaria es baja”. ¿La razón? “Muchos apuntan a la confusión inicial y a la tradicional falta de confianza en el establecimiento médico por la lenta adopción”, explicó.
No obstante, Howard afirmó que hay indicios de que el gobierno de Xi Jingping está aumentando el programa de vacunación obligatoria, al solicitarle a todas las empresas estatales y empresas extranjeras contratadas por el gobierno que vacunen a sus empleados.
“China tiene una máquina estatal muy poderosa. Si el gobierno central opta por forzar la vacunación a toda la población, lo más probable es que lo haga con bastante rapidez”, agregó el editor de la BBC.
3. Diplomacia de las vacunas
China implementó un exitoso plan de exportación de vacunas al mundo, convirtiéndose en un país ancla en este complejo proceso masivo de inoculación. Según cálculos de la agencia de noticias The Associated Press (AP), China comprometió alrededor de 500 millones de dosis a más de 45 países, muchos de ellos socios estratégicos.
Latinoamérica no fue la excepción. Chile, México, Argentina y Brasil son algunos de los países que se beneficiaron de la producción del gigante asiático. También lo hicieron una veintena de naciones en Asia y Medio Oriente.
Y a pesar de que muchos podrían preguntarse por qué China está exportando sus dosis a un nivel tan alto si es que aún no tiene un gran porcentaje de su propia población vacunada, lo cierto es que la “diplomacia de las vacunas” trae varios beneficios.
Uno de ellos, dicho por las propias autoridades chinas, es que la inmunidad del resto del mundo también terminará por beneficiarlos a ellos al reducir la importación de nuevos casos. Pero también hay importantes razones políticas y económicas.
“Si quieres prestigio internacional, si deseas que tu vacuna sea reconocida, debes usarla fuera de tus fronteras”, señaló a BBC Mundo Steve Tsang, director del SOAS China Institute de la Universidad de Londres. “China quiere prestigio, reconocimiento, estar en la cima. Está tratando de ser reconocida como el líder más grande de todos los tiempos. ¿Cómo lo hará si no se presenta como líder frente a las vacunas de covid?”, agregó.
Tsang afirmó que para Xi Jingping también es importante demostrarles a los europeos, estadounidenses y británicos que ellos sí exportan y que no bloquean el traslado de las dosis como sí lo hicieron países como Italia.
Y, como es de esperar, su influencia la están utilizando a su favor. Según explicó Howard Zhang, Beijing anunció recientemente que cualquier persona que quiera viajar a China tendrá un proceso de solicitud de visa “más fácil” si puede demostrar que recibió “vacunas fabricadas en China”.
Con todo, muchos temen que las fronteras del país asiático van a permanecer cerradas hasta el próximo año. Pero, si cumplen con su promesa de acelerar su plan de vacunación, China podría volver a sorprender al mundo con su poderosa industria y capacidad de gestión.
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