Corea del Norte considerará una “declaración de guerra” cualquier interferencia de EE.UU. con sus programas de satélites
El gobierno de Kim Jong Un lanzó de forma oficial lo que se supone es el primer satélite espía norcoreano
- 3 minutos de lectura'
SEÚL.- Corea del Norte advirtió ayer que entenderá cualquier interferencia con su programa de satélites como una “declaración de guerra”, en un mensaje dirigido particularmente a Estados Unidos y en el marco del reciente lanzamiento oficial del primer satélite espía norcoreano.
“Cualquier ataque a un activo espacial de la la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) será considerado una declaración de guerra contra ella”, según un comunicado de un vocero de Defensa recogido por la agencia oficial de noticias de Corea del Norte, la KCNA.
Pyongyang lanzó el 21 de noviembre este presunto satélite de espionaje ‘Malligyong-1′, una operación respondida por Seúl con el lanzamiento este viernes de su primer satélite militar “de reconocimiento”.
“En el caso de que Estados Unidos intente violar el territorio legítimo de un estado soberano a través de la militarización ilegal e injusta de las últimas tecnologías, la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) comenzará a considerar la adopción de medidas de respuesta para destruir la viabilidad de los satélites espía norteamericanos”, añade la nota.
Pyongyang denuncia una doble moral de Estados Unidos al considerar lo que Corea del Norte describe simplemente como un “satélite de reconocimiento” como una amenaza militar, cuando por contra “innumerables satélites espías de EEUU sobrevuelan cada día la región de la península de Corea, con la tarea exclusiva de vigilar los principales puntos estratégicos de la República Popular Democrática de Corea”.
“Al revelar abiertamente su plan de agresión para montar un ataque militar contra un activo espacial de otro país soberano, una parte de sus propiedades y territorio, Estados Unidos ha demostrado su verdadera cara como el principal culpable de los males que buscan hacer realidad su salvaje ambición de dominar del mundo convirtiendo el espacio ultraterrestre, bien común de la humanidad, en un escenario de guerra”, lamentó el vocero.
La oficina encargada de operar el recién lanzado satélite espía de Corea del Norte, que comenzó a operar el 2 de diciembre, funcionará como “una organización de inteligencia militar”.
La unidad reportará la información recabada a la oficina de reconocimiento del ejército y otras dependencias, indicó KCNA.
Pyongyang puso en órbita el satélite espía en noviembre y asegura que ha obtenido imágenes de importantes sitios militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte hacer pruebas de tecnología balística, y analistas señalan hay muchas semejanzas tecnológicas entre los sistemas de lanzamiento satelital y el desarrollo de misiles balísticos.
Expertos han dicho que un satélite de reconocimiento dará a Corea del Norte la capacidad de obtener información, en especial sobre Corea del Sur, e información crucial sobre cualquier conflicto militar.
Corea del Sur ha dicho que el Norte obtuvo ayuda tecnológica de Moscú a cambio del suministro de armas para la guerra de Rusia contra Ucrania.
Agencias AFP y DPA
Otras noticias de Corea del Norte
“Muy, muy serio”. EE.UU. y la OTAN confirman que Corea del Norte envió tropas a Rusia y lanzan una advertencia a Putin
"Nuevos refuerzos". Un video muestra a soldados norcoreanos entrenados en Rusia para eventualmente combatir en Ucrania
Versión de Seúl. Afirman que Corea del Norte envió 1500 soldados para entrenarse en suelo ruso y eventualmente combatir en Ucrania
Más leídas de El Mundo
Trump vs. Harris. Cómo sería Estados Unidos sin inmigrantes
La fortuna de los Windsor. Una investigación revela el origen de los millonarios ingresos del rey Carlos III y el príncipe Guillermo
Inundaciones en Valencia. El riesgo de epidemias y brotes contagiosos en las zonas afectadas
Intensas lluvias. Vuelos cancelados y terminales inundadas: los impactantes videos del aeropuerto de Barcelona bajo el agua