Coronavirus: los cinco países que levantan los confinamientos a pesar de la suba de casos
NUEVA DELHI.– En NigambodhGhat, el crematorio más antiguo de la capital de la India, los cuerpos llegan sin cesar. Una ambulancia arriba con cinco en su interior. Luego otra. Luego otra, en un despliegue interminable de muerte. Mientras se expande la pandemia del coronavirus en Nueva Delhi, el sistema de salud pública que ya estaba muy exigido puede estar llegando al punto de quiebre. La gente ya no logra ser testeada. No puede encontrar cama en un hospital. La situación se ha vuelto tan terrible que funcionarios estatales han propuesto tomar control de alguno de los hoteles más caros de Nueva Delhi para convertirlos en hospitales.
Pero esté listo el país o no, gran parte de la cuarentena de la India por el coronavirus ha terminado, como sucede en otros países que se debaten buscando balancear el daño económico con el riesgo por el coronavirus. En muchos lugares -la India, México, Rusia, Irán y Paquistán, entre otros- los líderes han llegado a la conclusión que no tienen otra opción que soportar el aumento de los casos y priorizar la economía.
Algunos de estos líderes, especialmente los del mundo en desarrollo, dijeron que no podían sostener las cuarentenas que afectan a sus países sin correr el riesgo de una catástrofe económica, especialmente para sus ciudadanos más pobres. Por lo que pasaron de ordenar a la gente que se quedara en su casa y evitara el virus y el contacto con otras personas a toda costa, a ahora aceptar abiertamente algún nivel de enfermedad y muerte para tratar de limitar el daño a los ingresos de las personas y a las vidas individuales.
Una vista de las calles informada por corresponsales en países de los más afectados revela un marcado aumento del contacto entre personas en los últimos días, precisamente en el momento que la Organización Mundial de Salud (OMS) está alertando que esta enfermedad altamente contagiosa está rugiendo hacia un nuevo pico.
La India ahora está registrando más infecciones diarias, alrededor de 10.000, que todos los demás países, salvo Estados Unidos y Brasil.
"Es un poco un lío", dijo Indrani Gupta, una economista especializado en salud en Nueva Delhi. "Nuestra economía es tan dependiente de la mano de obra, millones hubiesen perdido sus fuentes de ingresos y su vida si está cuarentena continuaba muchos meses". Pero, agregó, la cuarentena empezó demasiado pronto.
"Lo hicimos al revés", dijo. "Impusimos la cuarentena demasiado pronto y fue demasiado draconiana. Y no creo que ahora sea el momento de flexibilizarla".
En Rusia la política puede estar teniendo un rol en el impulso hacia la reapertura.
Esta semana el alcalde de Moscú eliminó muchas de las restricciones impuestas desde el 30 de marzo, sorprendiendo a algunos expertos en enfermedades infecciosas que apuntaron a las tasas de contagio aún elevadas. Analistas políticos dijeron que uno de los motivos de la abrupta reapertura fue la necesidad de facilitar una fuerte participación en un referéndum el 1 de julio que podría aprobar una enmienda a la constitución del país que permita al presidente Vladimir Putin permanecer en el poder hasta 2036.
Los funcionarios habían demorado el referéndum, fijado originalmente para abril, debido a las cuarentenas.
El martes moscovitas agradecidos salieron de sus departamentos para caminar al sol. Las autoridades cancelaron un sistema de pases electrónicos para todas las salidas que no fueran a farmacias y almacenes.
"Logramos evitar una catástrofe", declaró Sergei Sobyanin, el alcalde de Moscú en un blog de videos. Ahora, dijo, la ciudad estaba "comenzando a derrotar el coronavirus".
Lo que indican los datos crudos no es tan positivo. El número de nuevas infecciones en Rusia ha oscilado en torno de los 8000 y los 9000 diarios, muy distinto, digamos, que Italia, donde las infecciones diarias han caído a unos pocos cientos ahora, comparado con más de 6000 en marzo.
