Coronavirus: de Bolsonaro a Trudeau, los gestos de los líderes mundiales que más dieron que hablar
SANTIAGO, Chile.- La emergencia sanitaria mundial provocada por el coronavirus ha calado hondo en todos los gobiernos del planeta. No hay autoridad que no se haya visto complicada por el Covid-19, que tantas muertes ha dejado a su paso. Muchos mandatarios debieron reaccionar sobre la marcha, sin todavía tener certezas del verdadero alcance de esta enfermedad. Una cosa tenían clara: debían actuar.
Es sabido que cada acción pública que haga un gobernante es vista con detención por la ciudadanía y la opinión pública. Un error, por muy minúsculo que sea, lo puede sepultar, por lo que es necesario realizar gestos de forma premeditada y consciente de las consecuencias que puede tener. Y eso durante la pandemia se multiplica por un millón.
Es lo que ha pasado con autoridades de distintas partes del planeta cuyas acciones han levantado una gran polvareda. El último escándalo lo protagonizó el presidente brasileño Jair Bolsonaro, al sacarse el barbijo en una conferencia de prensa ayer luego de dar positivo por coronavirus.
Como respuesta, la Asociación Brasileña de Prensa informó que presentará un informe ante la Corte Suprema Federal contra el mandatario, a quien acusa de cometer un delito. "El presidente continúa actuando de manera criminal y poniendo en peligro la vida de otras personas. Este martes rompió con el aislamiento recomendado por los médicos, recibió periodistas que considera de acuerdo con sus políticas para informar personalmente que está contaminado, se mostró cerca de ellos e incluso se quitó la máscara", dice el grupo en un comunicado.
En Chile, la salida a una tienda de vinos el fin de semana pasado del presidente Sebastián Piñera en medio de la cuarentena que vive la Región Metropolitana no fue vista con buenos ojos por parte de la ciudadanía.
El segmento del funeral de ex arzobispo Bernardino Piñera, en que se trasgrede protocolo por fallecidos COVID, y las palabras del Presidente Piñera, momentos después, reconociendo que esa fue causa de su muerte. pic.twitter.com/vL5k8qB7yf&— alejandra matus (@alejandramatus) June 22, 2020
Este hecho hizo recordar otros episodios, como la foto del mandatario en Plaza Baquedano o el cuestionado funeral de su tío Bernardino Piñera, que no habría cumplido con los requisitos sanitarios según sus críticos.
Y así como Bolsonaro y Piñera, son varios los jefes de Estado y de gobierno que han dado que hablar por sus acciones durante esta pandemia. Algunos han sido aplaudidos por su respeto de las normas sanitarias o su mensaje de esperanza a los ciudadanos, mientras que otros han sido cuestionados y acusados de no tomar en serio la emergencia.
Los aplaudidos
Tras la polémica por la última salida de Piñera, varios usuarios de redes sociales lo compararon con el aplaudido gesto del primer ministro holandés, Mark Rutte, quien hace un mes y medio decidió respetar las restricciones impuestas en su país por el Covid-19 y no acompañó a su madre en los últimos días de su vida.
Mieke Rutte-Dilling falleció a los 96 años el pasado 13 de mayo en un hogar de ancianos, donde llevaba varias semanas aislada, en línea con las precauciones tomadas por el coronavirus. Nadie podía visitarla, ni siquiera la máxima autoridad del país. Incluso, el día de la muerte de su progenitora, el mandatario siguió con sus funciones normales: tuvo una reunión para analizar las medidas de desescalada y luego visitó una empresa de transporte.
En esa misma línea, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau , decidió someterse a una cuarentena voluntaria luego de que su esposa, Sophie Trudeau, diera positivo por Covid-19. Y si bien el gobernante posteriormente dio negativo en el examen, se mantuvo en aislamiento, siguiendo sus actividades gubernamentales desde su casa. Eran los primeros días de pandemia en esta parte del mundo.
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Pero un hecho que sin duda dio mucho que hablar fue el sentido discurso de la canciller alemana, Angela Merkel . En un hecho inusual, se dirigió a la población el pasado 18 de marzo en una cadena televisiva, instancia en la que hizo un sincero llamado a los ciudadanos a unir fuerzas y ser responsables, por lo que era clave cumplir con el aislamiento impuesto por las autoridades en ese momento.
