Cuarentenas por coronavirus en el mundo: qué se puede hacer y qué no
LA NACION
El coronavirus que se desató en China a principios de este año obligó a los países a tomar medidas drásticas ante su vertiginosa propagación. Según un relevamiento de la agencia AFP, más de quinientos millones de personas fueron puestas en cuarentena en todo el mundo para frenar la pandemia.
Algunos países tomaron medidas coercitivas, otros solo emitieron recomendaciones. Además de China, que puso en aislamiento total a la provincia de Hubei, al menos ocho países confinaron a toda su población: Italia, España, Líbano, República Checa, Francia, Israel, Venezuela y Bélgica; que en total cuentan con unos 240 millones de habitantes. En la mayoría de esos lugares, se puede salir para trabajar, comprar productos de primera necesidad o recibir atención médica, aunque cada territorio tiene sus particularidades. Aquí algunos ejemplos:
Cuarentena en China
La provincia china de Hubei y su capital, Wuhan, donde apareció el Covid-19, están aisladas del resto del mundo desde finales de enero. Si bien la cuarentena continúa, desde el 14 de marzo empezaron a disminuirse las restricciones a los desplazamientos.
En Wuhan, epicentro del virus, no se permitieron viajes dentro o fuera de la ciudad, ni siquiera por motivos médicos. Se suspendió el transporte público y se prohibió el paso de autos en las rutas, a excepción de quienes estuvieran trabajando para combatir el virus. Además, se prohibieron las visitas en las residencias, salvo para quienes ayuden a personas mayores o discapacitadas.
Las escuelas y universidades se mantuvieron cerradas, al igual que los comercios, a excepción de farmacias y supermercados. En tanto, a las personas solo se les permitía salir de sus hogares para obtener suministros esenciales o buscar ayuda médica, y cualquier persona que saliera debía usar barbijo.
Después de dos semanas de aislamiento, las medidas se reforzaron y las autoridades ordenaron buscar casa por casa a individuos potencialmente infectados y los obligaron a pasar a cuarentena. Ahora se levantaron algunas restricciones para que algunas industrias clave empiecen a reactivarse, pero las escuelas aún están cerradas y continúan las restricciones al transporte.
Ecuador
El presidente ecuatoriano Lenín Moreno decretó el lunes el estado de excepción en el país, que implica un toque de queda nocturno para frenar el avance del coronavirus. Se trata de la medida más drástica asumida por un país latinoamericano y establece el cierre de todos los servicios públicos, excepto salud y seguridad, y un toque de queda por 14 días que regirá entre las 21 horas y las cinco de la mañana. Esto restringe la circulación de transporte público interprovincial por tierra y aire y busca reducir a la mitad la circulación vehicular en las ciudades.
El presidente señaló que en el sector privado sólo se permitirá la actividad de los sectores de alimentos y producción agrícola, y los trabajos en bancos y negocios financieros.
Al menos seis lugares implantaron toques de queda, prohibiendo los desplazamientos a última hora de la tarde o por la noche: Túnez, Bolivia, Serbia, el estado estadounidense de Nueva Jersey, Puerto Rico y la capital de Filipinas, Manila. Esos territorios acumulan más de 50 millones de habitantes.
Singapur
Singapur, una pequeña ciudad-estado de menos de seis millones de habitantes, registró uno de los primeros y mayores focos de coronavirus a principios de febrero. Allí, se implementaron algunas estrategias como rastrear y aislar a los infectados; brindar acceso a una atención médica básica y asequible, y mensajes claros y tranquilizadores de los líderes. Singapur había reforzado su sistema de salud tras el brote de SARS elaborando nuevos protocolos para contener brotes. Por ejemplo, se crearon "centros de fiebre" para aislar casos sospechosos.
Desde el 1 de febrero, Singapur bloqueó la entrada y el tránsito de personas que habían viajado a China continental durante los 14 días anteriores a esa fecha. Desde entonces, las restricciones se extendieron a quienes visitaron Irán, el norte de Italia o Corea del Sur. Cuando el número de casos que no guardaban relación con contagios anteriores o con viajes a China se amplió, el gobierno elevó su nivel de alarma a "naranja" y prohibió la asistencia de visitantes chinos a eventos multitudinarios. mendó mantener una higiene adecuada y evitar los apretones de manos.
