Controlado por Nayib Bukele, el Congreso destituye a la Corte y profundiza la deriva autoritaria en El Salvador
El Parlamento de mayoría oficialista golpea al máximo tribunal en su primera sesión y deja sin contrapoderes al Poder Ejecutivo con nuevos nombramientos
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CARACAS.- “Y el pueblo salvadoreño, a través de sus representantes, dijo: ¡Destituidos!”. Otro golpe de mano de Nayib Bukele, el presidente 2.0 de El Salvador, quien celebró por todo lo alto su nueva arremetida autoritaria donde más le gusta, en las redes sociales. Autogolpe es la palabra que más se usa dentro y fuera del país centroamericano para explicar lo ocurrido durante la primera sesión de la nueva Asamblea Legislativa durante la noche de ayer.
Los diputados oficialistas del nuevo Parlamento aprobaron anoche la destitución de cinco magistrados y cuatro suplentes de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, uno de los principales obstáculos durante dos años para las apetencias de más poder del primer mandatario. Los cinco jueces fueron destituidos por magistrados afines a la mayoría gubernamental con la excusa de haber tomado decisiones arbitrarias.
Sólo 30 minutos después de la votación, la Sala Constitucional hizo pública una sentencia que declaraba ilegal la destitución y la definió como una “coacción” del poder ejecutivo contra el judicial. Ya durante 2020, Bukele burló una y otra vez la disposiciones de la Corte en contra de sus excesos. “Si fuera un dictador, los hubiera fusilado a todos”, amenazó entonces el presidente.
Y el pueblo salvadoreño 🇸🇻, a través de sus representantes, dijo: ¡DESTITUIDOS!
— Nayib Bukele 🇸🇻 (@nayibbukele) May 2, 2021
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La destitución de los magistrados no vino sola, ya que Raúl Melara, fiscal general de la República, también cayó ante la embestida oficialista. El elegido, Rodolfo Delgado, estuvo al frente de la Fiscalía del Crimen Organizado. El oficialismo le considera cercano a la oposición. Fuerzas policiales tomaron la Fiscalía para facilitar el relevo durante esta madrugada y la incorporación de Delgado, que contó con el respaldo de los directores policiales.
De un plumazo, sin ser discutida en comisiones, sin derecho a la defensa y con voto favorable de 64 de los 84 diputados, el bloque gubernamental impuso la fuerza del más poderoso. La aplastante victoria en las recientes elecciones parlamentarias han proporcionado a Bukele la mayoría que no tenía durante sus dos primeros años al frente del país. El partido del presidente más joven del continente, Nuevas Ideas, suma 56 diputados, y además cuenta con el refuerzo de Gana, el Partido de Concertación Nacional (PCN) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC). A todo ello hay que añadir el apoyo enfervorizado de la mayoría del país. Frente al oficialismo sólo quedan los restos de los antiguos partidos mayoritarios, el derechista ARENA con 14 escaños y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con cuatro.
De esta forma Bukele ha tomado el control efectivo de los poderes que intentaban contener su desvarío autoritario. “Estoy sumamente satisfecho con la primera plenaria y el debut de la bancada de Nuevas Ideas. Falta mucho por cambiar en nuestro país, pero está claro que no pueden hacerlo todo en un día. Sé que la mayoría del pueblo salvadoreño espera con ansias la segunda plenaria”, amenazó el presidente.
Las repulsa internacional es unánime. La Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó ambas destituciones y apostó por los trabajos emprendidos por la Misión Especial de Santiago Cantón y por la Comisión Internacional contra la Impunidad. “Cuando las mayorías eliminan el sistema de pesos y contrapesos en el marco institucional están alterando la esencia del funcionamiento del mismo”, criticó en un comunicado la organización panamericana.
En lo personal, estoy sumamente satisfecho con la primera plenaria y el debut de la @BancadaCyan.
— Nayib Bukele 🇸🇻 (@nayibbukele) May 2, 2021
Falta mucho por cambiar en nuestro país, pero está claro que no pueden hacerlo todo en un día.
Sé que la mayoría del pueblo salvadoreño espera con ansias la segunda plenaria.
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Antony Blinken, secretario de Estado de la nueva administración de Joe Biden, se puso en contacto personal con Bukele para trasladarle sus “serias preocupaciones” ante los acontecimientos de las últimas horas. “La gobernabilidad democrática requiere respetar la separación de poderes por el bien de todos los salvadoreños”, resumió el canciller estadounidense, quien también destacó al destituido fiscal Melara por su lucha contra la corrupción y lo definió como un “socio efectivo” en el combate contra el crimen.
“Se trata de una evidente alteración del orden constitucional”, disparó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), quien destacó que la Asamblea salvadoreña juramentara a los nuevos ´magistrados´ pese a la sentencia emitida con urgencia que declaraba inconstitucional la “remoción expedita”.
Vivanco advirtió a Bukele: “Haremos todos los esfuerzos para que este asalto a la democracia afecte a su relación con el gobierno de EEUU, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”.
Bukele prefirió contestar con rudeza a Vivanco, quien en una sola semana ha coleccionado los vituperios tanto del mandatario salvadoreño como del chavismo, enfurecido por la investigación de HRW que demostraba las ejecuciones y los abusos de sus fuerzas en la frontera con Colombia. El líder salvadoreño acusó al director americano de HRW de estar financiado por George Soros, al igual que el canciller chavista Jorge Arreaza le señalara por estar “financiado por Estados Unidos”.
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