Conmoción en EE.UU.: fanáticos de Trump toman por asalto el Capitolio
WASHINGTON.– Enfurecidos luego de un fuerte discurso de Donald Trump en el que afirmó que "nunca" reconocería la victoria de Joe Biden, cientos de manifestantes republicanos invadieron hoy el Capitolio en un hecho inédito en la historia norteamericana, y frustraron lo que debería haber sido un trámite formal de certificación del triunfo del demócrata en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
En un mensaje a la nación, Biden –cuya victoria el Congreso finalmente se disponía a certificar esta noche– aseguró que la democracia del país "está bajo el ataque de un grupo de extremistas". Y agregó: "No es una protesta, es una insurrección". También exhortó al presidente a hablar por televisión y pedir que se pusiera fin al asedio.
La respuesta de Trump fue efectivamente un discurso televisado poco después vía Twitter -que luego fue bloqueado por la red social- en el que llamó a los manifestantes a "volver a casa". Pero antes volvió a calificar los comicios de "fraudulentos", y agregó: "Nos robaron la elección y todos lo saben, especialmente los del otro lado". También dijo a los manifestantes:"Los amamos, ustedes son muy especiales. Ustedes vieron lo que pasó".
Las palabras de Trump en las que exhortó a los manifestantes a "volver a casa" luego de los disturbios, fueron inmediatamente criticadas por analistas, medios de comunicación y hasta por sus correligionarios.
"No es suficiente. Por favor, termine con esto, la elección terminó", le pidió el congresista republicano de Wisconsin Mike Gallagher a Trump en una entrevista con la cadena CNN.
Apenas una hora antes de que comenzaran los disturbios en los alrededores del Capitolio, el presidente había reiterado frente a la multitud de simpatizantes sus denuncias de fraude, aunque todos los niveles de la Justicia, hasta la Corte Suprema, lo han negado por falta de evidencia.
"Nunca nos rendiremos. Nunca aceptaremos" la derrota. Vamos a detener el robo", afirmó el mandatario, tras pedirle por Twitter a su vicepresidente, Mike Pence, que en la sesión conjunta de ambas cámaras que se aprestaba a realizar el Congreso, aceptara las objeciones de algunos republicanos y las impugnaciones a los comicios, un reclamo que el número dos del Poder Ejecutivo rechazó inmediatamente.
"La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no", afirmó el vicepresidente en un comunicado, desmarcándose definitivamente del jefe republicano.
Poco después, Pence había llamado a un cuarto intermedio en la sesión en la que los legisladores debían contar y confirmar estado por estado los votos del Colegio Electoral para certificar la victoria de Biden, cuando comenzaron los incidentes que obligaron a la suspensión definitiva del acto.
En una escena fuera de control, los manifestantes eludieron a la policía e ingresaron en el edificio, gritando y ondeando banderas estadounidenses y en favor de Trump mientras caminaban por el recinto. Entre las decenas de heridos, las imágenes de televisión mostraron a una mujer baleada en el interior del Capitolio que murió en la noche. La policía informó luego la detención de 13 personas.
Mientras decenas de manifestantes avanzaban hacia el interior del edificio, las fuerzas de seguridad ordenaban a funcionarios y legisladores que se resguardaran bajo sus asientos y se colocaran las máscaras antigás que disponen debajo de sus escritorios, tras haber lanzado algunas granadas de gas lacrimógeno en la Rotonda del Capitolio.
Pero los manifestantes no mostraron indicios de aplacarse. Además de romper vidrios y escritorios, se sacaban selfies en las bancas de los legisladores y gritaban "Trump ganó la elección".
Frente a los incidentes la alcaldesa de Washington, Muriel Browser, ordenó un toque de queda desde las 18 de hoy hasta las 6 de la mañana.
La grave crisis institucional en la mayor potencia global tuvo inmediata repercusión en todo el mundo. Desde el primer ministro británico, Boris Johnson, que calificó de "vergonzosas" las escenas de la ocupación del Capitolio, hasta el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, pidió a los seguidores de Trump que "dejen de pisotear la democracia".
Simultáneamente, ayer se confirmó una victoria electoral demócrata en las dos bancas senatoriales correspondientes al estado de Georgia, con lo que el partido de Biden obtiene 50 bancas en la Cámara alta, la misma cantidad que los republicanos. Pero, en caso de empate en las votaciones, la vicepresidenta electa, Kamala Harris, podrá fallar a favor de la agenda política demócrata. Los demócratas también controlarán la Cámara de Representantes con 222 bancas sobre 212 de los republicanos.
Agencias AFP y AP
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