Muchos líderes adoptan el mismo tono. En México el presidente Andrés Manuel López Obrador terminó la cuarentena del país pese a que continúa el aumento de casos de Covid-19 y lanzó la reapertura a comienzos de junio con una recorrida del país.
"Tenemos que avanzar hacia la nueva normalidad porque la economía nacional y el bienestar de las personas depende de ello", dijo en una parada en Cancún.
A diferencia de algunas otras naciones México no ha ofrecido el tipo de grandes paquetes de estímulo para apuntalar su economía que puede ser el motivo por el que su capacidad de soportar los daños económicos de una cuarentena estricta era tan limitada. El gobierno de México ha minimizado sistemáticamentela severidad de la enfermedad aunque ha realizado de lejos la menor cantidad de pruebas per cápitacomparado con las docenas de países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
En la Ciudad de México los hospitales y morgues están saturadas. Lo mismo sucede con los crematorios. Alguna gente ha violado los protocolos para enterrar a sus seres queridos en secreto, en funerales atestados de gente. Los médicos mexicanos temen que lo peor está por venir.
"Desafortunadamente seguimos en los primeros pasos de esta pandemia" dijo el doctor Alejandro Macías, un experto en enfermedades infecciosas. "La percepción es que estamos más avanzados de lo que es la realidad".
Relajación de las restricciones
Paquistán pronto podría verse abrumado, pero también ha relajado las restricciones. Fuera de las ciudades casi nadie usa barbijo ni intenta mantener el distanciamiento social. En Lahore, los ventosos callejones de la ciudad vieja están atestados.
En las últimas semanas las infecciones en Paquistán han aumentado a casi el doble, pero no hay manera de medir la extensión real de los contagios del Covid-19 porque ha sido tan escaso el testeo. Una asociación de médicos sostiene que más de 2500 trabajadores de la salud han contraído la enfermedad y 34 han muerto. Al menos cinco legisladores paquistaníes han muerto del coronavirus.
Aún así el país se está abriendo. El primer ministro paquistaní, Imran Khan, una exestrella del cricket millonario, que hace campaña populista, dice que las cuarentenas son elitistas, implicando que sólo la gente rica podría darse el lujo de quedarse encerrada en su casa.
"Buscamos imponer una cuarentena total sin pensar en las consecuencias para quienes se ganan la vida diariamente, los vendedores callejeros, los trabajadores, todos los cuales se enfrentan a la pobreza y el hambre", escribió en Twitter. "Que Dios perdone nuestro pecado".
El vecino Irán se convirtió en uno de los centros más alarmantes de la pandemia en sus comienzos pero creyó que lo peor ya había pasado. A comienzos de mayo decidió abrir el país luego de una breve cuarentena de tres semanas en un intento de salvar su economía, que ya estaba sufriendo por las sanciones internacionales e inmensos déficits fiscales. Los líderes iraníes dijeron que la pandemia del coronavirus era una realidad con la que los iraníes tenían que aprender a convivir.
Expertos sanitarios alertaron que abrir el país demasiado pronto sin que se alcanzara ninguna meta -tal como una caída sostenida en la cantidad de nuevos contagiados- corría el riesgo de que se diera un segundo aumento del brote.
Ahora, un mes más tarde, ese segundo aumento del brote ha llegado. El 4 de junio Irán reportó 3574 nuevos contagiados en un día, la cifra más elevada de nuevos casos desde que comenzó la pandemia.
El presidente Hassan Rohani continuó insistiendo que la economía debe permanecer abierta porque Irán "no tiene una segunda opción".
Y alertó a los miembros de la fuerza de tareas contra el coronavirus que no debían crear "ansiedad en el público diciendo que hay un segundo o tercer brote de la pandemia".
The New York Times
Traducción de Gabriel Zadunaisky
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