Coronavirus: Chile retoma la receta de las restricciones contra un rebrote más agresivo
SANTIAGO, Chile.– El inminente rebrote del Covid-19 será más agresivo, el virus está lejos de ser domesticado yen pleno verano podría generarse un colapso sanitario.En Chile lo tienen claro: la segunda ola ya empezó con un aumento de los casos y en 11 regiones del país –de un total de 16– el número de infectados volvió a crecer de manera significativa.
Con un total de 569.781 casos registrados (1531 en las últimas 24 horas) y 15.846 muertos desde que la pandemia se desató en marzo, las cifras obligaron a las autoridades a endurecer nuevamente las medidas, luego de tres meses que la cantidad de infectados se estabilizó en torno a los 1000 y 1500 casos diarios.
En ese sentido, la región Metropolitana –la más poblada del país con 7 millones de habitantes y donde está la capital, Santiago– volvió a entrar en cuarentena durante los fines de semana y retrocedió a la fase 2 del plan "Paso a paso", elaborado por el gobierno para definir las limitaciones por comuna. Además, se anunciaron restricciones en varias ciudades del sur, en las regiones de Biobío, Araucanía y Magallanes, las más afectadas por el rebrote.
"Hoy los datos nos muestran que la región Metropolitana está en un nivel crítico y está creciendo a un nivel que hace tiempo no habíamos visto. Las decisiones hay que tomarlas ahora para frenar la propagación del virus", indicó el ministro de Salud, Enrique Paris, que también calificó como "preocupante" el alza de un 5% en la tasa de positividad en los exámenes PCR realizados.
Aunque hay expertos que indican que la primera ola nunca dejó Chile, en menos de un mes los casos diarios experimentaron una preocupante progresión. Así, el 14 de noviembre se reportaron 1765 contagios y el 10 de diciembre la cifra ascendió a 2698, una suba de 53%.
"En la zona sur del país la segunda ola ya está instalada hace un tiempo. Y lo que pasa es que los promedios nacionales se han mantenido bajos porque casi la mitad de la población vive en la Región Metropolitana, pero ahora se teme a que en esta zona aumenten los casos y nos eleve la curva hasta ya tener una segunda ola", explicó a LA NACION José Miguel Bernucci, secretario nacional Colegio Médico de Chile, que también abordó el panorama del sistema sanitario.
"Lo que nos pasó en la primera ola es que cuando se nos incendió Santiago, el resto de las regiones del país estaban con niveles bajos y pudimos descargar pacientes hacia el resto de las regiones. Ahora estamos con una situación muy complicada desde el sur, y si se llegara a incendiar Santiago, nuestro espacio de maniobra se reduciría a prácticamente cero. Con más de 3000 casos diarios, ya vamos a estar entrando en una fase de aceleración de los contagios", complementó el doctor.
Por su parte, la Sochimi (Sociedad Chilena de Medicina Intensiva), indicó que actualmente existen 2200 camas de cuidados intensivos en el país, y existe una ocupación basal del 85%. En ese sentido, para la entidad uno de los puntos sensibles será cómo podría aumentar la dotación de personal calificado y disponible para hacerse cargo de esas unidades, considerando la llegada del periodo de vacaciones.
Tres escenarios
Asumiendo el impulso que tendrá la segunda ola y la posibilidad concreta de que el sistema hospitalario esta vez no dé abasto para recibir a un número significativo de pacientes, el gobierno de Sebastián Piñera elaboró un plan que proyectó tres escenarios para el mes de enero.
El primero, y el más deseable, apuntó a que el próximo mes se alcance un pico de 3026 casos diarios y se utilicen 2452 camas de cuidados intensivos. Otro contexto de aumento moderado proyectó 6608 casos y un requerimiento general de 3558 camas UCI. Y el tercer escenario, que ya fue calificado como "crítico", apuntó a 9569 casos al día y a una exigencia de 4562 camas.
"El Ministerio de Salud hizo estas proyecciones en base a lo que ha pasado en otros países y, en particular, el caso de Francia ha sido similar a lo que Chile vivió en la primera ola, sobre todo en lo que tiene que ver con la dispersión y diseminación del virus en la población, pero tampoco significa que será así. La estrategia chilena mantuvo lugares geográficos abiertos y otros cerrados, y eso se ha ido alternando de manera que los casos se vayan produciendo de forma escalonada", dijo a LA NACION Christian Palavecino, investigador de la Facultad de Salud de la Universidad Central.
Los anuncios del gobierno, además, irrumpieron en medio de la polémica que protagonizó Piñera, que paseó sin barbijo por la playa y se autodenunció ante las autoridades sanitarias, y por la flexibilización del comercio en las nuevas medidas restrictivas.
"La cuarentena que se decretó en Santiago también sirvió para que la población tenga conciencia que la enfermedad sigue presente y debe continuar con las medidas de cuidado. Las personas habían comenzado a salir, reunirse y vivir de manera normal, y las autoridades liberaron medidas de restricción en centros comerciales y restaurantes, así que por mucho que el factor del clima en verano nos favorezca por el uso en espacios abiertos, la segunda ola se podría acelerar y ser bastante más dura", planteó Ignacio Silva, académico de la Escuela de Medicina Usach e infectólogo del Hospital Barros Luco.
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