Coronavirus: Conte fue interrogado tres horas por su gestión de la pandemia
ROMA.- Tres horas. Es lo que duró el interrogatorio al que fue sometido hoy el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que debió declarar sobre la gestión de la emergencia coronavirus, que causó hasta ahora en Italia 34.167 muertos y azotó especialmente a la región de Lombardía, en el norte del país.
Conte debió declarar como "persona informada sobre los hechos" sobre por qué no se implementó a principios de marzo una "zona roja" en Nembro y Alzano, localidades industriales pariticularmente "apestadas", en provincia de Bérgamo, pese a los pedidos en ese sentido para frenar un contagio que allí resultó luego una masacre, con más de 6000 muertos. El gran interrogante es ¿a quién le tocaba decidir y no lo hizo? La región Lombardía asegura que tendría que haberlo hecho el gobierno, mientras que el gobierno dice que la región tenía competencias para hacerlo...
Conte, que el miércoles, cuando se conoció la convocación judicial, dijo sentirse "sereno" y con la conciencia tranquila, fue interrogado por la fiscal de Bérgamo, Maria Cristina Rota, que "bajó" hasta Roma para escuchar, en Palazzo Chigi, sede del gobierno, también a los ministros del Interior, Luciana Lamorgese y de Salud, Roberto Speranza. En días pasados, en el marco de una investigación sin indagados y con la hipótesis de delito de "epidemia culposa", también fue interrogado en esta capital Silvio Brusaferro, presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), que recordó que le había sugerido al poder ejecutivo de levantar una "zona roja" en Nembro y Alzano a inicios de marzo porque allí el índice de contagio ya era muy alto.
Justamente son los primeros días de marzo los que se encuentran ahora bajo la lupa de los fiscales de Bérgamo. Conte durante la audición debió aclarar qué paso entre el 3 y el 9 de marzo, cuando el gobierno decidió enviar fuerzas del orden y el ejército a Bérgamo para crear una "zona roja" que, finalmente, nunca se hizo, algo que significó para esta zona un aumento de la mortalidad de más del 500%, una tragedia. Allí la situación epidemiológica era terrible, mucho peor que la de Codogno, el pueblo de la provincia de Lodi que, junto a otros, fue sellado el 23 de febrero en una primera "zona roja" de la que nadie podía salir o entrar, para contener la difusión del Covid-19.
Intereses económicos
Después de que el ISS sugirió una "zona roja" en Nembro y Alzano, el 5 de marzo cuatrocientos efectivos se encontraban allí, a la espera de que llegara la orden de cerrar y aislar la zona, según se reconstruyó. Una orden que nunca llegó y que ahora grupos de familiares de víctimas del Covid-19, como "Noi denunceremo" (Nosotros denunciaremos), relacionan con una pésima gestión de la emergencia y con los intereses económicos en juego.
Nembro y Alzano, que se encuentran casi pegadas a la ciudad de Bérgamo, forman un distrito industrial muy importante de Lombardía, con 367 empresas que emplean a miles de trabajadores y facturan casi 700 millones de euros anuales. Según el diario La Repubblica, hubo presiones de parte de los industriales para que Conte no cerrara esa zona. A los empresarios de este lugar, llamado también Val Seriana porque se levanta en el valle homónimo y "valle del oro" por el enorme valor económico, desde el vamos vieron con pavor la idea de que el gobierno o la región decidieran sellar la entrada o la salida de allí. Y, aunque lo niegan, hicieron lobby para que no hubiera ningún bloqueo ni aislamiento del área.
"Siempre sostuvimos que había que proteger y mantener abiertas las cadenas de producción esenciales, como las empresas que producen alimentos y fármacos y garantizan los transportes. Si hubo presiones de nuestra parte sólo pudieron ser para este objetivo", dijo Marco Bonometti, líder de los industriales de Lombardía, que fue interrogado por los fiscales de Bérgamo el 3 de junio pasado.
El presidente de la región Lombardía, Attilio Fontana, que declaró el 29 de mayo pasado, aseguró que no hubo presiones de parte de Confindustria (la UIA local) para que se mantuviera abierta la zona. Y aseguró que le tocaba al gobierno de Conte decidir la puesta en marcha de una "zona roja" en Nembro y Alzano, destacando el envío del ejército como prueba irrefutable de esto.
El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, líder de la oposición, exsocio de Conte en el gobierno y ahora su máximo enemigo, por supuesto respaldó a Fontana, que es también de su partido. "La ‘zona roja’ era una decisión del gobierno. Esperemos que ahora Conte al menos pida perdón a los parientes y amigos de los demasiados bergamascos muertos", tuiteó.
Más allá del pase mutuo de pelota entre las dos partes contendientes, la región Lombardía y el gobierno Conte, el diario La Stampa destacó que, según la jurisprudencia, es muy difícil de probar un delito como el de "epidemia culposa". Por lo que es probable que, al final, nada ocurra.
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