Singapur basó su método en la rapidez en el diagnóstico, el aislamiento de los supuestos casos y el minucioso rastreo de los contactos, ayudados por la policía, las cámaras de vigilancia y los registros de los cajeros automáticos. Además, cada vez que se confirma un caso de coronavirus, Singapur realiza un "seguimiento diligente del contacto".
Las autoridades ordenaron a los trabajadores llegados de países con infecciones por virus endémicos que se queden en sus casas. Los servicios religiosos quedaron suspendidos y se trasladaron a internet luego de la detección de un foco en una iglesia. Las escuelas suspendieron las asambleas de masas y pararon las clases. En tanto, 5700 personas fueron puestas en cuarentena.
Cuarentena en Italia
Italia sigue siendo el país europeo más afectado por el coronavirus y hay pocas excepciones a su cierre casi total. El 8 de marzo, Italia cerró la región del norte, la más afectada por el virus, y dos días después extendió los controles a todo el país. Solo se permite viajar por "situaciones laborales urgentes y verificables y emergencias o razones de salud".
Las personas que dieron positivo para Covid-19 no deben abandonar sus hogares por ningún motivo, mientras que a cualquier persona con fiebre o síntomas respiratorios se le recomienda quedarse en casa y limitar el contacto social, incluso con su médico.
Para evitar viajes relacionados con el trabajo, se instó a las empresas públicas y privadas a poner a su personal en licencia. Las escuelas y universidades están cerradas y se prohibieron las reuniones en lugares públicos, esto es, que no hay museos, cines, teatros, casinos, bares ni eventos deportivos abiertos.
En tanto, las instituciones religiosas permanecerán abiertas, siempre y cuando las personas puedan mantenerse a un metro de distancia entre sí, pero las ceremonias como matrimonios, bautizos y funerales están prohibidas. La única excepción son los supermercados y farmacias, que sí abren sus puertas.
Francia
El cierre total de Francia comenzó a mediodía del martes. Las personas tienen prohibido salir de casa excepto para comprar alimentos o artículos esenciales, visitar al médico o conseguir un trabajo certificado como no factible desde casa. Tienen que llevar un documento especial, certificando por qué están afuera, para mostrarlo a las fuerzas de seguridad. Además, se desplegaron alrededor de 100.000 policías para hacer cumplir el bloqueo, con puntos de control establecidos en todo el país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, describió la batalla contra el coronavirus como una "guerra de salud pública" y expresó que "no puede haber más reuniones externas, no más ver a familiares o amigos en la calle o en el parque".
Francia ya había cerrado todos los bares, restaurantes y comercios no esenciales desde la medianoche del sábado y guarderías, escuelas y universidades desde el lunes por la mañana. Después de que las multitudes continuaron reuniéndose afuera, París cerró todos sus parques y jardines.
Alemania
Alemania superó hoy la barrera de los 10.000 casos de coronavirus, según el Instituto Robert Koch, encargado de la vigilancia de la epidemia en el país, que confirmó un total de 10.999 contagios y 20 muertos.
La canciller, Angela Merkel, Merkel recalcó la importancia de mantener la distancia de seguridad entre los ciudadanos, aunque el confinamiento no ha sido decretado aún en Alemania. Por ahora, cada estado alemán puede decidir por sí mismo qué espacios permanecerán abiertos y cuáles no. Sin embargo, los espacios de bicicletas fueron denominadas como activos esenciales.
El ministro de salud alemán, Jens Spahn, alentó a los ciudadanos a moverse en bicicleta como un medio de transporte saludable, apropiado para el distanciamiento social, en lugar de utilizar los trenes y colectivos, alegando que andar en bicicleta es "a prueba de infecciones", según expresaron las dos asociaciones más grandes de la industria de bicicletas de Alemania.
Agencia AFP, AP y The Washington Post
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