Coronavirus: por el brote en un matadero, vuelve la cuarentena a una zona de Alemania
PARÍS.– Mientras el resto de Europa continúa su apertura, Alemania se convirtió hoy en el primer país de la región que volvió a confinar a alrededor de 600.000 personas, después de una explosión de casos de coronavirus en dos cantones de Renania-del-Norte-Westfalia, Gütersloh y Warendorf.
"Vamos a reintroducir un confinamiento en todo el cantón de Gütersloh", que cuenta con unos 360.000 habitantes en el oeste del país, declaró el dirigente de la región, Armin Laschet. Poco después, un segundo cantón, Warendorf, con 280.000 residentes, quedó también confinado tras la aparición de un importante foco de contagio.
¿Acaso los alemanes se apresuraron demasiado? Tomados como ejemplo por sus vecinos europeos por su gestión ejemplar durante la crisis sanitaria, el retorno a un confinamiento parcial en dos distritos del país creó nuevos temores sobre una segunda ola de la pandemia, que parecía alejarse a medida que llega el verano europeo.
En el origen de la decisión está una explosión del número de casos positivos en el matadero Tonnies, en Gütersloh, uno de los más grandes de Europa. La mayoría de sus 6700 empleados son inmigrantes búlgaros y rumanos, que trabajan en condiciones precarias y se alojan en promiscuas residencias comunes. Hasta ayer, las autoridades habían detectado cerca de 1600 infectados.
La totalidad del personal del matadero y sus familias –unas 7000 personas– fueron puestas en cuarentena, 21 personas debieron ser hospitalizadas y seis están en terapia intensiva. Equipos especiales intervinieron en esa zona, cerrada con barreras y alambrados, para testear a la gente y aprovisionarla de comida y otros productos de primera necesidad. Más de 300 policías fueron enviados al lugar para hacer respetar las medidas sanitarias.
Con la decisión de volver a confinar los distritos de Gütersloh y Warendorf, por primera vez desde que comenzó la pandemia en Europa, Alemania reintroduce localmente restricciones que estuvieron en vigor en marzo y que deberían ser mantenidas hasta el 30 de junio: estricta distancia social, cierre de bares, museos, gimnasios, piletas, cines, prohibición de reunirse en espacios cerrados y salidas autorizadas solo de a dos personas.
"Los restaurantes podrán permanecer abiertos, pero bajo estrictas condiciones", explicó Laschet, potencial sucesor de la canciller Angela Merkel y candidato a la dirección de su partido, la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) en diciembre.
Según Laschet, los desplazamientos fuera de esos distritos no están prohibidos, pero los alemanes confinados no son muy bienvenidos en otras regiones de Alemania. Las autoridades de la isla turística de Usedom, en el mar Báltico, ya enviaron a 14 turistas a sus casas: "Es necesario evitar la estigmatización", insistió Laschet, sin demasiado éxito.
La rica Baviera anunció por su parte que se negará a recibir a los "ciudadanos" de esos cantones en su territorio.
"Estoy convencido de que nos dirigimos a una segunda ola de virus", se justificó Markus Söder, ministro-presidente de Baviera. Una de las regiones más afectadas de Alemania, Baviera quiere evitar a cualquier precio un nuevo confinamiento.
Alemania registró ayer 503 contaminaciones suplementarias, por un total de 192.480 enfermos, según el Instituto Robert Koch (RKI). Diez decesos más fueron registrados, llevando el total de muertos a 8914.
En el resto de Europa la situación continúa mejorando. En Francia , las autoridades analizan la posibilidad de una salida del estado de emergencia sanitario el 10 de julio. En vísperas de las vacaciones estivales, y tras la suspensión de casi todas las restricciones que pesaban sobre el país, 89 focos de infección aparecieron en las últimas horas en diferentes puntos del territorio. El gobierno francés afirma, sin embargo, que están bajo control y desechan la posibilidad de una nueva cuarentena.
En Gran Bretaña , Boris Johnson anunció ayer una nueva e importante etapa del desconfinamiento del país para el 4 de julio, con la reapertura de pubs, bares, restaurantes, hoteles, museos y peluquerías. Para permitir la reactivación del sector del turismo y la gastronomía, duramente golpeados por la parálisis de la economía, Johnson precisó que la distancia recomendada sería reducida a un metro, contra dos en la actualidad.
Los científicos observan, sin embargo, con preocupación la ligereza que parece haber ganado al público europeo en los últimos días y se declaran "prácticamente seguros" de que el continente padecerá una segunda ola en los próximos meses.
En una nota transmitida al gobierno francés el domingo, los miembros del Consejo Científico advierten que una "intensificación de la circulación del SARS-CoV-2 en el hemisferio norte en los próximos meses (probablemente en vísperas del invierno boreal) es extremadamente probable".
"Podemos esperar que, durante el verano, el virus siga en el hemisferio sur" y que, como los otros virus respiratorios "espere el otoño para venir al norte", estima el profesor Arnaud Fontanet, director de la Unidad de Investigación en Epidemiología de Enfermedades Emergentes del Instituto Pasteur.
Los especialistas tienen, no obstante, una buena noticia: los chicos de entre 6 y 11 años casi no transmiten el virus, ya sea a otros chicos o a los adultos. Así lo demuestra un estudio francés publicado esta semana, en momentos en que las escuelas abrieron sus puertas en todo el país.
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