Condena a un film antiislámico
Varios países de mayoría musulmana lo criticaron; dura advertencia de Irán
LA HAYA.- El estreno en Internet de un cortometraje dirigido por un parlamentario holandés de extrema derecha que acusa al Corán de incitar a la violencia despertó duras críticas en varios países islámicos, lo que hizo temer un brote de represalias antioccidentales en el mundo.
Sin embargo, las manifestaciones de condena no pasaron a los hechos, y en Holanda, donde se esperaban episodios de violencia, la comunidad islámica llamó a la calma y dijo que el film era menos lesivo de lo esperado.
El parlamentario holandés Geert Wilders presentó anteayer un corto titulado Fitna, que mezcla imágenes de los atentados terroristas de Nueva York (2001), Madrid (2004) y Londres (2005), con ejecuciones en países islámicos, discursos antijudíos y la lectura de versículos del Corán. Wilders tuvo que estrenar su pieza en Internet, luego de que las emisoras de televisión se negaran a transmitirlo.
Las condenas más firmes fueron pronunciadas en los países islámicos. En Indonesia, que tiene la mayor población musulmana del mundo, un vocero de la cancillería aseguró que la película es "engañosa y llena de racismo".
Irán también condenó el film y advirtió de "consecuencias de esa provocación". El vocero de la cancillería, Mohammed Ali Hosseini, llamó a la Unión Europea (UE) a dejar de mostrar el video y respetar lo que es sagrado para más de 1000 millones de musulmanes.
En tanto, Paquistán pidió condenar "la cinta difamatoria que ofende profundamente los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo", mientras decenas de personas protestaban en las ciudades de Karachi, Quetta, Lahore e Islamabad. En Jordania, varios responsables de medios de comunicación anunciaron que denunciarán ante la justicia a Wilders, mientras que el vocero del gobierno marroquí, Jalid Nciri, dijo que el parlamentario holandés demostró "un bajo nivel cultural".
Las manifestaciones de condena no se limitaron a los países islámicos. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon condenó "en los más firmes términos la difusión del film".
"La libertad de opinión es parte de nuestros valores y tradiciones. Sin embargo, debería ser ejercida respetando la religión y otros credos", dijo, por su parte, la presidencia de la UE, actualmente ejercida por Eslovenia.
Más allá de las manifestaciones de condena, las autoridades holandesas dijeron que la noche fue tranquila, en contraste con los disturbios desatados en todo el país en 2004 tras la muerte del cineasta Theo van Gogh en un atentado perpetrado por un militante islámico, tras hacer un documental crítico del tratamiento recibido por las mujeres musulmanas.
En Holanda, donde la población es de 16 millones de personas, vive casi un millón de musulmanes.
Wilders, a quien el gobierno holandés intento disuadir de estrenar su obra, rechazó todo responsabilidad en el caso de que haya episodios de violencia. "Espero que no ocurra, pero en el caso de que sea así, los responsables serán los que cometieron esos actos y no yo", se justificó.
Por otra parte, en Berlín también se generó tensión por el estreno, ñañana, de "Los versos satánicos", obra teatral basada en la novela del mismo nombre de Salman Rushdie y que fue considerada blasfema por los musulmanes.