Controvertido viaje del Papa a Irak
Visitará la ciudad de Ur, en un peregrinaje sobre las huellas de Abraham; Occidente critica que pise el suelo de Saddam.
ROMA.- El vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, anunció ayer que la semana entrante en oficializará el calendario de viajes que el papa Juan Pablo II realizará en los próximos meses. Estos comenzarán con una visita a Irak, del 2 al 4 de diciembre, donde visitará la ciudad caldea de Ur. Allí es donde Abraham, padre del hebraísmo, el cristianismo y el Islam, habría hablado con Dios.
Pese a que el Vaticano ha reiterado que la iniciativa papal se inscribe en un "peregrinaje sobre las huellas de Abraham" en vista del Gran Jubileo -junto a otros Lugares Santos, ya que tras visitar el sur de Irak irá al monte Sinaí, en Egipto-, desde que fue anunciada provocó no pocas controversias.
Sobre todo, debido al significado político que tendría, según los Estados Unidos principalmente, el hecho de que Juan Pablo II, el Papa de los Derechos Humanos, pise el suelo del "demoníaco" Saddam Hussein.
Esta especulación se ha expandido, pese a que en ningún momento el vocero Navarro Valls se refirió a un eventual encuentro del pontífice con el mandatario iraquí.
Sin embargo, Washington no ha ocultado su malestar con respecto a este nuevo viaje del Papa polaco, y en más de una ocasión hizo saber en el Vaticano que no compartía la decisión "no oportuna" del Pontífice.
¿Entrevista con Saddam?
Incluso, el departamento de Estado norteamericano declaró su "preocupación a través de los canales diplomáticos", tal como afirmó recientemente su vocero James Foley, que, como los demás, teme una manipulación de la visita por parte de Saddam Hussein.
Es que para llegar a Ur, el Papa, de 79 años, debe necesariamente hacer en escala en Bagdad, la capital iraquí, y luego alcanzar en helicóptero esa antigua ciudad, que queda a unos 1000 kilómetros.
Los norteamericanos no sólo ven con malos ojos esta escala en Bagdad, que aseguran que el líder iraquí aprovecharía políticamente. También han intentado recordar que Ur se encuentra en la zona de exclusión área del sur del país -establecida tras la Guerra del Golfo (1991) para protección de asentamientos shiitas- en la que rige una prohibición de vuelos.
A esta presión estadounidense de bloquear esta nueva meta del Papa viajero, se sumó ahora la oposición iraquí que, según el prestigioso vaticanista, Marco Politi, le escribió una carta al Papa, pidiéndole de renunciar a la travesía y, sobre todo, a un posible encuentro con Saddam Hussein.
Entre los firmantes -se trata de 19 agrupaciones opositoras- hay ex ministros, altos oficiales del ejército y religiosos obligados a abandonar el país. "Deseamos -afirman- que Su Santidad no visite Irak mientras esté en el poder un dictador con las manos manchadas de sangre". La carta sigue con que el Pontífice no debería ayudar a un régimen responsable de "violaciones a la dignidad del hombre: ejecuciones colectivas, torturas brutales, desaparición de miles de ciudadanos, crímenes de genocidio con el uso de armas químicas contra la población kurda".
El Vaticano, no obstante, sigue en firme con sus planes, aunque de aquí al anuncio oficial no se descarta que puedan haber cambios.
Lo demuestran declaraciones al respecto del nuncio Renato Martino, embajador de la Santa Sede en la ONU. "El Papa estuvo en todo el mundo y estrechó la mano a todos: pero esto no significa que se casó con las ideas de quien encontraba", destacó Martino, al negar que la visita papal a Irak pueda convertirse en una "santificación" del régimen de Saddam.
"Hay personas a quienes este viaje no le gusta -agregó el nuncio al periódico católico Avvenire-, y entonces buscan atribuirle un significado político. Pero Juan Pablo II viaja a todos los países para decir lo que cree y por lo general deja una marca por donde pasa. Así que tenemos que pensar que sabrá enfrentar la situación".
Navarro Valls señaló ayer que "quienes atribuyen intenciones políticas a los viajes del soberano pontífice corren el riesgo de dar ellos mismos significaciones políticas a esos viajes, pese a su carácter exclusivamente religioso".
Por su parte, el patriarca caldeo católico de Bagdad, Raphael Bidawild, fue más allá: "¿Debería el Papa cancelar su peregrinaje porque los norteamericanos no están contentos? Sería tonto. El Papa no es un súbdito estadounidense, sino un jefe de Estado que ya consideró todos los problemas y que no cederá a las presiones". Según el patriarca, el Pontífice debería tocar la cuestión de la anulación del embargo impuesto a Irak después de la Guerra del Golfo.
Por lo pronto, el obispo griego-ortodoxo del Sinaí, Damianos, confirmó que, de su regreso de Bagdad, el 5 de diciembre, Juan Pablo II pasará unas dos horas en el Convento de Santa Catalina, a los pies del monte donde Moisés recibió las tablas con los Diez Mandamientos.
Lugares Santos
Luego del Sinaí, se espera que Juan Pablo II visite Atenas, proyecto al que se opone el sector más intransigente de la Iglesia Ortodoxa Griega, pese a que las autoridades oficiales se declararon dispuestas a recibirlo.
Del 5 al 8 de noviembre próximo, el calendario marca que el papa realizará una vista a Nueva Delhi. Está prevista también antes de fin de año una visita a Georgia.
Respecto de una peregrinación que el pontífice desea hacer en marzo próximo a los Santos Lugares de Israel y de Palestina, ése será uno de los temas de la conversación que mantendrá mañana con el presidente palestino Yasser Arafat, en su residencia de verano de Castelgandolfo.