Corinne "Coco" Rey: "En la revista nos reímos incluso de la muerte"
La dibujante de Charlie Hebdo, diezmada por un ataque de jihadistas, rescata la consistencia y la lealtad de la publicación satírica a sus principios pese a la tragedia
PARÍS.-Un año después del atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo, Corinne Rey, conocida como "Coco", sigue moviéndose por París con escolta y acude a trabajar a la revista a una dirección que, por seguridad, es secreta. "Coco" fue la que, bajo amenaza, tuvo que abrir la puerta de la redacción de la publicación a los hermanos Chérif y Said Kouachi, que en nombre de Alá mataron a 12 personas; la mayoría, compañeros de la revista; muchos, dibujantes afamados.
-Pasó un año del atentado. ¿Cómo está usted?
Mejor. El tiempo pasa, lo que es importante cuando se vive algo tan duro y excepcional. Tras los atentados, me resultó evidente volver enseguida a dibujar. Lo necesitaba. Tuve el inmenso privilegio de trabajar con Cabu, Charb, Luz y los demás. Aprendí todo de ellos. Tras lo ocurrido, me dije que debía seguir por ellos. Creo que ellos habrían hecho lo mismo. Que la revista continuara era, además, la única respuesta posible. No podía morir por culpa de esos imbéciles.
¿Cambió el humor? ¿Se ríen de la misma manera que antes?
Nos seguimos riendo de todo porque es el sentido último de nuestro oficio. Es la actualidad la que nos dicta los temas y buscamos la reflexión, las preguntas y dar nuestro punto de vista. Lo que me gusta de la viñeta es el compromiso que hay detrás del dibujo. Y lo que más me gusta de Charlie es la libertad. El clima es tenso política y socialmente, pero eso no nos debe impedir reírnos de todo, incluso de la muerte.
¿Cambió su modo de trabajar?
Mucha gente me dice que evolucioné. Ahora sabemos que ya no somos esa pequeña publicación que trabaja en un rincón y que ni siquiera tenía 30.000 suscriptores. Lo que lamento es que hayamos tenido que sufrir un acontecimiento tan trágico para que la gente comprendiera lo importante y necesario que es Charlie para nuestra democracia y nuestra libertad de expresión.
¿Cómo vivieron los atentados del 13 de noviembre?
Inevitable volver atrás. Teníamos ya preparado el número y rehicimos todo. Extrañamente, dibujé fácilmente, como si tuviera algo en común con lo que acababa de ocurrir. Hice un monigote, un parisino que se divertía. Era una resistencia consistente en divertirse, ir a conciertos, vivir, dibujar y hacer música.
-Ustedes recibieron 10.000 dibujos durante este tiempo. ¿Quiénes los enviaron?
Desde un chico de tres años hasta una señora de 90. Todavía hoy recibimos dibujos de apoyo. Para valorarlos se ha creado la asociación Dibuja, Crea, Libertad. Se seleccionaron 145 para el libro Yo dibujo, que se publica mañana. Son 145 viñetas sobre la libertad de expresión y la mixtura. Dibujos que plantean preguntas también. Hay algunos que son racistas, hay que decirlo. No podemos negar que hay chicos de ocho años que hacen dibujos muy duros contra los musulmanes. Hay que hablarlo porque algunos lo hacen sin saber.
-Hay muchos que reivindican el derecho a la blasfemia. ¿Se reconoce en esa militancia?
Yo no blasfemo gratuitamente. Charlie es una revista de actualidad. Dibujar al profeta por el placer de hacerlo nunca ha sido Charlie. De hecho, lo dibujamos mucho, pero mucho menos que a Jesús, por ejemplo. Sólo se trata la blasfemia si es necesaria, si está justificada.
-Se publicó que hay problemas internos en la revista por el dinero.
Es obvio que hay disensiones en cierto momento. Fueron seis meses muy difíciles. Hay gente que quería que la revista fuera en un sentido y otros, como yo, que creíamos que todo debía seguir como antes. Finalmente, todo fue por el buen camino, con lucidez y mesura. La nuestra no es la vida normal de una empresa.
-En enero pasado todo el mundo fue muy solidario, pero eso cambió mucho.
Creo que la gente que decía que Charlie se lo había buscado debió darse cuenta de su tontería. No es sólo la libertad de expresión, sino la libertad simplemente la que ha sido atacada. La libertad de ir a un concierto, de tomar una copa. Hubo una toma de conciencia distinta. Me escandalizó constatar que hay gente que transformaba a las víctimas en culpables.
-El álbum del año, una tradición para Charlie, no será como otros.
Imposible no decir que no veremos más dibujos de algunos. Hay viñetas con las cuales tengo una emoción particular porque he visto hacerlas. Está toda la inteligencia de Charb en el dibujo que dice "¿Y ahora, pobre idiota?", con todas las cabezas cortadas y apiladas de Estado Islámico. Están el trazo fluido y las soberbias acuarelas de Tignous. Sin olvidar los dibujos de culos de Wolinski. De Cabu, pienso en ese dibujo sobre los migrantes en una barca con Marine Le Pen y Sarkozy agujereada con un sacacorchos. Están la gracia, la poesía del dibujo de Honoré que muestra a Al-Baghdadi deseando el año nuevo con esta palabra: "Y sobre todo la salud" (apareció en Charlie Hebdo el 7 de enero del año pasado). Somos fieles a lo que somos y a lo que éramos.
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