Conflicto mapuche en Chile: quién es el lonko con vínculos con la Argentina y que llamó a la resistencia armada
De formación revolucionaria y con nexos con el régimen chavista y con activistas en el país, Héctor Llaitul es el líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), el grupo radicalizado que se opone a la militarización de la Araucanía implementada por el gobierno de Boric
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SANTIAGO, Chile.- Héctor Llaitul es el histórico líder Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), una organización activista que promueve “la liberación de la nación mapuche” y que en Chile vuelve a ser el foco de atención. La decisión del gobierno de Gabriel Boric de militarizar la zona de La Araucanía a través de un estado de excepción “acotado”, y en medio del aumento de la violencia en la macrozona sur, generó una dura respuesta del referente indígena que llamó a las comunidades a tomar las armas.
“A preparar las fuerzas, a organizar la resistencia armada por la autonomía”, dijo Llaitul, histórico protagonista del conflicto mapuche durante los últimos años en el país. Tras sus dichos, La Moneda anunció una querella en su contra, pero al cabo de unos días la medida la desestimó. “Nuestro gobierno no persigue ideas ni declaraciones”, señaló Boric, que tuvo que enfrentar numerosas críticas desde su propio bloque por el cambio de enfoque y el despliegue de militares.
“La situación de la macro zona sur puso en jaque al gobierno. Pasó de ser un error en el inicio a un problema más estructural. En un escenario de baja aprobación presidencial, Boric quedó entrampado”, comentó Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca.
El llamado de Llaitul provocó otro efecto y nuevamente volvió a realzar su figura como el principal rostro de la resistencia mapuche, tras una época en la que su ascendente disminuyó por la aparición de células más radicales que la propia CAM. Una de ellas es la organización Weichán Auka Mapu, que ha logrado notoriedad tras reivindicar una serie de atentados en la zona y difundir videos de sus integrantes portando armas y uniformados como militares.
Hoy Llaitul está convertido en uno de los principales opositores al gobierno tras la instauración del estado de excepción y “la ofensiva estatal”, como él mismo la denominó. Esta semana el vocero de la CAM fue captado visitando presos mapuches en Temuco y el interés sobre el rol que ejerce en la actualidad se amplificó.
“Es un líder reconocido y respetado por la comunidad. Esa legitimidad interna le permite asumir una defensa total de las demandas mapuches y le permite confrontar al Estado de manera directa y frontal. Llaitul no tiene problema en desafiar a militares y al gobierno, y está convencido de que la autonomía del pueblo mapuche es su objetivo final”, apunta Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política.
¿Pero quién es este hombre que nació en Osorno el 17 de noviembre de 1967, y que durante sus primeros años de vida fue educado como un ciudadano chileno, más que como mapuche?
Hijo de Juan Llaitul, un campesino obrero mapuche analfabeto, y de Florinda Carrillanca, una empleada doméstica, Héctor Llaitul es descendiente huilliche (la rama austral del pueblo mapuche) y el tercero de seis hermanos. Vivió una infancia de carencias en la localidad de Rahue, cerca de la ciudad de Osorno. Bajo la influencia de sus padres, forjó un sentimiento de izquierda que prolongó en su juventud, cuando en 1986 ingresó a estudiar servicio social en la Universidad Católica de Valparaíso.
En esos años fue un activo participante de diversas organizaciones que se opusieron a la dictadura de Augusto Pinochet. Ingresó a la Juventud Rebelde Miguel Enríquez, una organización juvenil que se identificaba con el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), y más tarde formó parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez Autónomo (FPMR-A), una organización guerrillera chilena de ideología política marxista-leninista.
“En mi caso, soy el producto de un encuentro de influencias. Por una parte, tengo experiencia como militante revolucionario, soy lo que la izquierda acostumbra llamar un cuadro. Fui formado en la preeminencia de las miradas y propósitos colectivos, en la utopía del hombre nuevo. Por otra parte soy del proceso que he señalado: el regreso del weychafe («guerrero» en mapudungún). Cumplo un rol político e histórico-cultural en el contexto de la lucha del pueblo, la nación mapuche”, reflexionó Llaitul en el libro Conversaciones con un weychafe en la prisión política, del excandidato presidencial comunista Jorge Arrate, que recopiló numerosos diálogos con el dirigente mientras estuvo preso en la cárcel de Ángol.
En 1998, y junto a diversos representantes mapuches, Llaitul creó la CAM y de inmediato la organización logró notoriedad tras adjudicarse atentados incendiarios contra propiedad pública y privada, especialmente de empresas forestales, en las regiones del Biobío y Araucanía. Dichos operativos fueron denominados como “recuperaciones” de tierras mediante la toma y ocupación de fundos que se reclamaron como “territorios mapuches usurpados”.
En medio del crecimiento de la CAM, Llaitul estuvo varias veces detenido y desde la cárcel realizó numerosas acciones de protesta y acusó persecución política. En otro proceso penal fue condenado en marzo de 2010 a 25 años de prisión por el delito de robo con intimidación y homicidio frustrado contra el fiscal Mario Elgueta, aunque luego la Corte Suprema rebajó su condena a 14 años. Tras cumplir la mitad de la pena, se le otorgó el beneficio de libertad condicional en mayo del 2015. Llaitul está casado con Pamela Pezoa, tiene cuatro hijos, y uno de ellos -de nombre Ernesto- asoma como su más posible heredero en la organización.
Desde ese entonces, Llaitul ha tenido un rol tanto estratégico como territorial y ha potenciado sus vínculos en la región. Admirador confeso del sandinismo, lector de Marx, y activo observador de procesos como el de la guerrilla salvadoreña, la guerra de Vietnam y rol de Vo Nguyen Giap, en 2018 se reunió con el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, y con Adán Chávez, hermano del fallecido presidente en Caracas.
Con la Argentina también tiene una profunda relación y su relación con la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) es conocida. Visitó en la cárcel a su líder, el lonko Facundo Jones Huala, cuando cumplía condena por los delitos de incendio y porte ilegal de armas y antes que el gobierno chileno lo declarara como “prófugo” por no presentarse antes los tribunales.
Tras su llamado a la resistencia armada hace un par de días, la atención sobre Llaitul aumentó y desde el gobierno chileno aseguran que el referente mapuche se ha endurecido, mientras por otra vía continúan con los llamados al diálogo que hoy parecen algo estériles.
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