Varios argentinos volvieron de China en medio del brote de coronavirus y nadie los controló
En medio del brote por coronavirus que se desató en Wuhan, centro de China, y que ya se esparció a más de cuarenta países, que presentan casos de infectados, días atrás un grupo de argentinos regresó al país desde sus vacaciones en Pekín y pasaron por el aeropuerto de Ezeiza sin ningún tipo de control sanitario.
Viviana Herrera es parte de ese grupo. Es médica, jubilada, de Río Negro y había viajado junto a una amiga con un tour. Viajó al país asiático cuando la enfermedad todavía no era noticia pero en medio de su estadía comenzó la preocupación.
"Cuando llegamos a Pekín era todo normal, pudimos conocer la muralla china, la ciudad oculta y más atracciones. Hasta que con el correr de los días se complicó. Cuando visitamos la ciudad donde se festeja el año nuevo, descubrimos que estaba desierta, sin gente, con atracciones cerradas por orden del gobierno", contó Herrera en diálogo con radio Continental de Córdoba. Luego, agregó: "Tuvimos que buscar la forma de abandonar el país ante el temor de que pudiera complicarse más y tuviéramos complicaciones para salir".
Entonces tomó la decisión de volver a la Argentina.De China salió el 29 enero y cuando aterrizó en Ezeiza ninguna autoridad se acercó para tomarle la temperatura o preguntarle cómo se sentía, si había tenido síntoma alguno.
"Teníamos barbijos y nadie apareció para decirnos nada. Creo que las medidas se van tomando en virtud de la dimensión de la epidemia. En China nos hicieron firmar una declaración jurada donde confirmábamos que no teníamos ningún síntoma", relató. Asimismo, afirmó que en la escala en Dubái les tomaron la temperatura y los hicieron avanzar separados del resto.
Herrera también dejó en claro que al llegar a China no tenía información sobre el tema, que si hubiera sabido lo que ocurría, no hubiera viajado. "Es una inversión impresionante y un riesgo inmenso para la salud. Hubo ocultamiento de la información".
Por último, explicó que antes de regresar a su casa, en Cipoletti, se quedó unos días en un departamento de Buenos Aires, en una especie de cuarentena autoimpuesta para asegurarse no estar infectada.
Visita familiar
Iñaki Reche es otro de los argentinos que volvió de China y no fue controlado en el aeropuerto. En su caso, había viajado desde Tailandia, junto a su padre, en medio de unas vacaciones y para visitar a su hermana, que vive en Pekín.
"Viajé el 18 de enero. Los primeros días en China el tema empezó a resonar. El 23 tema explotó en todos lados. Fue realmente catastrófico. Notamos un cambio tremendo en las calles, la gente empezó a quedarse en la casa, en las estaciones no se veía a nadie, hacían controles en el tren, nadie estaba sin barbijo", dijo en una entrevista con el canal TN. "Fue una locura el cambio de un día para el otro".
Sobre su regreso, resaltó lo mismo que Herrera, la sorpresa al no ser revisados por autoridades sanitarias. "Nadie nos controló. Nos sorprendió porque llegamos, agarramos las valijas y nos fuimos. Hicimos migraciones y nos fuimos, así de rápido".
Hoy China reportó 1886 nuevos casos y otras 98 muertes por coronavirus en su actualización de la enfermedad, que causó síntomas leves en la mayoría de los afectados pero que ya provocó la muerte de 1868 personas. En total son 72.436 los casos confirmados.
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