"Desde la Segunda Guerra Mundial no se había planteado a nuestro país ningún otro desafío en el que todo dependiera tanto de nuestra actuación solidaria mancomunada", aseguró.
Otro personaje que sorprendió con su discurso fue la reina Isabel II, quien también de forma extraordinaria se dirigió a los ciudadanos de su país: "Estamos luchando juntos contra esta enfermedad, y quiero garantizarles que si continuamos unidos y decididos lo superaremos", afirmó la monarca británica, que también durante la emergencia ha llamado la atención por sus reuniones por videollamada, como una forma de respetar la cuarentena.
Pero además del cumplimiento de las normas, hay dirigentes que han realizado otros gestos que han tenido buena acogida. Es lo que pasó con la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, aplaudida en todo el mundo por su gestión en medio de la pandemia. En abril, a unos días de Semana Santa, la mandataria envió un mensaje tranquilizador a los niños de su país: "el Conejo de Pascua sí acudirá a sus casas porque es un trabajador esencial" que presta un "servicio esencial".
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Los cuestionados
A fines de marzo, el Covid-19 ya se había expandido por casi todo el mundo. A esas alturas, países europeos como Italia, España o Francia presentaban preocupantes cifras de contagiados y fallecidos, mientras que, por el otro lado, en América Latina el virus ya se hacía sentir.
México era uno de los países donde los casos de coronavirus aumentaban y surgían muchas voces urgiendo a las autoridades a tomar medidas inmediatas para frenar su propagación antes de que fuera tarde. Pero el presidente Andrés Manuel López Obradorse rehusaba a decretar algún cierre de ciudades o cuarentenas y seguía participando en actividades públicas junto a muchos seguidores.
Tanto así que el 22 de marzo, y cuando el país ya sumaba más de 300 casos, el mandatario visitó un restaurante en el que hizo un particular llamado a los mexicanos: "No dejen de salir, estamos en la primera fase, yo les voy a decir cuando no salgan. Sigan llevando a las familias a comer, a los restaurantes. Vamos a seguir haciendo la vida normal". No obstante, actualmente AMLO cambió y endureció las medidas, a diferencia de meses atrás.
Pero el jefe de Estado mexicano no es el único que ha recibido críticas por sus acciones contra la pandemia. El primer ministro británico, Boris Johnson, en un principio minimizó los efectos del coronavirus e incluso se jactaba de haber visitado un hospital sin mascarilla y saludando de mano a todos los presentes. Resultado: días después, el líder conservador confirmó haberse contagiado del virus.
El premier la pasó mal. Estuvo hospitalizado y se dudó sobre su real estado de salud. Tras este episodio, Johnson tomó una postura más dura y un discurso más acorde con las medidas sugeridas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras ahora su país avanza en su plan de desescalada, no sin tener complicaciones.
Pero uno de los más cuestionados por sus gestos es sin dudas el presidente Donald Trump. Sus actitudes han acaparado las portadas de los medios de todo el mundo, mientras Estados Unidos se consolida como el lugar con más casos de coronavirus (casi 3 millones) y más muertos (131.486) en el planeta.
Desde el inicio de la pandemia, el mandatario se ha mostrado contrario a medidas más extremas como las cuarentenas y también ha desestimado el distanciamiento social, al punto de que ha encabezado actos de campaña y oficiales con miles de personas. Ejemplo claro de ello fue la celebración del Día de la Independencia en el monte Rushmore, pese a las sugerencias de los especialistas.
Esta línea es la que también ha tomado Bolsonaro, quien debe ser sin dudas el líder que más ha minimizado la pandemia, al punto de que la trató de "gripecita". El jefe de Estado brasileño se ha mostrado desde siempre contrario a las normas de cuarentena y distanciamiento social impulsadas por los gobernadores e incluso ha llamado a manifestaciones en contra de estas medidas.
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Y es ahí donde se ha reunido con miles de manifestantes, sin tener consideración alguna con el distanciamiento social.
Gestos más gestos menos, aún queda mucho de pandemia, al menos en América. Aún queda tiempo para concluir si estas acciones incidieron en los resultados finales.
Diario El Mercurio/GDA
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