Qué es y qué provoca el gas sarín que habrían utilizado en el ataque en Siria
Se trata de una sustancia neurotóxica que fue descubierta en 1938 en Alemania y que se convirtió en uno de los más utilizados por terroristas
Por vías respiratorias, los ojos, la piel y hasta por entrar en contacto con la ropa de una persona, el gas sarín representa una de las armas químicas más letales del mundo que los terroristas eligen para ataques masivos y en lugares públicos.
Cuando la exposición es directa y alta provoca convulsiones, parálisis, pérdida de conciencia y muerte por asfixia en muy poco tiempo.
El sarín es un neurotóxico que ataca el sistema nervioso central de la persona que entra en contacto con el gas. Hace que los impulsos emitidos por el cerebro se sobreexciten, los músculos no se puedan relajar, aparezcan espasmos y un colapso que termina con la muerte por asfixia. Las consecuencias en el organismo varían en función de la cantidad de gas que entre en contacto con las víctimas.
Al ser incoloro e inodoro, en su estado puro, y expandirse por el aire, es muy difícil de ser detectado y hasta que no aparecen los síntomas una persona no sabe que fue afectado.
Fue descubierto, por accidente, en 1938 en Alemania mientras se trabajaba para generar un nuevo pesticida. En 1991, a través de la resolución 687, la Organización de las Naciones Unidas ( ONU ) lo incluyó en el listado de armas químicas de destrucción masiva. Sin embargo, su relativo bajo costo de fabricación hizo que fuera uno de los elegidos por los terroristas como fue el caso de Siria donde hubo más de 50 muertos civiles esta semana.
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