Conmoción en EE.UU.: murió la jueza de la Corte Ruth Bader Ginsburg
WASHINGTON.- Ruth Bader Ginsburg, jueza de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos y un ícono feminista del país, falleció a los 87 años en su casa en Washington luego de una larga lucha contra el cáncer. Su muerte conmocionó al país, y sacudió la carrera a la Casa Blanca cuando falta menos de un mes y medio para la elección presidencial.
"Nuestra Nación ha perdido a una jueza de talla histórica", dijo el presidente del máximo tribunal, John Roberts, en un comunicado. "En la Corte Suprema hemos perdido a una querida colega. Hoy (por el viernes) estamos de luto, pero con confianza de que las generaciones futuras recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos, una campeona de la justicia", afirmó.
Nacida en Brooklyn, Ginsburg, conocida en todo el país por sus siglas, RBG, fue nominada a la Corte Suprema en 1993 por el entonces presidente, Bill Clinton. Se convirtió en la segunda mujer en llegar al máximo tribunal luego de Sandra Day O’Connor. Desde el retiro de O’Connor, en 2006, hasta el nombramiento de Sonia Sotomayor, en 2009, fue la única mujer en el máximo tribunal, que integró por más de 27 años. Murió a causa de un cáncer de páncreas, dijo la Corte.
Artífice de la cruzada legal por los derechos de la mujer en la década de 1970 desde la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, según sus siglas en inglés), Ginsburg se convirtió en la jueza más prominente y famosa del tribunal, un ícono progresista y cultural del país con un aura de rockstar que llegó a tener su propio documental en Netflix, "RBG". Una abogada y escritora, Shana Knizhnik, la ungió como "Notorious R.B.G." en un libro, un retoque al nombre de "Notorious B.I.G.", el rapero nacido en Brooklyn, al igual que Ginsburg. Horas después de que se conoció la noticia de su muerte, cientos de personas se reunieron frente al edificio de la Corte Suprema. La gente cantó "Amazing Grace" y rezó el kadish en la noche del año nuevo judío.
Su fallecimiento desató un terremoto político en Estados Unidos y sacudió la campaña presidencial, al desatar una batalla por su vacante en la Corte entre republicanos y demócratas y entre el presidente, Donald Trump, y el candidato presidencial demócrata, Joe Biden. El escenario es similar al de hace cuatro años cuando murió el juez Antonin Scalia, amigo cercano de RBG en la Corte Suprema, y el juez más venerado por los conservadores del país.
Pocos días antes de su muerte, y a sabiendas del impacto que tendría su fallecimiento, Ginsburg dictó una declaración a su nieta, Clara Spera, según publicó la radio pública, NPR: "Mi deseo más ferviente es que no seré reemplazada hasta que se instale un nuevo presidente".
Pese a la última voluntad de la magistrada, el jefe de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo poco después de que se conoció la noticia del fallecimiento que buscara la confirmación en el Senado del juez o jueza que Trump decida nominar para la Corte, abriendo una batalla en el Capitolio por el futuro de uno de los poderes del país cuando faltan menos de 50 días para la elección presidencial.
"El nominado del presidente Trump recibirá una votación en el pleno del Senado de los Estados Unidos", dijo McConnell en un comunicado.
En 2016, McConnell le había negado al entonces presidente, Barack Obama, la posibilidad de completar la vacante que dejó la muerte de Scalia, en febrero, al bloquear la audiencia para Merrick Garland, el juez nominado por Obama. "El pueblo estadounidense debería tener voz en la selección de su próximo juez de la Corte Suprema. Por lo tanto, esta vacante no debería cubrirse hasta que tengamos un nuevo presidente", había dicho McConnell hace cuatro años. Ahora, McConnell sepultó esa postura en busca de una mayoría conservadora en la Corte que podría deshacer el propio legado de Ginsburg.
El futuro de la Corte es el tercer tema más importante para los votantes después de la economía y de la salud, según una encuesta del Centro Pew.
Hace cuatro años, la mayoría de los senadores de la bancada republicana en la Cámara alta adhirió a la postura fijada por McConnell. Pero ahora senadores moderados y críticos de Trump, como Mitt Romney, y otros cuya reelección corre peligro, como Susan Collins, podrían llegar a oponerse a la votación. Los republicanos tienen una mínima mayoría en la Cámara alta. El Senado puede pasar a manos de los demócratas en la elección del 3 de noviembre. Además de esa grieta entre los republicanos, los tiempos parecen ser demasiado cortos para aprobar un pliego, que primero debe atravesar el Cómite Judiciario.
Pero si Trump y los republicanos avanzan y logran cubrir la vacanta de Ginsburg lograrían instalar una mayoría de seis jueces conservadores en el máximo tribunal. Trump ya ha nombrado a dos jueces, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Trump podría convertirse en el primer presidente que nombra a tres jueces de la Corte en su primer mandato desde Richard Nixon.
La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos ha tenido un rol prominente en el rumbo de Estados Unidos, al dictar fallos históricos sobre el derecho al aborto, los límites a la libertad de expresión, la portación de armas, los derechos de los inmigrantes, y el financiamiento de las campañas políticas. Una mayoría conservadora en el máximo tribunal podría torcer el equilibrio ideológico de la Corte por una generación, un objetivo que los conservadores han perseguido durante años.
Trump se enteró de la muerte de RBG por la prensa, luego de un acto de campaña en Minnesota. "Ella acaba de morir? Wow. No lo sabía... Ella llevó una vida increíble. ¿Qué más se puede decir? Era una mujer increíble, estés de acuerdo o no", dijo Trump a los periodistas que le informaron de su fallecimiento. "Era una mujer increíble que llevó una vida increíble. Me entristece realmente escuchar eso", agregó sobre su muerte.
Trump difundió luego elogioso un comunicado en el que omitió hacer referencia al reemplazo de la jueza y afirmó que sus opiniones en los fallos de la Corte, en particular a favor de la igualdad y los derechos civiles, "inspiraron a todos lo norteamericanos, y a generaciones de grandes mentes legales".
Joe Biden pidió honrar su legado, y dijo que debía postergarse la votación hasta después de la elección.
"Ruth Bader Ginsburg nos representó a todos. Luchó por todos nosotros", dijo Biden. "Y ella nunca falló. Ella fue feroz e inquebrantable en su búsqueda de derechos civiles legales y derechos civiles para todos. Sus opiniones y disensiones seguirán dando forma a la base para la regeneración de la ley", afirmó.
"Esta noche, y en los próximos días, deberíamos centrarnos en la pérdida de la juez Ginsburg y su legado perdurable. Pero para que no haya dudas, déjenme ser claro: los votantes deben elegir un presidente, y ese presidente debe elegir un sucesor del juez Ginsburg", agregó el candidato demócrata.
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