Coronavirus en Brasil: Jair Bolsonaro volvió a desafiar el aislamiento, fue a una panadería y abrazó gente en la calle

SAN PABLO (ANSA).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, abrazó a varias personas y se sacó "selfies" con algunas de ellas en una panadería de Brasilia. De esta manera, el mandatario volvió a desafiar las recomendaciones de su propio ministro de Salud que pide a la población brasilera permanecer en sus casas y evitar reuniones para frenar la difusión del coronavirus que ya causó más de 18.000 contagios y casi 1.000 muertes.

Como era de esperar y como se observa en el video que difundió Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, la presencia del presidente brasileño en el local gastrónomico, después de salir del Palacio de Planalto, hizo acudir a varias personas al negocio que se le acercaban para sacarse fotos.

Lo mismo había hecho a fines de marzo, cuando el líder brasilero, que enfrenta un sinfín de críticas por la gestión que lleva adelante contra el brote de coronavirus, había dado un paseo por Brasilia y se había detenido a hablar con algunos vendedores ambulantes, para luego prestarse a fotos, había ido a una farmacia y luego nuevamente a una panadería.

Ayer, en sintonía con estas acciones, Bolsonaro volvió a defender el fin del aislamiento social amplio para personas fuera de los grupos de riesgo de la Covid-19. "Por mí, quien tiene menos de 40 años ya tendría que estar trabajando, porque nosotros deberíamos, a mi entender, hacer el aislamiento vertical", comentó en su transmisión semanal en directo por Facebook, sobre una cuarentena específica para personas de riesgo.

Según él, en algunos estados y ciudades ya se están retomando las actividades, como defiende. "Creo que en breve todo esto será resuelto. Tengo noticias que algunos gobernadores, algunos alcaldes, en ciudades que no hay nadie con el virus, están liberando el comercio", dijo.

Posiciones encontradas en el gabinete brasilero

La visión que sostiene Jair Bolsonaro choca contra las indicaciones que emite el Ministerio de Salud brasileño, alineado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la necesidad de mantener el aislamiento y la distancia social, medidas que conllevan consecuencias negativas e inmediatas en la economía.

Por esto, durante la última semana se vivió una fuerte crisis al interior del gobierno entre el Presidente y Luis Hernrique Mandetta, el titular de la cartera sanitaria de Brasil. Ante las críticas de distintos aliados, Bolsonaro, que amenazó con despedir al ministro, tuvo que dar marcha atrás y confirmarlo en el cargo.

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