Con tensión dentro de Syriza, Grecia vota el segundo paquete de reformas
El Parlamento debate las reformas en el sector bancario y judicial, otro paso clave para el acceso al tercer rescate de hasta 86.000 millones de euros; Tsipras dijo que sus críticos lanzan "declaraciones heroicas, pero ninguna propuesta de alternativas"
ATENAS.- Desafiante, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llamó a la unidad con un tono crítico hacia los disidentes de su propio partido, el izquierdista Syriza, antes de la votación, esta tarde en el Parlamento de Atenas, del segundo paquete de reformas que le abriría la puerta a Grecia para un tercer rescate.
El Parlamento griego inició hoy en comisión el debate del proyecto de ley sobre la actualización judicial y bancaria, uno de los requisitos exigidos por los acreedores europeos de Grecia a cambio de comenzar las negociaciones para un tercer rescate por valor de entre 82 y 86.000 millones de euros.
El texto, que recoge una reforma del código civil y la adopción de la directiva europea sobre saneamiento de bancos, se empezó a analizar en una reunión conjunta de las cuatro comisiones del Parlamento y está previsto que se extienda toda la mañana.
Después, el proyecto de ley pasará al pleno, cuyo debate terminará con la votación, que se prevé que se alargue hasta la madrugada.
Los cambios en el código civil persiguen acelerar los procesos judiciales y reducir sus costos.
La medida más polémica, que ha provocado la reacción de abogados y jueces, es la eliminación de los testigos en los juicios civiles.
Otro punto es la introducción de medidas que facilitan las subastas de viviendas cuando el banco las embarga. La subasta partirá del valor en el mercado del inmueble en el momento del embargo y no su valor objetivo, que lo fija el Ministerio de Finanzas para calcular los impuestos correspondientes a cada propiedad.
A juicio de las asociaciones de abogados, este cambio facilitará las subastas porque los precios en el mercado inmobiliario se han reducido sensiblemente en los últimos años debido a la crisis.
Por otro lado, la directiva europea sobre el saneamiento de los bancos prevé que si una entidad necesita fondos para su recapitalización, primero debe dirigirse a los accionistas, después a los tenedores de bonos y en último término, a los depositantes de ahí que la directiva garantice los depósitos de hasta 100.000 euros en caso de quita.
Tensión
La votación es una nueva prueba de solidez para el Gobierno de Alexis Tsipras, ya que el acuerdo ha provocado disidencias en el seno de su partido.
En la sesión del miércoles pasado hasta 39 diputados decidieron no respaldar las medidas, lo que conllevó a una remodelación de Gobierno en que fueron sustituidos los ministros díscolos.
Fuentes del gobierno señalaron que Tsipras llamó a los diputados de Syriza que están en contra de la medidas a hacer propuestas sobre cómo Grecia podría salvarse sin ayuda de los acreedores.
Tipras dijo haber recibido del ala más a la izquierda de su partido "declaraciones heroicas" contra el programa de reformas acordado con los acreedores, "pero ninguna propuesta de alternativas". Los diputados que apoyen la salida de la eurozona de Grecia deben intentar explicárselo primero al pueblo, señaló.
Ese sector del partido volvió a manifestarse contra las reformas y habló abiertamente de la posibilidad de una salida del euro. Además, las juventudes de Syriza, controladas por el ala más a la izquierda, exigió hoy por primera vez un congreso extraordinario del partido.
La presidenta del Parlamento griego, Zoi Konstantopoulou, calificó el nuevo programa de austeridad de "golpe de estado" que hay que frenar.
Pese a la división política se espera que las reformas cuenten hoy con el respaldo de la oposición. Pero Tsipras ha advertido que necesita al menos 120 votos de su propio partido -de los 149 que tiene en el Parlamento- para poder seguir gobernando. En la primera votación obtuvo el respaldo de 123 diputados de sus propias filas.
Agencias EFE, AP y DPA