China convierte la crisis en una oportunidad para ejercer liderazgo mundial
PEKÍN.- Por primera vez desde el inicio de la epidemia de coronavirus, China no registró ningún caso de contaminación local, una victoria simbólica que le permite lanzar una campaña de ayuda internacional y mostrar liderazgo.
Las autoridades temen ahora el aumento de los casos importados debido al avance incontenible de la pandemia de COVID-19 en Europa, su nuevo epicentro, particularmente en Italia, España y Francia.
Desde ayer, el número de personas muertas en el resto del mundo es superior a los decesos en China, donde surgió en diciembre, en la ciudad de Wuhan (centro), el temible virus. Y hoy el Ministerio de Salud chino anunció cero contaminación de origen local, un logro que marca el inicio de una nueva etapa. Otro dato optimista es que en las últimas 24 horas China registró solo ocho muertos, lo que deja un total de 3245 desde el inicio de la epidemia.
En cambio, las autoridades anunciaron 34 personas contaminadas provenientes del extranjero, una cifra récord. Se trata en la mayoría de los casos de chinos que regresan de países duramente golpeados por el nuevo coronavirus. Los casos importados son en total 189.
Acusada de haber ocultado información clave, China está intentando restaurar su imagen dañada al comienzo de la pandemia y manifestó su "indignación" después de que el presidente estadounidense Donald Trump calificara al nuevo coronavirus de "virus chino".
Un médico de Wuhan declaró bajo condición de anonimato a la agencia de noticias japonesa Kiodo que el gobierno chino manipuló el balance del nuevo coronavirus para rebajar el número de personas contagiadas de cara a la visita que realizó la semana pasada el presidente Xi Jinping a la ciudad en la que se originó la pandemia. El médico local, que trabaja en un centro de cuarentena, ha señalado que varios pacientes que todavía tenían síntomas de la enfermedad generada por el coronavirus y que estaban en cuarentena recibieron el alta y que, además, se suspendió parte de las pruebas, todo ello con el objetivo de rebajar el número de personas contagiadas.
"Sabemos que el aparato de propagada dentro de China puede rescribir la historia, pero ahora estamos viendo eso replicado en el resto del mundo", dijo al diario The Guardian Natasha Kassam, investigadora del Lowy Institute de Sidney y exdiplomática australiana. "La victoria de China sobre el Covid-19 ya ha sido escrita y las autoridades ahora se están esforzado para que ese mensaje sea recibido en el resto del mundo".
Casos importados
Para evitar que los viajeros procedentes del extranjero reactiven una epidemia que parece controlada, el gobierno chino decidió imponer una cuarentena obligatoria a todas las personas que llegan al país. En Pekín, todos los viajeros son recluidos en hoteles de cuarentena, salvo las personas que viven solas, los menores y las mujeres embarazadas, que pueden cumplir el confinamiento en su domicilio.
"No debemos permitir que se revierta la tendencia positiva obtenida mediante grandes esfuerzos", advirtió el miércoles el presidente chino Xi Jinping en una reunión del Partido Comunista de China (PCC).
No debemos permitir que se revierta la tendencia positiva obtenida mediante grandes esfuerzos
Pero China, que tardó en reaccionar cuando apareció el virus en diciembre, desea ahora prevenir el riesgo de una segunda ola proveniente del exterior, ayudando a los países más afectados por el nuevo coronavirus, una campaña con la que el régimen también quiere proyectar su liderazgo, en momentos de tensión con Estados Unidos.
Ayer, China entregó un millón de mascarillas a Francia, anunció el ministro francés de Relaciones Exteriores Jean-Yves Le Drian. En el primer avión que llegó a Francia con ese preciado cargamento también había trajes de protección y guantes médicos, precisó el embajador chino en París, Lu Shaye.
Ayuda humanitaria
La semana pasada, China ya había enviado 1,8 millones de mascarillas para España e Italia, los dos países europeos con mayor cantidad de víctimas mortales. La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunció ayer que China iba a enviar próximamente una gran cantidad de suministro médicos. El material incluye dos millones de mascarillas quirúrgicas, 200.000 mascarillas de tipo N-95 (que protegen de la contaminación) y 50.000 test de detección.
Italia, país europeo más golpeado, beneficia desde hace semanas de material y de la presencia de expertos chinos. El lunes, Xi prometió al jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, en una conversación telefónica, que la ayuda china no va a cesar.
Especialistas chinos también viajaron a países fuera de la Unión Europea, como Irán o Irak, y otros se desplazarán pronto a Serbia. Las autoridades sanitarias chinas comparten además su experiencia y aconsejan a través de videoconferencias.
El sector privado chino también participa en la campaña de ayuda. Alibaba, el gigante del comercio en línea, envió a través de su fundación, mascarillas a Francia, España e Italia.
Agencias AFP y DPA
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